por: Manuel Malaver
Aunque ya se conoce que algunos representantes de países de la región –y, más específicamente, la canciller argentina, Susana Malcorra-, maniobraron para convocar una reunión adelantada del Consejo Permanente de la OEA que frustrara la de Almagro sin resultados, ayer el gobierno de Maduro sufrió una de sus más catastróficas derrotas diplomáticas, pues quedó constituido en un bochorno internacional del tipo que también encarnan Robert Mugabe de Zimbawue y Kim Jong-an de Corea del Norte.
Y ya era tiempo que el mundo conociera la tragedia que vive Venezuela, y cómo sus autores visten trajes de militares y civiles y los encabeza un individuo sin méritos políticos ni académicos, pero arrimado a poderosos como los hermanos Castro de Cuba y un Chávez moribundo que, por razones aun no claras. nombró sucesor al que también llaman “hombre de ninguna parte” porque no tiene nacionalidad conocida.
Y que Cuba sea el principal usufructuario del colapso de Venezuela, puesto que le ha entrado a saco a sus riquezas, le da una enorme probabilidad a la sospecha de que el difunto presidente fuera asesinado en Cuba.
No fue de lo que se habló ayer en el Consejo Permanente de la OEA, pero si de que el señor Maduro es el responsable de que 30 millones de venezolanos estén expuestos a morir por falta de alimentos y medicinas y por toda clase de bandas de la delincuencia organizada y del hampa común que asesinan 28.000 venezolanos al año (un récord mundial)
Pero, igualmente, la Venezuela de Maduro tiene el más alto índice de inflación en el mundo (un 600 % anual) y en la paridad bolívar-dólar se habla de una moneda nacional literalmente pulverizada.
Y de todo eso se enteró el mundo ayer, cuando oradores de países de toda la región internacionalizaron un bochorno llamado Maduro.
Por Manuel Malaver / @MMalaverM