Este miércoles, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, entregó la Orden Libertadores y Libertadoras de Venezuela, en su Primera Clase, a Álvaro José Silva Calderón, quien se desempeñara como secretario General de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) entre 2002 y 2003.
Durante la ceremonia de condecoración, realizada en el Palacio de Miraflores, ubicado en Caracas, consideró a Silva Calderón como “leyenda viviente de la lucha por la soberanía energética de nuestros pueblos”.
“Hoy condecorado con la Orden Libertadores y Libertadoras de Venezuela de manera honrosa, merecida. El doctor Álvaro Silva Calderón es uno de los baluartes del pensamiento económico y petrolero de Venezuela, alumno directo de Juan Pablo Pérez Alfonzo, hermano del alma de Alí Rodríguez Araque y compañero de lucha de nuestro Comandante Hugo Chávez”, destacó.
Detalló que Silva Calderón fue testigo de la creación de la OPEP, viéndola “crecer y desenvolverse en todas las coyunturas de los años 60, 70, 80, 90”.
Silva Calderón nació en Teresén, estado Monagas, el 9 de junio de 1929. Abogado y político venezolano, fue miembro de la comisión consultiva del Ministerio de Minas e Hidrocarburos durante la gestión de Juan Pablo Pérez Alfonzo (fundador de la OPEP) en 1959.
Entre 2000 – 2002, se desempeñó como Ministro de Energía y Minas, así como también ejerció competencias como Director Externo de la Junta directiva de Petróleos de Venezuela.
De la igual manera, fue Presidente de la Asamblea Legislativa del estado Monagas en 1965; miembro del Consejo Directivo y Administrativo del Instituto Nacional de Canalizaciones (1968); miembro del Consejo Nacional de la Energía (1995); y Viceministro de Minas del Ministerio de Energía y Minas (2000).
Para 2002 ocupó la secretaría General de la OPEP, para completar el periodo de tres años del ex ministro Alí Rodríguez Araque.
La OPEP es un mecanismo que busca defender y mantener el equilibrio del mercado petrolero, asimismo Venezuela ha reiterado su compromiso y la fortaleza del diálogo, además del intercambio energético global para estabilizar la oferta post pandemia.