Violentaron los barrotes de seguridad del área donde permanecían resguardados. La policía científica logró recapturar a dos de ellos ocho horas después
Las ganas de probar la «libertad» pudo más que el cansancio de funcionarios en la delegación estatal del Zulia de la Policía científica. Un trío de delincuentes midió los tiempos a los detectives. Estos fueron vencidos por el sueño. Los reos aprovecharon y se escaparon por una ventana del edificio. Horas más tarde atraparon a dos.
La madrugada de ayer los policías de turno se descuidaron. Los presos violentaron los barrotes de seguridad del área donde permanecían resguardados. Con instrumentos rudimentarios lograron «palanquear» una puerta y por una ventana salieron. «Los más delgados lograron salir. Tres consiguieron un respiro de libertad forzada». Explicó una fuente policial, que la juventud de los reos le permitió correr y alejarse del despacho. Los funcionarios despertaron una hora más tarde. Las alarmas y los mecanismos de búsqueda se activaron.
El grupo de policías responsable del hecho quedó retenido preventivamente. Los jefes coordinaron a las mejores brigadas de sabuesos para dar con la guarida del trío hamponil. Ocho horas más tarde los detectives consiguieron a los solicitados. Llegaron sigilosamente en varias camionetas para no ser detectados, pero el operativo no sirvió de mucho. Los delincuentes estaban armados y esperando a que llegara la Policía. Dos forajidos dispararon sus armas contra las comisiones. Mientras los detectives tomaron posiciones de defensa, el tercero de los perseguidos despojó a un ciudadano de su motocicleta y disparando abrió fuego contra los uniformados y escapó.
Los funcionarios lograron aprehender a dos y al compinche que les prestó la vivienda para esconderse. Este último se identificó y el método del Viceministerio del Sistema Integrado de Policía (Visipol) arrojó que estaba solicitado por Homicidio Agravado y quedó también detenido. El policía dijo que las comisiones quedaron en el lugar para recabar mayor información y dar con el paradero del tercer maleante.
La Verdad.