Colombia informó este miércoles la «presunta muerte» en el estado Zulia, Venezuela, de alias Gentil Duarte, jefe de la mayor disidencia de las FARC y uno de los altos mandos que retomó las armas tras la firma del acuerdo de paz, en un enfrentamiento con otro grupo de excombatientes en la frontera.
«Información de inteligencia de Colombia revela la presunta muerte de alias Gentil Duarte en el estado de Zulia en Venezuela por un enfrentamiento entre… grupos narcotraficantes y terroristas», dijo el ministro colombiano de Defensa, Diego Molano, en una declaración a los medios.
Miguel Botache Santanilla, conocido como Gentil Duarte, era un curtido combatiente con más de 30 años de experiencia en la guerra. Se convirtió en un poderoso jefe de las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia luego de ser el primer mando de la antigua guerrilla que después de desmovilizarse incumplió sus compromisos y retomó las armas a mediados de 2016.
Gentil Duarte, de 58 años de edad, ingresó a las FARC a través del Frente 14, desde donde «comenzó su carrera criminal» de más de tres décadas, informó el centro de investigación del crimen organizado InSight Crime.
Por su cercanía a Alfonso Cano y al Mono Jojoy, Duarte formó parte del Estado Mayor del Bloque Oriental de las FARC en 2009.
Sin embargo, con la muerte de Alfonso Cano en 2011 y la del Mono Jojoy en 2010, Gentil Duarte se convirtió en uno de los objetivos principales de las Fuerzas Armadas.
En 2012 inició la fase pública de las conversaciones de paz entre las FARC y el gobierno de Colombia en Cuba, y allí logró ganar importancia como negociador.
En 2015 pasó a integrar el Estado Mayor Central de las FARC y estuvo en la X conferencia guerrillera en 2016, donde apoyó el proceso de paz.
Después de esa conferencia se convirtió en el primer jefe guerrillero disidente del proceso de paz, lo que le había permitido acumular el poder suficiente para ser el principal líder de los grupos que decidieron retomar las armas.
Control del narcotráfico
Las disidencias de las FARC libran una lucha a muerte por lograr el control de la lucrativa cadena del narcotráfico, que arranca con los cultivos de coca y termina cuando los alijos de droga llegan a destinos internacionales o son comprados por carteles de narcotráfico de otros países, principalmente los mexicanos.
Por eso, el ministro Molano dijo este miércoles que la muerte de Gentil Duarte se debe a «un enfrentamiento entre ellos mismos, entre esos grupos narcotraficantes y terroristas».
Según información recabada por el gobierno de Colombia, la confrontación fue entre el Frente 33, liderado por Alonso Veloza García, alias John Mechas, que cobijaba a Gentil Duarte, y la «Segunda Marquetalia», comandada por Luciano Marín, alias Iván Márquez, el otro gran grupo disidente que se salió del acuerdo de paz.
De acuerdo con medios colombianos el jefe guerrillero muerto estaba en un campamento en compañía de una mujer menor de edad, a quien identifican con el alias de Salomé.
Ellos estaban protegidos por al menos 40 guerrilleros pero el campamento fue infiltrado y lo hicieron explotar, indicaron esas versiones.
Según un informe publicado en abril por la Fundación Paz y Reconciliación, la disidencia de Gentil Duarte es el tercer grupo criminal en tamaño de Colombia y tiene presencia en 119 municipios, mientras que la «Segunda Marquetalia» opera en 61 municipios.
Organismos de inteligencia colombianos sostienen que los autores del ataque al campamento de Gentil Duarte están relacionados con la confrontación a tres bandas desatada en Venezuela entre ese grupo, la «Segunda Marquetalia» y el ELN por el control del narcotráfico, la minería ilegal y otras rentas ilegales.
Los enfrentamientos se dan a los dos lados de la frontera y en Colombia las autoridades combaten a estos tres grupos, mientras que en Venezuela tienen, según el Gobierno colombiano, protección del gobierno de Nicolás Maduro. EFE
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