El dirigente político, Enrique Ochoa Antich, exigió a los líderes de los partidos Acción Democrática (AD), Henry Ramos Allup, y de Un Nuevo Tiempo (UNT), Manuel Rosales, a no guardar silencio ante los llamamientos de “guerra civil” por parte del presidente de la Asamblea Nacional (AN) en desacato, Juan Guaidó. A fin de evitar la intervención militar y propiciar que la AN inicie un diálogo con el Ejecutivo Nacional.
“¿Pueden dos partidos como AD y UNT guardar silencio ante los indignos y repugnantes llamamientos del presidente de la AN a la guerra civil y a la intervención militar extranjera?”, escribió el dirigente en su cuenta @eochoa_antich, mediante la cual difundió la Carta Pública.
La misiva, fechada el 31 de marzo, demanda a los diputados para que el parlamento evalúe, revise y rectifique, urgentemente, la “ruta propuesta en el mal llamado Estatuto para la transición”.
“Nuestra convicción es que, planteada como está, esa ruta difícilmente logrará el cambio político (…) sin violencia y sin comprometer nuestra soberanía”, expuso Antich.
Denunció que Guaidó sólo plantea violencia y muerte al declarar que nadie le teme a una guerra civil, y que invocará en forma temeraria el mal interpretado artículo constitucional 187, numeral 11, para activar una intervención militar extranjera que nadie desea y hay que evitar.
“No sé por quién habla el presidente de la AN, pero estoy seguro de que la clamorosa mayoría del país sí teme a una guerra civil”, aseguró en la carta.
No puede tolerarse la inmadurez opositora
“¿Sabrá este señor lo que está diciendo? ¿Puede tolerarse tanta inmadurez en la dirección de hecho de la oposición? Los venezolanos queremos que Maduro se vaya ayer, pero el cómo nos importa. ¿Puede pretender confundirse aviesamente lo que es la presencia de una “misión militar extranjera” con la intervención de un ejército extranjero? ¿Creerán quienes proponen la activación del artículo 187, numeral 11, de la Constitución que los venezolanos somos estúpidos?”, reclamó.
“Y me pregunto por ustedes: ¿Pueden dos partidos como Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo, de estirpe antiImperialista, compartir o contemporizar con esa infamante conducta? ¿Pueden guardar silencio ante los indignos y repugnantes llamamientos del presidente de la AN a la guerra civil y a la intervención militar extranjera? Son preguntas que en lo personal me hago, conociendo como conozco sus convicciones socialdemócratas y nacionalistas. Nunca es bueno dejar de percibir la frontera que existe entre el sentido de la oportunidad y el oportunismo ramplón y degradante”, agregó.
Finalmente, después de otras consideraciones de tipo partidista e ideológica, Antich exigió que se realicen dos grandes actuaciones:
La necesidad de establecer un escenario de diálogo y negociación entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo.
Rechazar de modo formal, mediante acuerdo especial a los efectos, la reiterada propuesta y amenaza (en particular de los EEUU) de provocar una intervención militar extranjera.
“Resulta inaceptable, indignante, antipatriótico, que incluso otros gobiernos repulsen esa deplorable hipótesis y la AN no lo haya hecho. En el campo opositor, plural y diverso por naturaleza, debe trazarse a este respecto una línea divisoria muy clara. No hacerlo equivale a aceptar esa hipótesis como una posibilidad real, lo que constituye un acto de traición a la patria en potencia. La AN, pues, debe expresar con meridiana claridad al país y al mundo que rechaza siquiera la posibilidad de una intervención militar extranjera”, concluyó.