Las largas colas observadas día a día en los Abastos Bicentenario desaparecieron. Ayer las sedes de Macaracuay, Terrazas del Ávila y Plaza Venezuela no estaban vendiendo alimentos de la cesta básica con precios regulados.
Un trabajador de la sucursal de Macaracuay manifestó que hasta nuevo aviso no se ofrecerán bienes prioritarios y no sabe cuándo habrá nueva mercancía. Esta medida fue ordenada por el ministro de Alimentación, Carlos Osorio, con el fin de contrarrestar el bachaqueo y evitar las colas.
La mayoría de los anaqueles del establecimiento estaban vacíos. Solo disponían de bebidas achocolatadas, sustitutos de la leche en polvo y hortalizas en mal estado. Los consumidores entraban y salían sin bolsas en las manos. Así lo publicó El Nacional.
En la sede de Terrazas del Ávila había pocos consumidores y no se formaban filas para pagar. Estaban operativos el captahuellas y la restricción por terminal de número de cédula de identidad.
Ofrecían dos paquetes de pañales, previa presentación de la partida de nacimiento del niño; dos litros de leche líquida, dos kilos de detergente en polvo y dos desodorantes, hasta agotarse la existencia. La mayoría de los pasillos estaban cerrados y los estantes sin mercancía, los empleados deambulaban.
Una trabajadora indicó que les habían notificado que las instalaciones se convertirían en depósito y que ya no funcionaría como hipermercado. Agregó que la mercancía que se almacenara surtiría a los Pdval y Mercal, pero desconocía a partir de cuándo.
Margarita Pineda, ama de casa, que se encontraba en el comercio, dijo que la cola seguirá en los Abastos Bicentenarios sí vendan productos a bajos precios porque allí es donde se puede rendir el sueldo y comprar algo de comida. En el de Plaza Venezuela informaron que no venderían productos de la canasta básica, hasta nueva orden, porque estos serian distribuidos directamente en las bodegas públicas de las comunidades debido a que las colas ya no eran normales.
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