Rafael Ramírez define como una “victoria moral y política” la continuidad del país en el Consejo de DD HH de la ONU, “resistiendo todo tipo de presiones”.
Vía telefónica, desde la “helada Nueva York”, el representante venezolano ante el corazón del poder político mundial, el Consejo de Seguridad de la ONU, califica de “inútiles e ilegales” las sanciones unilaterales de EE UU contra Venezuela.
Difícil no hablar del tema de petrolero a la hora de entrevistarle, especialmente en el contexto del precio actual. “Esta es una operación montada contra Rusia, Irak y Venezuela. Se pretende que por la vía de estrangular los ingresos económicos nuestros países se vean en problemas”.
— ¿Qué significado tiene para el país la reelección de Venezuela en el Consejo de DD HH de la ONU?
— Es una victoria moral y política de todo el país. Hemos estado sujetos a una tremenda campaña contra el país, contra nuestras instituciones, contra nuestro Gobierno, contra nuestras leyes utilizaron el tema de los DD HH como elemento fundamental de ataque hacia nuestras instituciones buscando desestabilizar a la nación. Venezuela está bajo una fuerte ofensiva para desestabilizarla política, social y económicamente, pero no lo han podido hacer y dudo que lo hagan porque el pueblo chavista está firmemente comprometido con la revolución.
(…) Nuestro país aún no está consciente y hago un llamado para que todo el pueblo venezolano esté alerta porque los más poderosos intereses pretenden derrotar a nuestra revolución y retrotraernos a la etapa política en que ellos tenían sus privilegios (…) Han buscado atacar a los dirigentes de la revolución, todo lo que se ha dicho de Diosdado Cabello, las cosas que han dicho contra mí y nuestra gestión en Pdvsa, todo eso tiene que ver con crear una matriz de deslegitimar nuestro Gobierno atacando a quienes estuvimos mucho tiempo al lado del presidente Chávez y hemos tenido tan alta responsabilidad en la conducción del Estado.
Somos miembros del Consejo de Seguridad y del Consejo de Derechos Humanos (…) hace dos años notificamos la necesidad de reelección, cada región del planeta tiene puestos proporcionales para estar representados en el Consejo, pues bien, América Latina y el Caribe ya había acordado los candidatos para los tres puestos, estábamos, Ecuador, Panamá y Venezuela, con apenas unas tres semanas de anticipación se postula un país, no lo quiero mencionar, una candidatura extemporánea, fuera del consenso de la región intentando restarnos votos, sobre todo, a Venezuela, pero no, sorteamos una deliberada acción para quebrantar la unidad de América Latina y el Caribe y la respuesta de la región fue contundentemente unánime a favor de los candidatos que ya estaban postulados (…)
— Más allá de lo sucedido en esta votación, ¿a qué escenarios de presión se enfrenta Venezuela en la ONU?
— La acción contra nosotros se dirige a aislarnos, es decir, han querido aislarnos de la comunidad internacional, pero los intentos han fracasado, y lo podemos medir en dos situaciones concretas, hace un año intentaron ir contra nuestra candidatura al Consejo de Seguridad, pero obtuvimos una de las votaciones más altas, 184 votos y estamos ahí con nuestra voz, ahora nos tienen que escuchar todos los días, lejos de aislarnos, ahora tenemos un mayor protagonismo y participación. La otra ocasión se dio ahora, en esta última votación, por cierto, el día previo a la escogencia, estuvieron varios de los espantadores de la comarca, trataron de hacer un show en Nueva York contra Venezuela, unas ONG, cuyo origen y legitimidad es dudoso, lo intentaron, pero otras ONG les respondieron apoyándonos, intentaron de todo, querían medir cuánto nos había aislado en el tema de los DD HH, pero al contrario, fuimos votados a favor y estamos en los dos órganos más importantes de la ONU, el Consejo de Seguridad (Nueva York) y el Consejo de DD HH (en Ginebra).
— ¿Cuántos días a la semana y qué tan difícil es nadar contra la corriente en el Consejo de Seguridad?
— Todos los minutos, de todos los días. En el Consejo de Seguridad llevamos más de 460 reuniones, eso significa que nos reunimos dos o tres veces al día acá, son sesiones públicas, algunas de ellas; aunque las más peligrosas son las sesiones cerradas, increíblemente no hay registro de nada de lo que se diga, sino la posición de cada país y, por supuesto, es donde vienen las maniobras más agresivas contra los países, hemos levantado la voz en todos los ambientes, muchas veces bloquean lo que decimos acá (…).
