Nicolás Maduro aseguró este sábado que “Venezuela no es un país de mendigos”, razón por la que descartó y rechazó una ayuda humanitaria para el país.
“Venezuela no es un país de mendigos, no necesitamos de nadie”, dijo al agregar que los bonos y las otras medidas populistas que ejecuta son suficientes para “proteger a la familia”.
Desde la avenida Bolívar, concurrida principalmente por milicianos y no por pueblo espontáneo, quien ocupa la silla en Miraflores desestimó a quienes aseguran que en Venezuela hay una dictadura. “Somos un pueblo que ejerce la libertad”, dijo.
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También anunció que en febrero depositarían el “bono rebelde” y aseguró -una vez más- que acabarían con lo que denominan desde sus filas con “el dólar criminal”, pese a que la divisa en el oficial Sistema de Mercado Cambiario (Dicom) se cotiza por encima del dólar paralelo.
Maduro insistió en la idea de que la oposición con apoyo de Estados Unidos y España planifica un golpe de Estado en Venezuela.
“Reflexionen, 20 años conspirando, 20 años de golpe en golpe, de derrota en derrota (…) abandonen el camino del intervencionismo yanki, dejen de llamar a un golpe de Estado que ya fracasó”, acotó.