Susana Virginia Barreiros Rodríguez, a pesar de que para la mayoría del país eras una perfecta desconocida, ya que nunca habían escuchado antes tu nombre, debido a tu falta de trayectoria profesional, hoy en día te convertiste en una de las personas más conocidas, pero a la vez más odiada y repudiada por toda la sociedad, motivado a tu infame sentencia sin fundamentación jurídica que condenó a un hombre inocente a casi 14 años de cárcel, y todo en acatamiento de las directrices que te dieron desde Miraflores y la Asamblea Nacional.
Te recuerdo perfectamente de cuando eras una estudiante de Derecho en la Universidad Bicentenaria de Aragua, Núcleo San Antonio de los Altos y aparentabas ser una buena estudiante, seria y responsable, incapaz de romper un plato.
Fuiste mi alumna en las cátedras de Derecho Administrativo IV y Contencioso Administrativo. Nunca me imaginé que en el corazón de esa muchacha tranquila y amable, se iba a albergar tanta maldad y tanta crueldad, y que fueras capaz de condenar a una persona a sabiendas que es inocente.
Nunca pensé que ibas a ser capaz de amañar un juicio y sentenciar a un hombre sin pruebas y sin darle el derecho a la defensa.
Por mi parte, salvo mi responsabilidad en tu formación, ya que me esmero en inculcarles a mis alumnos buenos principios éticos y el respeto por los Derechos Humanos y la Constitución. Yo no te enseñé a violar las leyes, y estoy seguro que ningún otro profesor tampoco lo hizo.
Me pregunto qué te hizo convertirte en el ser perverso que eres hoy en día. Cuando vendiste tus principios y tu ética? Cómo te puedes arrastrar ante un régimen narcoterrorista que destruye a Venezuela? No te da remordimiento al ver el sufrimiento de los pequeños hijos de Leopoldo López?
Déjame decirte que me siento muy avergonzado de tu conducta y de tu proceder durante el injusto juicio y siento pena por tu criminal conducta. Como profesor que fui tuyo te digo que con esa sentencia, más te has condenado a ti misma que al propio Leopoldo. Te has condenado al repudio de toda una sociedad que te mira con rabia e indignación. Te has condenado tu futuro profesional, porque cuando el régimen caiga, todos te tendrán como la juez violadora de Derechos Humanos y no podrás conseguir empleo más nuca en tu vida.
Pronto te darás cuenta que cometiste el peor error de tu vida y que tu conciencia no te dejará dormir en paz más nunca. Susana, que Dios te perdone por todo el daño que has causado con tu aberrante sentencia. Pero en la tierra, tarde o temprano, tú vas a ser juzgada y condenada y sufrirás en carne propia lo que sufre y padece Leopoldo López.
Me despido, decepcionado de ti
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Alvaro Albornoz es Abogado Summa Cum Laude (UCAB), Especialista en Derecho Administrativo, Magister Scientiarum en Derecho Administrativo, Maestría en Ciencia Política, Doctor en Derecho Constitucional, Profesor Universitario.