— Con casi un año ya en el Consejo de Seguridad, ¿cuál ha sido el episodio más duro que le ha tocado?
— Defender la paz en Siria. Venezuela ha sido uno de los elementos fundamentales para evitar una abierta intervención en Siria, querían repetir un episodio como el de Libia y mira los resultados de Libia, ahí derrocaron a Moamar Al Gadaffi, lo asesinaron, y ahorita Libia es un desastre, lamentablemente.
También hemos defendido a los inmigrantes, son cientos de miles de africanos que cruzan toda África y se lanzan al Mediterráneo, además de millones de iraquíes y sirios que tratan de llegar a Europa a quienes no pueden tratar como un problema militar, en ese sentido, hemos tenido dos votaciones muy importantes aquí y nos hemos quedado solos, pero levantamos nuestra voz denunciándolos y contribuyendo, políticamente, a que las agresiones contra estos países se paren o se retarden.
— ¿Cuando menos no le ha parecido tibia la respuesta de la comunidad internacional y las grandes potencias en temas como el de Isis?
— Ese problema lo hemos denunciado también, Isis surge como una expresión totalitaria de una de las fracciones que han promovido para derrocar gobiernos, planteamos que debería prohibirse el financiamiento de grupos extremistas como Isis, que reciben mucho dinero y armas. Para derrocar a Gadaffi crearon esos grupos, como en el pasado para derrotar a los rusos crearon, en Afganistán, a Al Qaeda, son entidades que tienen capacidades militares más importantes, incluso, que otros estados constituidos, el fenómeno de Isis es producto de la desestabilización que han metido en Irak, en Siria y en Libia, ahí está el resultado de esa injerencia salvaje, las capitales de los que intervienen esos países no les importa porque quienes están poniendo los muertos y sufriendo la barbarie del terrorismo son los países árabes, es un problema muy severo, pero tiene su origen en que alguien los estimuló, los armó y los promocionó (…)
— ¿La votación de esta semana de la plenaria de la ONU sobre el bloqueo en Cuba pudo ser la última, cree usted que hay ambiente para que el año que viene se levante?
— Eso es lo que esperamos. Esta votación fue algo histórico, apenas dos países: EE UU e Israel, votaron en contra de la resolución, todos los países votaron a favor de levantar el bloqueo, de manera que Cuba tiene la victoria política en este tema.
Fue contradictorio escuchar aquí al presidente Obama pedir que cesara el bloqueo, es increíble, es un mar de contradicciones de la administración estadounidense, porque está en manos de ellos eliminar el bloqueo, como dijo el canciller Bruno Rodríguez ( de Cuba) en su intervención, el Ejecutivo norteamericano puede hacer mucho más para levantar el bloqueo, pero han estado más interesados en hacer propaganda en el mejoramiento de las relaciones con Cuba, pero en la forma efectiva de terminar el bloqueo no ha pasado nada, están dadas las condiciones políticas para que eso suceda, pero el congreso y el Gobierno norteamericano no actúan con lógica política.
Qué sentido tiene, si el mejoramiento de las relaciones entre Cuba y EE UU es una señal política en la región que, en paralelo, impongan sanciones contra Venezuela y nos coloquen a nosotros una espada de Damocles que cualquier Gobierno más extremista en el futuro podría activar contra nuestro país.
— El presidente Maduro anunció que demandará a nivel tribunalicio en EE UU el decreto Obama, ¿Cuál es la estrategia que acompañará esa decisión en instancias como la ONU?
— En la ONU hemos sido muy activos denunciando las sanciones unilaterales, no solo como un método ineficaz, sino que es absolutamente ilegal (…) Pretenden erigirse como los grandes jueces y señores en el mundo, seguiremos denunciando y promoviendo resoluciones en contra de este método.
— Thomas Shannon, una pieza comunicante importante entre Venezuela y EE UU, se mostró partidario de más sanciones…
— (…) Definitivamente, eso está activado y es inadmisible que se pretenda tener a nuestro país frente a un chantaje (…) No podemos depender de la buena voluntad o no del señor Shannon o de cualquier autoridad norteamericana para chantajearnos con sanciones o no, esto es inaceptable.
