El presidente editor de El Nacional, Miguel Henrique Otero, recibirá el premio Luca de Tena de periodismo de manos del Rey de España en diciembre. Pero aunque es uno de los más altos reconocimientos que existen dentro de la prensa en español, el galardonado todavía no sabe si podrá acudir en persona a la ceremonia o si las elecciones parlamentarias de su país, convocadas para el día 6, le permitirán al fin volver a Venezuela.
Por primera vez, cree, hay un margen para la esperanza y para el cambio político, publica El Nacional.
“El régimen está en un nivel de catástrofe tan grande que no va a durar mucho tiempo. La esperanza está marcada por la incapacidad de este Gobierno para resolver problemas y por un crecimiento del rechazo que no la hemos visto nunca antes en Venezuela. El régimen tiene sus días contados. Venezuela va a cambiar en poco tiempo y sus posibilidades no las tiene ningún otro país. Venezuela está sobre las reservas de petróleo más grandes del mundo y no se explotan a pesar de que existe toda una infraestructura para hacerlo. Y el potencial del venezolano competente que se ha ido de Venezuela podría volver si hay un cambio importante. Yo creo que el país va a reconducir su vida en un momento determinado y va a asombrar al mundo. Lo que hay que hacer ahora es aguantar un poco de tiempo más mientras suceden estas cosas”.
Otero reiteró que en Venezuela no hay libertad de expresión. “Estos populismos autoritarios, que son las dictaduras posmodernas del siglo XXI, actúan de forma distinta a como actuaban los regímenes bananeros. Dejan una ventanita y la muestran como un ejemplo de que sí hay libertad de expresión. Pero la realidad es que 40% del territorio solo tiene acceso a medios oficiales y otro 60% solo tiene acceso a medios audiovisuales autocensurados. El Gobierno compró con dinero público los periódicos más grandes en una compra fraudulenta en la que nadie sabe quiénes son los dueños que están detrás. Los periódicos independientes tenemos dificultades para acceder al papel y en las redes sociales e internet hay una represión gigantesca. Todo esto tiene su origen en el plan de la Patria, que aboga por la hegemonía comunicacional y que no es sino el modelo cubano en el largo plazo”, dijo en una entrevista a El Confidencial de España.
Sobre la noticia que vinculaba a Diosado Cabello con el narcotráfico, Otero aseguró que es una noticia que publicaron 80 periódicos en todo el continente.
“Diosdado Cabello nos ha presentado una demanda porque dice que lo acusamos de narcotraficante cuando nosotros nunca hicimos eso. La noticia de ABC decía que un fiscal general del estado de Nueva York había abierto una averiguación a Cabello porque su jefe de seguridad se había convertido en testigo protegido y estaba declarando. Publicamos la noticia y, una semana después, el Wall Street Journal agregó nuevos datos y dijo que no solo era un fiscal de Nueva York, sino que también había otro fiscal de Florida investigando. Más tarde, el Departamento de Estado confirmó la información y reconoció que existía esa investigación. Y la semana pasada, en una interpelación en el Senado norteamericano, se ratificó de nuevo todo esto. Nosotros, cada noticia que va saliendo al respecto, la vamos a seguir publicando. No nos pueden demandar adicionalmente por cada nueva noticia”, explicó.
Advirtió que la demanda civil que introdujo Cabello por 76 millones de dólares es confiscatoria. “No hay manera de pagarla. Esa es la situación y él, en todos los programas que hace los miércoles, dice que yo soy un prófugo y que los que están en la demanda están furiosos conmigo porque no me pongo a derecho. Adicionalmente a eso, desde entonces me han ido abriendo varios expedientes. No hay acusaciones concretas pero es el modelo de la Alemania Oriental. ¿Cuáles son los expedientes? Traición a la patria, otro expediente por supuesta financiación a los paramilitares, acusaciones de financiar a la oposición, también de lavado de dinero, o incluso que yo tenía un plan para asesinar a la hija de Diosdado Cabello. Ellos lo dicen en sus programas de televisión cada miércoles. Cada semana me nombra y me acusa de algo distinto”.
LP