¡Impelable! Andreina y la Feria Popurrí en Argentina

Andreina Garofalo, con más de 5 años en la República Argentina, aventurera mucho antes de la crisis, decidió probar suerte en febrero de 2011, decidida a estudiar comunicación social en la Universidad de Buenos Aires, no se imaginaba que terminaría siendo una gran emprendedora en este país, sus planes cambiaron de rumbo, cuando notó que no estaba haciendo algo que la llenaba del todo, aunque le gustaba el mundo de las comunicaciones y lo audiovisual, su vida dio su primer giro cambiando de carrera y comenzando a estudiar Enfermería en la UBA, una de las mejores universidades de Latinoamérica.

Al llegar a la Argentina, tenía que estabilizarse pronto, eso era lo primordial, tenía dos trabajos, desde las diez de la noche hasta las ocho de la mañana, en aquel entonces era más difícil conseguir un trabajo, no había casi comunidad de venezolanos, y tenía que conformarse con ambos trabajos, pero con la ambición de no estancarse allí. Luego estuvo en un Call Center un tiempo, luego logró conseguir un trabajo en un  bar de Palermo que la ayudo a estabilizarse económicamente.

Pasaron los años y Andreina volvió a Venezuela en el 2013, estuvo unos cuantos meses en el país, pero decidió regresar a la Argentina, esta vez acompañada de su madre, aunque esta vez fue más cuesta arriba porque ninguna conseguía trabajo, era más difícil, la llamada que esperas diciéndote “Te estamos llamando porque vimos tu CV” no llegaba. Fue entonces cuando nació Cambur Pintón, que hoy en día es conocido como Banana Pintón.

Todo comenzó como un emprendimiento familiar, participando en ferias gastronómicas, donde asegura a ver conseguido mucha de la experiencia que tiene hoy en día.

Quiero hacer una pausa interviniendo en la historia, porque cada vez se pondrá más interesante. Andreina no solo se ha convertido en una gran emprendedora que representa a la comunidad venezolana, también quiero destacar que esto lo hizo mientras estudiaba en la UBA la Carrera de enfermería y al mismo tiempo, mamá las 24 horas de su hijo Enzo.

Junto con una amiga de muchos años, quien también tiene un bebé, comenzaron a pensar en cómo salir adelante, no era posible buscar un trabajo ni Full time o Part-Time, porque no les daban los tiempos para cuidar a sus hijos. “Vamos a hacer algo Andreina, tú tienes un montón de tiempo feriando, yo soy diseñador gráfico. Vamos a organizarnos, vamos a hacer algo con la comunidad” fueron las palabras de su amiga, meses después llegaría el momento, los planes comenzaron a materializarse, mayo de 2017 fue clave, empezaron a organizar todo para llevar acabo “La Feria Popurri venezolana”

Andreina, entre risas y nostalgia cuenta: “Comenzamos a publicar que haríamos una miniferia, un salón para 5 emprendedores, algo pequeño, pero fue increíble la receptividad, recibimos más de 180 correos de personas solicitando participar”

No solo es la creadora de Feria Popurrí, emprendimiento que lleva junto a su socia Analu Alvarado. También es la creadora de “Banana Pintón” (Antiguamente conocido como Cambur Pintón), un emprendimiento, humilde algo sencillo, como vender postres, arepas, pastelitos… en San Telmo, un conocido barrio de Buenos Aires.

Hoy en día su emprendimiento es conocido por las personas y por quienes compran sus comidas en la aplicación PedidosYA. Andreina no para de soñar y atreverse a emprender es por eso que en el 2018 apostará por lograr llevar acabo su meta, tener un local para su emprendimiento.

El 11 de junio del 2017, fue el día que tanto esperaron, la Feria Popurrí Venezolana, se había materializado, era una realidad, con más de 20 emprendedores en un local de Palermo, al principio no había nadie, parecía que todo el esfuerzo que habían hecho era en vano, invirtieron y se arriesgaron, pensaron que lo habían perdido todo. No fue así, más de 700 personas concurrieron a la primera edición de la feria, entre venezolanos, argentinos, colombianos, ecuatorianos, peruanos, estadounidenses, se acercaron; algunos a curiosear, otros a probar un quesillo, una cachapa, una chica, de esas que tanto se añoran y otros más que les llamaba la atención la comida venezolana.

por Deivy Garrido