— No se puede perder la oportunidad de preguntarle sobre el petróleo, dada su experiencia, ¿de qué depende y para cuándo cree usted que se produzca un rebote en los precios del petróleo?
— (…) Lo que está demostrando la actual situación es que si no hay un acuerdo entre los países productores de petróleo seguirá subvalorado, lo que estamos viendo es una falta de acuerdo entre los países productores, no es el petróleo de esquisto, no es la aparición de este fenómeno, porque eso se habría compensado con la caída abrupta de la producción en Libia o Irán por las sanciones norteamericanas (…) es fundamental que los países productores intervengamos en los mercados que no pueden actuar solos, debe ser coordinado y administrada la rata de producción para defender el precio.
Te pongo un ejemplo, en agosto del 2008 teníamos 140 dólares por barril y explicábamos al mundo que eso era parte de una burbuja especulativa y que corríamos el riesgo de que cuando eso ocurriera colapsaran los precios y eso fue lo que sucedió, vino la crisis económica en EE UU, cayeron los precios, nuestra cesta cayó de $140 a $35 y nos declaramos en emergencia y en el seno de la Opep había el consenso de que eso no era bueno para nadie, hicimos una reunión en la Opep, en Argelia, y recortamos 4,6 millones de barriles, eso fue muy criticado en Venezuela (…) Pero, en menos de un año recuperamos el precios de $35 a $100 (…)
— ¿Por qué hay tanta indisciplina en el seno de la Opep?
— No la hay. Una llave de producción es difícil abrirla y cerrarla, hay estados que han creado capacidades de producción excedentarias y han utilizado el petróleo como factor geopolítico en confrontaciones contra otros países productores pero, obviamente, esta es una operación montada contra Rusia, Irak y Venezuela se pretende que por la vía de estrangular los ingresos económicos nuestros países se vean en problemas, hay que insistir en tener algún acuerdo mínimo.
— ¿Las bandas funcionarían?
— Sí, aunque ahorita más que buscar un piso y un techo, tenemos que construir el piso que necesitamos.
— ¿Y los no Opep, también han subido producción?
— Es una convocatoria para los Opep y los no Opep, tenemos que controlar y regular los precios del petróleo fue el gran éxito del presidente Chávez al convocar a la cumbre de jefes de Estado de la Opep del 2000.
— ¿Maduro está montado en esa idea, usted cree que sea factible?
— Eso hay que construirlo y se está tratando de hacer, los jefes de Estado intervendrían ante una situación eminentemente política (…) no es verdad que el mercado solo se va a ajustar porque detrás de esta situación de precios están las transnacionales que tienen el problema de que no tienen reservas, entonces están utilizando esta situación para posesionarse en las reservas de los países, por eso tenemos que cuidar muchísimo nuestra Faja del Orinoco, incluso, Maracaibo, luego de 100 años de explotación tenemos más de 30 mil millones de barriles, eso es mucho petróleo. Tenemos que insistir en que los jefes de Estado y de Gobierno se reúnan y se pongan de acuerdo.
— ¿Cuál es su posición en relación con la denuncia que hizo The Wall Street Journal contra usted?
— Acá en Nueva York dije que no iba a declarar más sobre este tema, pero ustedes son PANORAMA, y repito, está claro que esta es una cantidad de infamia y falsedades que pretende dirigir contra mí, pero que están orientadas contra el presidente Chávez, contra nuestra industria petrolera, estos ataques son contra nuestro modelo lo que les preocupa es que hayamos recuperado el control de nuestra industria petrolera, nuestra postura ha tenido muchos enemigos, muy fuertes y, además, lo que más les preocupa es la distribución que hicimos de esos recursos, transformamos a nuestra industria en una empresa nacional, abandonamos la visión transnacional y recuperamos el ingreso para nuestro país (…) Ahora, nosotros somos la cara más visible de la política petrolera del presidente Chávez y por eso el odio es grande (…) En ese sentido estoy tranquilo.
— ¿Tiene prevista alguna acción legal contra ese medio?
— Eso es algo siempre en evaluación (…) Si demandara a la gente que ha dicho barbaridades contra mí, contra mi familia, contra mi reputación, que es lo más importante que un hombre tiene, tendría 10 mil demandas, mi respuesta ante esto es seguir aquí, en Naciones Unidas defendiendo a la figura del presidente Chávez (…) Es un capítulo más de la historia de infamia contra nosotros.
Heilet Morales/Panorama