La costumbre de recibir Navidad con nuevos tonos de pintura en las paredes y con grandes modificaciones en las viviendas luce cuesta arriba este año, debido a los costos de los productos, afirman los compradores marabinos.
La zuliana Marina Reyes aseguró que su presupuesto no le alcanzará para arreglar toda la casa, por lo que se concentrará solo en lo necesario.
“Antes podíamos pintar todo y hasta cambiar las duchas, llaves de paso y las manillas de las puertas. Ahora sólo puedo pintar la parte exterior de mi vivienda y esperar que se dañen las cosas para cambiarlas”, sostuvo.
“Le tocará a la gente lavar las paredes”, comentan algunos ciudadanos consultados, quienes coinciden en que este año habrá que ingeniárselas para hacerle un cariñito a sus hogares.
“Este año se quedó la casita igual. No puedo pintar ni reparar nada, todo está mucho más caro que el año pasado y lo importante es darle de comer a mis hijos”, afirmó el usuario Robin Bolívar.
Larry Reyes, dueño de una ferretería en Maracaibo, explicó que “todos los meses aumenta el valor de los productos y por eso debo venderlos con ajuste. Los clientes se quejan, algunos no han regresado al local, pero no me queda de otra que aumentar los precios”.
“Cinco galones de pintura (un cuñete) cuestan 15.000 bolívares. Una persona que sólo gane sueldo mínimo no puede pintar su casa”, precisó Reyes.
Otros materiales de ferretería, como los bloques, valen aproximadamente 70 bolívares y una brocha 2.200.
“Pintar una casa entera es imposible. Los precios están por las nubes y hasta las brochas están caras. Toca limpiar las paredes con agua y que mágicamente bajen los precios”, aseguró Eduardo Soto, de 35 años.
”Mi casa se caerá en cualquier momento, las paredes están desgastadas, pero no puedo pintar porque los costos lo hacen inaccesible para mí. No puedo olvidar a mis hijos en diciembre, ellos son lo fundamental. Tengo que vestirlos para el 24 y el 31”, afirmó Fauruch Ramírez, madre de 35 años.
Yarvelis Rodríguez, encargada de una ferretería en la capital zuliana, explicó que con respecto al 2014, la afluencia de clientes ha disminuido en los últimos meses del año.
“Estos meses siempre fueron buenos para el negocio. Ahora la gente sólo entra, pregunta el precio, se asombran y se marchan con la cabeza baja”, afirmó Rodríguez.
“El alto costo de los materiales y la escasez de los productos más solicitados son las principales razones por las cuales ha bajado la afluencia de clientes. A diario vienen personas preguntando por cabillas o bloques, pero a veces no tenemos disponibles por la fuerte demanda que hay en el mercado, y cuando tenemos, algunos compran y otros no”, aseguró Yarvelis Hernández.
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