Las averiguaciones sobre el supuesto matadero clandestino de perros ubicado a orillas de la Avenida Sucre, cerca de la entrada a Barrancas, prosigue por parte de las autoridades policiales, que a su vez tienen incluidos en la investigación a varios restaurantes y expendios de alimentos preparados, para establecer si en los mismos se vendía a clientes la carne de los canes sacrificados, bajo métodos que también deberán ser determinados.
El comisionado Amador Torres, director de la policía estadal, dijo que un trabajo de inteligencia desarrollado por efectivos de la recién creada Brigada de Protección Animal, permitió dar con el referido centro donde se mantenía una gran cantidad de perros a ser sacrificados, para luego ofrecer sus partes como carne de ovejo o de chivo.
El jefe policial dijo que ya se logró la ubicación de una persona vinculada con el caso quien admitió durante una entrevista, que la carne de perro era sacada del lugar en horas de la madrugada y que era ofrecida en restaurantes, tanto foráneos como de San Cristóbal, que la incluían en sus respectivos menús como ovejo o chivo. La identidad de esta persona se mantiene bajo reserva pues tras ser entrevista quedo en plena libertad y corresponderá al Ministerio Público tomar una determinación sobre el particular, dijo más adelante el funcionario.
Maltrato animal
Se supo por otro lado que los funcionarios de Politáchira llegaron al lugar tras una investigación sobre supuesto maltrato animal que los llevo a desplegarse por el área de Barrancas y Riveras del Torbes, donde los vecinos ya habían observado con curiosidad, la misteriosa desaparición de los perros realengos o callejeros.
Era evidente que algo estaba ocurriendo y el trabajo de los funcionarios llevo a ubicar el depósito de perros que estaba ubicado a orillas de la Avenida Antonio José de Sucre, canal norte sur frente al Centro Comercial Sambil, en terrenos considerados como de seguridad de las autopista y que habrían sido invadidos para construir una especie de casucha y los corrales donde eran mantenidos los canes. Los vecinos comentaron que en oportunidades veían en el lugar hasta ochenta perros de diferentes razas y tamaños y en otras la cifra disminuía a 20 o 30 y luego volvía a aumentar.
Por los comentarios ya se especulaba que los perros estaban siendo sacrificados para vender su carne en restaurantes y que el traslado y entrega de la misma se hacía a través de “cuñetes de pintura”.
Perro extraviado
En ningún momento se pudo conocer nombre de algún sospechoso, ya que los miembros de la comunidad expresar no conocer a las personas que solían ver en el lugar donde estaban los animales. En toda esa zona, incluyendo Las Lomas y Santa Teresa, se detectó una reducción de los perros callejeros, pero nadie llegó a pensar en una situación como la que hoy está bajo investigación.
Dijo un funcionario que a los efectos de indagar sobre el mismo terreno sobre lo que estaba ocurriendo, una funcionaria de Politáchira, vestida de civil se apersonó en el lugar con el pretexto de averiguar sobre un perrito que se le había extraviado. Tras dar las característica del mismo, no recibió información sobre el can, por lo que de inmediato se retira del lugar, abrumada por el fuente hedor a carne descompuesta que había en el lugar.
Es así como las autoridades a través de la Brigada contra el Maltrato animal irrumpen en el lugar, en horas de la tarde del pasado jueves y, se consiguen con los corrales donde eran mantenidos varios animales.
En el área de los corrales fueron encontrados restos de perros y se hacía una revisión en el terreno para tratar de establecer si existen otras osamentas caninas.
Amador Torres dijo que en el sitio se encontraron entre 35 y 40 perros que se puede decir, están en buenas condiciones, y fueron rescatados para llevarlos a otro lugar donde serán alimentados, cuidados y se les mantendrá bajo resguardo hasta tanto se logre darlos en adopción.
Sobre los negocios bajo investigación se abstuvo en suministrar detalles por cuanto se trata de proceso que se encuentra en etapa inicial y no será sino hasta el momento que se tenga mayor claridad, que se ofrecerá la información a la ciudadanía. Por el momento, lo más prudente es el silencio, a los efectos de no entorpecer el trabajo en desarrollo.
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