Desde tiempos de otrora, todos los venezolanos sin importar su condición religiosa, acostumbra a prenderle una vela a su santo ya sea por oración, petición o por promesa. Sin embargo, en la época actual deben darle además otro uso, ya que debido a los acostumbrados e inesperados cortes eléctricos, necesitan tener la “velita” como plan B. Así lo reseña El Venezolano.
No obstante, esto ahora parecer ser otro problema que se suma a la actual crisis económica del país y es que los costos de esas «velas, velitas y velones», son sumamente elevados para el bolsillo del venezolano de a pie.
4 velas pequeñas oscilan entre 200 y 300 bolívares, pero si se está en la búsqueda de un velón, se deben disponer al menos de 400 bolívares por uno solo dependiendo del tamaño, incluso un velón grande puede costar más de mil.
Así que estos precios también perjudican hasta a los enamorados, ya que hacer la acostumbrada cena romántica a la luz de las velas debe presupuestarse más allá de la comida a ofrecer.
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