”¡Vete a debatir con el pueblo, pataruco Ecarri!…“Me tuvo ladillado toda la reunión”, gritó Nicolás Maduro en un acto en el Zulia, como si el candidato del Lápiz, Antonio Ecarri, fuese un contrincante de peso para sus fines electorales.
O, si pensamos mal, ahora lo pretenden convertir en un opositor al cual atacar desde el poder-el sueño de cualquiera de los que firmaron el «acuerdo de reconocimiento a los resultados electorales»-, para que parezca que tanto él como el resto de los firmantes son realmente adversarios y no un grupito que no solamente tiene un muy bajo porcentaje en el favor popular, sino que se les percibe como opositores pret-a-porter del gobierno, unas cuantas caras para hacer bulto en el tarjetón electoral y, de ser posible, confundir así a uno que otro votante que a estas alturas aún no sepa quién es el verdadero candidato de la oposición.
Quizás por eso Ecarri anda de lo más contento con los insultos del presidente, porque ahora se ufana de que logró darle a Nicolás Maduro un «Manual del Debate», asunto que consideró toda una conquista como reveló en sus redes, mostrando las fotos del candidato del PSUV con el librito debajo del brazo:
«¡Las verdades en la cara! El gallo correlón se llevó su libro que le di. Manual del Debate para ver si aprende a debatir y deje el miedo. ¡Te espero en la arena!», respondió orgulloso, como si Maduro lo que realmente necesitara a estas alturas era aprender a debatir antes que atender cualquier otra prioridad, esa larga lista de necesidades que reclaman los votantes y a las que debe responder en los escasos días que quedan de aquí a las elecciones.
Tan fuera del perol anda Ecarri que basta imaginar a Maduro, justo después de la reunión convocada para firmar la propuesta del CNE, salir apurado para leer aquel manual. O mejor aún, preparándose para debatir con Ecarri -seguramente en VTV-, justo cuando acaba de arrancar la Copa América y se extenderá hasta el 14 de Julio. Entonces cabe adivinar que aquellos a quienes les llegue la luz con cierta regularidad, no se van a perder ni un solo juego para mirar semejante debate, mientras escucha a lo lejos a sus vecinos gritar «Goool» con la misma emoción con la que algunos lloran frente a sus dirigentes favoritos y se preparan para ir a votar como quien va a una fiesta.
Quizás Ecarri equivocó el contrincante porque a quien ha debido invitar a debatir debió haber sido al presidente del CNE, Elvis Amoroso, y preguntarle a cuenta de qué los candidatos tuvieron que firmar un acuerdo para respetar el resultado electoral, no solo porque algo similar ya se firmó en el Acuerdo de Barbados hace meses sino porque Amoroso, como presidente del CNE que es, debería ser quien firme y garantice unos resultados electorales respetables, porque de eso se trata precisamente el cargo que ocupa.Y podría preguntarle, de paso, por qué permite que se utilice el portal del CNE para hacerle propaganda a un solo actor electoral. Porque cada vez que se abre el portal para consultar el centro de votación (si nos mudaron de centro, si salimos electos como testigo de mesa, si estoy inhabilitado, etc), lo que aparece, cubriendo toda la pantalla, son documentos, cartas o cualquier otra información promovida por el gobierno
Y ni siquiera es que después de la lectura de las tres páginas de obviedades que contiene el documento de «Respeto al Resultado de las Elecciones» -que es el que está colgado en el portal ahora-, uno puede hacer lo suyo, sino que hay una especie de truco que consiste en hacer click detrás de las páginas de ese documento, para lograr visitar la web del CNE y consultar lo que uno quiera.
Pero como ya Ecarri fue, firmó y aceptó la propuesta de Elvis Amoroso sumisamente, tendrá que seguir insistiendo en debatir con Maduro a ver si al menos así logra un poco de visibilidad comunicacional, lo único que realmente le interesa a algunos de esos candidatos olvidados en las encuestas.