… pero en corrupción
El presidente de la República, Nicolás Maduro fue merecedor de un premio internacional. Una serie de expertos lo nombraron “Persona del Año” pero en todo lo que refiere a la propagación de la corrupción. El estudio fue realizado por un grupo de académicos quienes han calificado la gestión del “revolucionario”, como una de las más corruptas y cuestionables de la historia.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha sido nombrado Persona del Año 2016 por el Proyecto de Informes sobre Crimen Organizado y Corrupción (OCCRP).
El premio reconoce a la persona que “ha hecho más en el mundo para promover la actividad criminal organizada y la corrupción”.
Un panel de ocho periodistas, académicos y activistas expertos en la lucha contra la corrupción eligió a Maduro para el premio mundial “por la fuerza de su corrupto y opresivo reinado, tan plagado de mala gestión que los ciudadanos de su nación rica en petróleo literalmente están muriendo de hambre y pidiendo medicinas”.
El informe agrega que “mientras el asesinato y el crimen en Venezuela se han disparado y la opresión política se ha intensificado, el presidente y su círculo íntimo, incluyendo a la esposa Cilia Flores, han extraído millones de arcas estatales para cubrir el patrocinio que lo mantiene en el poder”.
El Financial Times lo calificó de “El señor del desgobierno” de Venezuela en la disección de su actuación. Reporteros sin Fronteras lo nombró “Depredador de la Libertad de Prensa” por su ingenio para silenciar a los medios críticos.
“Ha tenido amigos comprando puntos clave, orquestando la escasez de papel de periódico y criminalizando artículos que ponen en duda la legitimidad de la autoridad constituida”, señala.
“Ha sido un gran año para Maduro”, dijo Drew Sullivan, editor de OCCRP y uno de los jueces. “Creo que este año ha sido el punto de inflexión y su negligencia, incompetencia y corrupción son la causa. Cuando el líder de un país puede ver a su gente morir de hambre y seguir supervisando a un gobierno robando $70 mil millones al año mientras su familia trata drogas, es un tipo especial de maldad. Se merece este premio.
En noviembre, un jurado en Nueva York condenó a dos de los sobrinos de Flores en una estafa multimillonaria de drogas diseñada para recaudar fondos para mantener a la familia en el poder. Los sobrinos conspiraron para usar el hangar presidencial en un aeropuerto venezolano para enviar 800 kilogramos de cocaína a Estados Unidos a través de Honduras.
Diario 2001