Alcohólicos Anónimos (AA) informó que se calcula que cerca de 3 millones de venezolanos tiene problemas con su manera de beber, situación que cada vez es más común entre los jóvenes y que en sectores tradicionales se convierte en alcoholismo.
Esta cifra señala a Venezuela como el país con mayor promedio de consumo de alcohol en Latinoamérica.
Así, con una nota de prensa, AA presenta su programa de recuperación para frenar el avance del alcoholismo, que está causando estragos en el país.
Apunta que, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el la ingesta de alcohol etílico ocasiona 3.3 millones de muertes al año, 200 enfermedades y trastornos, discapacidades y pérdidas económicas.
Evento masivo
La asociación brindará su mensaje de recuperación el 15 de noviembre, Día Mundial Sin Alcohol, a través de diferentes plataformas online.
Anuncian que estarán disponibles por medio de Zoom, Google Met, Instagram, X (Twitter) y Facebook para compartir con personas afectadas, familiares, médicos, estudiantes y público en general que se interesen en la solución del problema.
Los que estén interesados en hablar de sus experiencias podrán encontrar los horarios, direcciones ID y contraseñas en las redes oficiales de AA Venezuela.
La comunidad que lleva 88 años ofrece el compartir experiencias mutuas para que hombres y mujeres se recuperen del alcoholismo.
Día Mundial Sin Alcohol
El 15 de noviembre se celebra el Día Mundial Sin Alcohol, después de que la OMS lo decretó como una fecha para concientizar y reflexionar sobre las consecuencias que conlleva.
“Esta comunidad se inicia cuando dos alcohólicos, un corredor de bolsa, Bill W. y un médico, el Dr. Bob, se encontraron y compartieron sus experiencias, practicando así lo que sería un método que se sigue utilizando eficazmente en los grupos de AA en más de 180 países en el mundo, y que ha recuperado a millones de alcohólicos por más de 88 años”, explicó la AA.
Estudios establecieron que del 100 % de las personas que tienen problemas con el alcohol, solo 5 % se encuentran en condición de calle. Aunque normalmente se asocia con una situación de vulnerabilidad el 95 % restante tienen una vida “normal”. Afectando física, mental y emocionalmente a quienes lo sufren.