Schémel: «El gran adversario del Gobierno no es la oposición, es el descontento»

Oscar Shemel

El presidente de Hinterlaces, Oscar Schémel, durante una entrevista en junio de 2015 ofreció su visión para el medio El Panorama sobre los escenarios que vislumbran en el país, marcados en esencia por el nacimiento de un «centro político» que está surgiendo por el desplazamiento de oficialistas y opositores moderados.

 

-¿Cuáles son los signos de ese proceso de «despolarización» del país?

– El punto de partida es la crisis económica. (…) Con la caída del bienestar, los sectores moderados de bando y bando, desradicalizados o no extremistas se están moviendo hacia el centro político. No quiere decir que se están moviendo hacia una posición de independencia, o ni ni; siguen manteniendo su visión, lo único es que están entrando al centro político, es decir, un espacio de tolerancia y de creación de síntesis. Los oficialistas comienzan a entender que el Estado solo no puede y los opositores, que la empresa privada sola tampoco puede. (…) Entonces la revolución bolivariana está entrando en una nueva etapa, tiene que reimpulsar el modelo y renovar el lenguaje.

-¿Cómo podría ser ese reimpulso? ¿Tiene que ver con tomar medidas?

– Hoy lo que más cohesiona y une a los venezolanos son los temas económicos. La revolución bolivariana tiene hoy la oportunidad de ampliar la base social de apoyo político y electoral con las clases medias populares, con estos sectores medios para quienes la visión económica es una clave; es una razón para tomar decisiones políticas y electorales. Ellos van a votar en función, principalmente, del desempeño económico y la visión económica que tenga el Gobierno del presidente Maduro.

-Usted sostiene que «la política es una lucha simbólica y una batalla lingüística». ¿Oficialismo y oposición usan un lenguaje adecuado?

– La oposición siempre ha subestimado el papel de la comunicación; el crucial, estratégico poder del mensaje. La oposición nunca ha tenido un mensaje, ni una propuesta, nunca ha construido una identidad propia. (…) El gran adversario del Gobierno no es la oposición, es el descontento. Que tiene que ver con una percepción negativa del desempeño económico.

-¿Y el lenguaje en el chavismo?

– Después de la muerte de Chávez, la atención de la sociedad se concentró en la economía. (…) El chavismo tiene la gran oportunidad de construir un nuevo bloque histórico, no solamente con los pobres sino con las clases medias populares, con los sectores privados, productivos para relanzar la economía bajo un modelo económico mixto productivo, no parasitario y no rentista, donde hay consensos: el 75% de los venezolanos respalda un modelo económico mixto, con presencia de diversas formas de propiedad y de gestión (…).

-¿Cómo percibe la gente que no haya fecha de las parlamentarias?

– Ocho de cada diez venezolanos les importa más la economía que la política. La gente no está buscando culpables, está buscando respuestas y soluciones. El tema de las fechas de la contienda electoral le interesa es a las clases medias (…) y a los líderes de la oposición que no tienen otra agenda porque están desconectados de las verdaderas expectativas y demandas de la población.

-¿Hay condiciones para que el Gobierno anuncie medidas económicas?

-Están dadas todas las condiciones para un relanzamiento o un reimpulso, como diría el comandante Chávez (…) los chavistas y los sectores populares entienden que no puede haber continuidad, que lo que tiene que haber es desarrollo, evolución (…). Y que la imagen que los venezolanos demandan del presidente Maduro es la de un líder ejecutor, no la de un líder carismático, sino de alguien que hace realidad las palabras del comandante Chávez.

-¿No siente que se ha perdido mucho tiempo para comunicarlas?

– Sí, desde que ganó (hubo oportunidad), incluso después de ganar las (elecciones) municipales hubo una gran oportunidad; ahorita, después de haber aumentado su respaldo popular y social en la lucha contra el decreto Obama, y aún así tiene oportunidades todavía porque no hay alternativa. El presidente Maduro es el único referente, todo el mundo está pendiente de lo que haga o deje de hacer, (…) hay consenso nacional alrededor de muchas medidas como el precio de la gasolina, el ajuste de precios razonable y más bien los venezolanos están esperando son respuestas y soluciones, no están buscando un culpable (…).

-No tomar medidas en el corto plazo, ¿qué significa?

– En el corto plazo, una pérdida de la base social de apoyo (…) y el otro riesgo es una severa derrota electoral.

-¿Quién crece más? ¿El chavismo, la oposición o los ni ni?

– Los ni ni. El centro son los que están creciendo más, no en el sentido de los ni ni como se pensaba: que no son ni chavistas ni opositores, estos desplazamientos de los chavistas moderados y de los opositores no tiene nada que ver con la renuncia a sus valores y principios, tiene que ver con que se están reencontrando unos espacios de tolerancia, de consenso.

-¿Se puede ser optimista en el país?

– Absolutamente. Este es un país «inquebrantable» (…) un país que incluso, a pesar de la crisis económica, todavía vive en paz social y hay estabilidad política.

Con información de El Panorama