En una ceremonia conmovedora, Javier García Marín, el hijo mayor del gobernador Jorge Luis García Carneiro y su esposa María Marín de García, llevó al altar a su novia Emely, próspera comerciante de Maiquetía, con quien tenía varios años de noviazgo.
Las exclusivas áreas de la marina del Hotel Playa Grande Caribe fue el escenario escogido por los contrayentes para realizar su unión, en presencia de más de cuatrocientos invitados, donde políticos y empresarios ligados al gobierno regional de Vargas se dieron cita el pasado viernes 29 de julio a celebrar la imponente boda.
El evento fue ejemplo de la prosperidad que impera en la otrora austera familia García Marín. Los contrayentes se casaron por civil y por la iglesia, ofreciendo a sus invitados unos deliciosos canapés donde los frutos del mar fueron la norma. El mero ahumado, las ostras y las quiguas, placeres del paladar cada vez más difícil de degustar, fueron muy bien recibidos por los presentes, que acompañaron la degustación marina con champagne Veuve Clicquot.
No podían faltar los consabidos tequeños, en esta particular ocasión con queso ahumado especialmente traído para la ocasión por los organizadores de la gobernación, que una vez más demostraron su capacidad de trabajo para brindarle al gobernador Carneiro sus servicios en todas sus actividades, inclusive las familiares. La Gobernación dispuso, de hecho, de la tarima y el sonido con el cual la música en vivo hizo bailar a los invitados.
La langosta le encantó al general, mientras la primera dama se dedicó más al ceviche de botuto (pez en peligro de extinción, cuya venta está prohibida pero que, quien lo duda, la ocasión ameritaba una pequeña violación de la norma). El Buchannan’s 18 años fue el whisky escogido por el gobernador para brindar por el enlace de su hijo, próspero contratista de obras públicas.
Fuentes de la gobernación se encargaron de indicar que la fiesta fue presupuestada para 200 personas, pero el poder de convocatoria del gobernador es tal que los asistentes fueron más del doble de lo estimado, razón por la cual muchos se quedaron sin comer tequeños y sin probar el botuto. Entre los que sí lograron comer, estuvo el empresario del sector asegurador Tobías Carrero, a la sazón dueño del hotel.
Los escoltas, que eran tantos como para hacer otra fiesta, se consolaron solo viendo pasar los tequeños.
Cuestionados por el gasto que debe haber significado semejante condumio en tiempos de crisis económica, la fuente se limitó a puntualizar que el matrimonio y la fiesta “solo costaron alrededor de cien mil dólares, casi nada si se compara con eventos parecidos realizados por otras personas”.
El Varguense hace votos por un matrimonio lleno de dicha y prosperidad a los nuevos esposos, que muy seguramente seguirán al menos en su futuro inmediato, siendo una notable excepción a los momentos de crisis que al resto de la región le toca vivir.
Pero no hablemos de cosas tristes ¡Qué vivan los novios!
EL DATO: CCNoticias investigó cuántos bolívares cuesta la botella del champagne Veuve Clicquot, la bebida que acompañó la fastuosa boda “socialista” del hijo de gobernador chavista García Carneiro, pero debido a la crisis y a la escasez de dólares para importar el costoso licor, no se consigue en los expendios criollos. No obstante, como referencia se anexa cómo es vendida en España: 38,50 euros, equivalentes a unos 43.612 bolívares, el doble del salario mínimo vigente a partir del primero de octubre; y equivalente al cestatickets “socialista”….
| Con información de: El Varguense