El senador republicano por el estado de Utah, Orrin G. Hatch, ofreció detalles de cómo EEUU logró que el Gobierno del presidente Nicolás Maduro liberara el pasado 26 de mayo al prisionero norteamericano Joshua Holt y a su esposa venezolana, Tamara Caleño, quienes permanecieron dos años detenidos en la sede del Sebin, El Helicoide, bajo la acusación de posesión de armas y espionaje.
“En situaciones como estas, el resultado es impredecible. Nadie lo supo cuándo precisamente Josh sería liberado y bajo qué circunstancias. Uno debe confiar en la fe. Al mismo tiempo, eso no es una invitación a tirar las manos al aire y renunciar a la planificación. La fe requiere acción.Con ese fin, en mi carta a Josh cité Mateo 21:21: “Si tenéis fe, y no dudas … si dijeres a este monte: Quítate, y arrójate al mar; se hará “. Y por la gracia de Dios, fuimos realmente capaces de mover montañas en el caso de Josh Holt.”, dijo Hatch en entrevista la revista Times.
El senador relató que se mantuvo trabajando con dos administraciones presidenciales de EE. UU. y manteniendo contacto con su red en Latinoamérica, específicamente con funcionarios gubernamentales de la región, en busca de pistas y ángulos que puedieran ayudarlo a asegurar la liberación de Josh y eso lo llevó al propio presidente venezolano, Nicolás Maduro.
“Era la oportunidad que todos esperábamos, y sin embargo llegó en el momento más difícil para las relaciones bilaterales de nuestros países. Maduro se estaba preparando para su elección y enfrentando un ataque de sanciones de los Estados Unidos. Aquí en el Congreso, pocos estaban preparados para darle a él cualquier consenso. Aún así, decidimos actuar”, dijo.
En este contexto, comentó que se comunicó con el senador Corker, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, y Caleb McCarry, su principal miembro de personal para América Latina, quien iría en esos meses a Venezuela a reunirse con el presidente Maduro, “así que le pedí que me llevara una carta a Maduro para pedirle la pronta liberación de Josh”, expresó.
“Ese gesto se convirtió en la apertura de una asociación única e inesperada. Fueron el presidente Maduro y yo, dos personas con diferentes prioridades, de diferentes mundos, que acordaron una conversación”.
Conversación telefónica con Maduro
El senador indicó que después de una correspondencia sustancial, el presidente Maduro y él finalmente hablaron por teléfono durante casi una hora.
“Aunque ambos hablamos a través de intérpretes, creo que nos hemos alcanzado a un nivel que trascendió la dinámica geopolítica. Hablamos como dos personas, cada una haciendo una súplica a la otra. Le dije que como hombre de palabra, podría hablar en su nombre ante el público estadounidense y los líderes estadounidenses, pero solo una vez liberó a Joshua Holt y su esposa, Tamara fueran liberados”, agregó.
Hatch destacó que una lección importante en este caso es la importancia de trabajar en equipo y junto a la familia, y el segundo fue el de escuchar a todas las voces. “Negociar la liberación de Josh nos obligó a buscar un terreno común donde inicialmente parecía que no se podía encontrar ninguno. De hecho, fue la determinación, por ambas partes, de comunicarse incluso cuando todas las partes, tanto en los escenarios estadounidenses como venezolanos”
Good news about the release of the American hostage from Venezuela. Should be landing in D.C. this evening and be in the White House, with his family, at about 7:00 P.M. The great people of Utah will be very happy!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) May 26, 2018
“Las palabras no pueden describir lo que pasó por mi mente cuando le dije a Laurie Holt que su hijo, Josh, estaría regresando a casa. Llegó después de dos años de encarcelamiento en Venezuela, dos años durante los cuales, junto con un pequeño equipo que trabajó incansablemente en el caso de Josh, sentí solo una pequeña parte del dolor inimaginable experimentado por la familia Holt (…) es apropiado reflexionar sobre los pasos que tomó este pequeño equipo, las lecciones que aprendimos en el camino y cómo podría ser el futuro curso diplomático”, dijo.
Resaltó que “este viaje se trata finalmente de rescatar a un hombre, su esposa y su hijo. Pero también puede ser una lección de cómo nuestro liderazgo podría construir una vía de avance no solo a través de la situación actual en América Latina, sino también en muchas áreas del mundo, desde Europa hasta la Península Coreana, donde poder escuchar y tener el la correcta comprensión de la fe nunca ha sido más urgente.