La escasez de medicinas asciende a 90% y no hay expectativas de que la situación mejore a corto plazo. En caso de no importarse la materia prima necesaria para la fabricación de los medicamentos para enfermedades crónicas y agudas, llegará el momento, antes de finalizar el primer semestre del año, en el que se agotará el inventario existente y no estarán disponibles en el mercado para los pacientes, afirmó una fuente vinculada al sector farmacéutico, publica El Nacional.
DULCE MARÍA RODRÍGUEZ | [email protected]
Aseguró que a pesar de que el gobierno les ha prestado atención a los reiterados planteamientos que han hecho sobre la gravedad de la situación, “las divisas liquidadas son insuficientes y continúan bloqueadas las líneas de crédito, lo que impide la reposición de las materias primas”.
De 1,3 millardos de dólares que les adeuda el gobierno a los proveedores internacionales del sector, el Centro Nacional de Comercio Exterior les ha liquidado solo 2,7% en lo que va de año, monto que no ha sido suficiente para reactivar el despacho de los insumos requeridos.
“Algunos proveedores enviaron excipientes, que son los que acompañan al componente activo, pero falta la gran mayoría”, añadió la fuente. Aclaró que 98% de los insumos utilizados en la producción de fármacos son importados, y al faltar uno, la fórmula está incompleta y no se puede terminar el producto.
La industria requiere entre 35 millones y 40 millones de dólares al mes para reactivar la producción a plena capacidad operativa. “Tenemos una deuda por cancelar desde 2012; la mora tiene cuatro años”, aseveró.
Advirtió que las fallas de medicamentos son muy graves. “En antibióticos, cardiovasculares y hormonales la escasez es de 97%, y en otras clases terapéuticas el déficit es de 100%. Poco a poco se va a cerrar el embudo y las industrias cerrarán”, dijo.
Refirió que en algunas fábricas eliminaron el tercer turno que corresponde al nocturno, y en otras redujeron el personal.
Los medicamentos para enfermedades catastróficas como cáncer, lupus y sida -dijo- no se producen en el país y son los que las empresas multinacionales han importado en lo que va de año. Sin embargo, redujeron 70% las importaciones, debido a que les deben 3,7 millardos de dólares, acotó.
Menos capacidad operativa. Otra fuente precisó que todavía no se ha paralizado la producción de medicamentos genéricos, pero los inventarios de materia prima e insumos que están utilizando corresponden a importaciones del año pasado y ya se está agotando el stock disponible, lo que disminuye sensiblemente la capacidad operativa.
“La producción nacional de medicinas ha descendido 43,1% en los que va de año”, afirmó. Señaló que entre enero y febrero de 2016 se fabricaron 54 millones de medicinas, mientras que en el mismo período de 2015 se produjeron 95 millones de unidades. Aseguró que la caída se debe al insuficiente inventario de materias primas, puesto que las industrias tienen capacidad instalada y mano de obra calificada.
Recordó que es necesario que el gobierno haga una revisión de precios de los medicamentos por la disparidad que existe entre los costos de la materia prima y otros insumos que no están siendo reflejados en el precio final.
La fuente agregó que a las irregularidades en las estructuras de costos, se suma la tardanza en los trámites para otorgar los permisos de fabricación, además de la falta de divisas.
90% de las farmacias pequeñas cerraron
El presidente de la Federación Farmacéutica de Venezuela, Freddy Ceballos, informó que solo 10% de las 4.800 pequeñas farmacias del país están operativas después de que la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos les recortara las ganancias. “Es necesario sincerar los precios para laboratorios y farmacias para que puedan percibir una rentabilidad adecuada”, indicó.
Cuando en el año 2012 la superintendencia empezó el marcaje de los precios justos, las farmacias tenían una ganancia neta de 30%. La mitad se destinaba a cubrir los costos de operación y el resto para los pagos a los laboratorios.
Ceballos explicó que las droguerías agremiadas son las que distribuyen 85% de los medicamentos, pero que las grandes cadenas farmacéuticas son las que reciben la mayor cantidad de fármacos para vender, lo que ha puesto en riesgo la supervivencia de las pequeñas farmacias.