Casi el 90% de la población reprueba la gestión del gobierno en materia económica, seguridad y de salud.
La estrategia es que el revocatorio se realice este año, de manera que no pierda su eficacia, que no es otra que la de salir del oprobioso gobierno.
Ciertamente, un gobierno opositor que sustituya a Maduro no lo tendrá nada fácil, pero no necesariamente es una gestión condenada al fracaso, todo lo contrario, por poco que sea lo que se logre, siempre será mucho más y mejor que lo que ahora tenemos; pero ese será el tema de otro comentario en el futuro.
Las elecciones de Gobernadores y elecciones regionales, es otro tema político del que se comienza a hablar, pues de acuerdo a las fechas establecidas por la propia Constitución, esas elecciones deben realizarse en este año. El gobierno en la última semana ha comenzado a plantearlo, como una probable alternativa al referendo revocatorio. Algo así como, “te damos esto, pero te olvidas de lo otro”, como si no se tratara de dos cosas distintas, que no son contradictorias y que no hay ninguna ley, reglamento o norma que señale que no se puedan realizar simultáneamente. Procesos eleccionarios múltiples ya hemos tenido en el país.
De todas formas, debo admitir que constituye un avance el que el gobierno comience a hablar sobre el tema, porque hasta hace muy poco la posición de varios voceros del oficialismo era que las elecciones de gobernadores no debían realizarse, pues es contradictoria la realización de un evento electoral de esa magnitud con la situación de “emergencia y guerra económica” que vive el país. Obviamente sabemos que lo contradictorio es decir que no se realicen elecciones debido a una supuesta “crisis económica” que se han negado a reconocer y sabemos perfectamente que la negativa a entrar en un proceso electoral, cualquiera que sea, se debe a que lo que sí sabe el oficialismo con absoluta certeza es que la derrota que sufrirán será de tal magnitud que los podría llevar a ser barridos en todas las gobernaciones del país.
La crisis humanitaria, como es caracterizada la situación de Venezuela en medios internacionales, es un tercer tema que ocupa la mente de los venezolanos, ya no de carácter exclusivamente político, sino más bien social, y tiene que ver con la situación general de mengua del país, su grave crisis económica y de desabastecimiento de alimentos y medicinas.
La notoria escasez que se agudiza cada día, la falta de seguridad personal, social y el deterioro de la calidad de vida son algo que el gobierno se niega a afrontar y a tomar medidas que permitan al menos paliar la situación. Creo que esto no es solo un tema de posición política por parte del gobierno para no ver deteriorada su imagen reconociendo la situación. Creo que se trata de algo más profundo.
Si el gobierno intentara resolver alguno de los problemas del país, se notaria de inmediato su incapacidad para hacerlo; pero, no es solo un problema de capacidad o incapacidad que el gobierno no haga nada por solventar los graves problemas de desabastecimiento, el problema económico general del país o los problemas resultantes de la falta de seguridad y el deterioro de los servicios públicos. No es tampoco que deja de hacerlo solamente por la falta de recursos o de dólares. Es por un bloqueo ideológico, forma parte de la estrategia de mantenerse en el poder a toda costa. Ese objetivo impide distraerse en cualquier otra tarea.
Para resolver los problemas que azotan al país es preciso acudir a políticas y mecanismos económicos que la ideología comunista trasnochada que profesan les impide tomar. Es más fácil por tanto apelar a la “propaganda”, al revoltillo de consignas, a las cadenas diarias, a los actos de masa, a la agitación, a la demagogia, a las medidas absurdas, pero populistas –como las de los días “feriados” en la administración pública–, al “circo” de los CLAP, en definitiva, lo que sea accesoriamente innecesario, pero que permita mantener “caminando” la maquinaria del Estado y mantenerse en el poder.
Es un problema de eficacia; simplemente este es un gobierno muy malo, el peor de nuestra historia republicana, además de indolente, que su preocupación es mantener el poder al precio que sea, para apropiarse de los recursos del país.
Resolver los problemas del país los llevaría a tener que abandonar posiciones ideológicas y de compromiso frente a algunos de sus seguidores, que podría implicar, en el mediano plazo, abandonar el poder y eso es algo a lo que no están dispuestos, al menos no de manera fácil.
Solo nos queda seguir luchando por recuperar los espacios de manera pacifica para no darles el gusto a la única materia que conocen ellos muy bien, la violencia.
¡Juntos podemos!
Concejal Alexander Pertuz
Guatire y Araira