El constituyente chavista Óscar Schémel pidió este domingo a Nicolás Maduro no demorar más las decisiones económicas y le pidió tomar como modelos a China, Rusia y hasta Bielorusia y Cuba, con su nueva Constitución.
Así lo dijo en el programa dominical del exvicepresidente chavista José Vicente Rangel por Televen.
“La política económica es el talón de Aquiles, que debilita la defensa y protección de nuestra nacionalidad y nuestra independencia. El presidente Nicolás Maduro debe entenderlo de una vez por todas que ahí está la gran debilidad de la revolución. Y que necesita acciones inmediatas, urgente, en el terreno de la política económica para superar los problemas de hiperinflación y desabastecimiento, producción y crecimiento económico del país. Yo creo que ya está bueno. Hay que tomar cartas en el asunto. No pueden demorar más las decisiones definitivas y contundentes… en el campo económico”.
Y siguió: “El Presidente debe ya… revisar las experiencias exitosas en modelos económicos alternativos como las que nos presenta China, Rusia, Vietnam, Bielorusia, Bolivia; Nicaragua, en alguna medida; Cuba con la nueva Constitución. Yo creo que es importante que el Presidente deje de escuchar cuentos, debe diferenciar entre los principios y los dogmas, debe diferenciar entre los eficientes y los mentirosos, para poder definir ya, claramente, una política económica que nos saque de la crisis, que es, repito, el talón de Aquiles de la revolución, y sobre esa circunstancia es que se está levantando y puede tener éxito esta estrategia insurreccional contra su Gobierno, contra el Estado y contra el país”.
Schémel también se refirió a los elementos que – en su opinión – constituyen dicha “estrategia insurreccional de la oposición”.
“Es muy grave lo que está sucediendo. Los venezolanos deben estar alerta a los factores claves de esta estrategia insurreccional. ¿Cuáles son?”
“Agudizar la crisis económica. Fomentar la ingobernabilidad. Crear un clima de inestabilidad. Generar una atmósfera de neurotización de la sociedad venezolana. Establecer una especie de doble poder o Estado paralelo. Fracturar a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Mezclar manifestaciones pacíficas que sirvan de fachada para justificar luego las acciones violentas que hoy no están ni siquiera en manos de los ciudadanos. Las manifestaciones violentas, como hemos investigado y tenemos claramente identificadas, forman parte de una coalición coyuntural entre el paramilitarismo y la delincuencia mercenaria…los vecinos nos hablan que son los delincuentes, los malandros, el malandraje que se anida en algunos barrios populares que salen en las noches a crear zozobra, intranquilidad…”
“Y bien pagados, por cierto”, acotó JVR, pero Schémel continuó: “Este clima de angustia, de neurosos, también crea condiciones favorables a una injerencia internacional”.