Pacientes trasplantados deben gastar alrededor de US$600 mensuales en medicamentos

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Reymer Villamizar, director y fundador de la organización sin fines de lucro «Amigos Trasplantados», dijo que el año pasado se realizó presión para la reactivación de los trasplantes, pero aún no ha habido respuesta.

Destacó tras cumplirse 5 años de la suspensión del Sistema de Procura de Órganos y Tejidos que se han convocado a algunas intervenciones quirúrgicas, «pero los pacientes debían llevar absolutamente todos los insumos».

Aseguró que no hay cifras oficiales de los trasplantes, «a veces se encuentra información por medio de personas que están en la unidades de diálisis, lo que sí sabemos es que cada día las personas se están complicando más».

«La condición de las unidades diálisis siguen en decadencia, hoy día trabajan a un 60% de su capacidad, motivado a la falta de personal, de agua y la mala infraestructura», puntualizó

Se estima que durante el 2021, se cerraron 128 unidades de diálisis operativas, mientras que en años anteriores, Venezuela llegó a tener 350 unidades de diálisis operativas.

Reymer Villamizar manifestó en un programa en Radio Fe y Alegría que los pacientes trasplantados «deben gastar alrededor de 600 dólares en medicamentos» para tomar su tratamiento.

– Han muerto 1.200 venezolanos –

La donación de órganos procedentes de personas fallecidas está paralizada en Venezuela desde hace cinco años, durante los cuales 1.200 personas dejaron de recibir una aportación que les habría permitido mantener su esperanza de vida, según cálculos de la Organización Nacional de Trasplantes (ONTV).

Esta organización independiente hace la estimación considerando que en años como 2012 o 2013, cuando estaba en marcha y en sus manos el Sistema de Procura de Órganos y Tejidos (Spot), se practicaban alrededor de 400 trasplantes anuales entre donantes fallecidos y de vivo a vivo.

Pero en 2014, el Estado entregó lo relacionado con el Spot a una institución dependiente del Ministerio de Salud llamada Fundavene, que en junio de 2017 anunció una suspensión temporal y hoy, cinco años después, permanece desactivada.

La encargada de Relaciones Institucionales de la ONTV, Lucila Cárdenas, explicó a EFE que se trata de una paralización que impide a los pacientes optar a alguna donación y que también imposibilita a los donantes voluntarios ayudar.

«Hay muchas vidas que se han perdido. Estadísticamente hablando (…) se pudiera hablar de que hay un aproximado de entre 1.100 y 1.200 personas que se habrían podido beneficiar de un trasplante de órganos que no ha ocurrido, y de estos el 10% serían niños», aseveró Cárdenas.