Ramón Martínez, exgobernador del estado Sucre, falleció el martes por complicaciones asociadas al covid-19. El dirigente estuvo en el área de terapia intensiva de un centro clínico de Cumaná en noviembre y el 8 de diciembre recibió el alta médico.
A finales de noviembre la enfermera Norka Patiño había informado sobre la salud del dirigente político. “Estamos regresándoles el doctor Ramón Martínez después de una larga estancia de 26 días en la unidad de cuidados intensivos, y se los devuelvo al estado, al país. Al doctor Martínez lo que le falta es poner de su parte para salir, pero ya el covid-19 está superado”.
Martínez no pudo superar las secuelas causadas por el contagio.
“Viviré y moriré por mi pueblo”
El 29 de noviembre Martínez publicó un último mensaje en su cuenta de Instagram:
“Gracias a todos por sus oraciones que llenan mi corazón de esperanza. Yo viviré y moriré por mi pueblo estando en las buenas y las malas junto a ustedes. Dios me los bendiga a todos, seguimos en la lucha”, manifestó.
Martínez fue candidato a la Gobernación de Sucre para las elecciones regionales del 21 de noviembre por los partidos ASIS y MAS, pero días antes de cerrar su campaña se conoció que estaba enfermo y debió ser internado. Su contagio habría ocurrido durante los recorridos en la entidad para promover su candidatura.
El político ya cumplió esas funciones en dos ocasiones: de 1992 a 1998 y de 2000 a 2008. Llegó a ser elegido por el extinto Movimiento V República, fundado por Hugo Chávez.
Pero en 2007 se distanció del chavismo luego de criticar la reforma constitucional y en varias ocasiones lo demandaron ante el Tribunal Supremo de Justicia por presuntas irregularidades durante su gestión como gobernador.
En diciembre de 2009 le dictaron una orden de detención y en 2010 la Contraloría General de la República lo inhabilitó para asumir cualquier cargo público durante ocho meses.
El 10 de junio funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana lo detuvieron en la localidad de Ospino, en el estado Portuguesa. Tenía dos solicitudes de aprehensión en su contra por la presunta comisión de los delitos de corrupción, usurpación de identidad, terrorismo y tráfico de armas.
Estuvo tres meses recluido en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, en Caracas. Las autoridades venezolanas lo excarcelaron el miércoles 1 de septiembre.