Es bastante acelerado. Dice que por su capacidad de trabajo, de atender a la gente y dar respuesta. Yahir Muñoz se muestra orgullosamente revolucionario, comprometido con la paz y la seguridad del país.
Con cuatro meses en la silla de viceministro de Política Interior y Seguridad Jurídica, explica que la calienta poco, porque «el trabajo está en la calle, en caminar. Nadie había visto a un viceministro encabezando procedimientos, verificando todo y quitando carnets a funcionarios que cometen delitos».
-¿Cuál es su compromiso como viceministro?
El compromiso es cumplir y hacer cumplir las leyes, solo así podemos garantizar la tranquilidad de nuestro pueblo. Todo enmarcado en la Constitución Nacional, esa que estamos obligados a cumplir.
-Hablemos de violencia, ¿cuál es el principal problema que aqueja a la sociedad? En su gestión ¿qué ha encontrado?
-Hemos visto con mucha preocupación que hay hoteles que funcionan como casa de citas, donde la trata de blancas es grave. Sobre todo en la parroquia Candelaria. Cuando conversamos con esas muchachas, tristemente debemos decir que la de más edad tiene 30 años. A ello se une el problema del alcohol y las drogas. Todo eso genera violencia. La trata de personas es un tema que hemos decidido atacar y erradicar. Hay muchas extranjeras: colombianas y brasileñas.
-¿Hay detenidos?
-Sí los hay. Tenemos registrados cuatro adultos dueños de hoteles y establecimientos en La Candelaria y Altagracia. Es un tema delicado, porque incluso en esos espacios se mostraban catálogos de mujeres con nombres artísticos. Hasta hemos atacados instituciones nuestras, donde hemos llegado y nos conseguimos con papeles pegados que dicen que deben recibir al funcionario equis para sacarle permisos. Muchos hoteles sirven como centros de distribución de drogas.
-¿Cuántos extranjeros han detenido en estos procedimientos?
-Más de 20 ciudadanos. Hay colombianos y ecuatorianos. Además, quienes encabezan los negocios ilícitos de envite y azar son los portugueses, y eso debemos decirlo. Estamos investigando todo, así nos cueste la vida. Estamos empeñados en devolverle la paz y la tranquilidad a nuestro pueblo. Esto es una OLP (Operación Liberación del Pueblo) especial, porque va dirigida a un tema específico. El secreto de las OLP es la incorporación del Poder Popular. No se trata del ciudadano con fusil en mano, sino del que pasa información. Ese ciudadano sabe quién vende drogas, alcohol ilegal, quién anda armado y quién roba en su comunidad. Nos interesa que la gente, los jóvenes principalmente, nos den información para nosotros procesarla.
-Entonces ese es el Patriota Cooperante.
-Tiene que serlo, porque no nos interesa su nombre, solo la información para nosotros investigar y actuar. Aquí no hay intocables, quien transgreda la norma debe ser castigado. Hemos detenido a dos funcionarios que usaban el carnet para cometer delitos. La política del Estado es que quien viole la norma sea procesado. Por eso han visto como hay muchos funcionarios detenidos en todo el país.
-¿Cómo inyectarle confianza a la gente, cuando en los organismos de seguridad hay delincuentes propiamente?
-Lo estamos logrando con nuestro trabajo, estamos en el camino. La gente denuncia y tiene respuesta. Ha habido cohesión entre diversos entes del Estado, de prevención y represión. El tema es que mucha gente no denuncia.
-¿Atenderán las zonas populares? Allí hay mucha violencia.
-Todo lo vamos a atacar. Por ejemplo Petare, allí nos piden a gritos porque opera la anarquía. Se ha hecho difícil trabajar ahí porque no hay voluntad por parte de quien debería encabezar la alcaldía. Los ciudadanos denuncian y desde la alcaldía no hacen nada. Tampoco podemos vender nuestra información porque quedamos al descubierto. Cuando el compañero entienda su error, entonces sumaremos a la policía municipal a los procedimientos.
Otro ejemplo es Chacao, allí desmantelamos una sala de juegos ilegal. En el mismo momento en que nuestros funcionarios actuaron llegó Polichacao, en eso de dos minutos. El señor Ramón Muchacho se presentó luego y dijo que manejaba información de eso. Nunca investigó y esa es su tarea. Se le hizo un llamado de atención porque no cumple con su deber.
-Pero ustedes deben trabajar articulados.
-Lo haremos en el momento en que estas policías trabajen con fines de seguridad, no políticos. Así es imposible.
-Cambiando el tema, ¿qué opina de las Zonas de Paz como Ocumare y la Cota 905?
-Esas no son Zonas de Paz. Donde impere la violencia no hay paz. Son espacios que estamos liberando, que ahorita son la antítesis de la paz. Tengo cuatro meses en esta tarea, desmontando ese andamiaje que ha venido proliferando la derecha. Estoy convencido que existe un plan bien ajustado y dirigido a los jóvenes para crear adicción. Las drogas y el alcohol son un gran problema que, incluso, ha llegado a las escuelas y eso lo estamos atacando con inteligencia.
DEIVIS RAMÍREZ MIRANDA | EL UNIVERSAL