En horas de la tarde de este miércoles 3 de diciembre el presidente de la República, Nicolás Maduro, ofreció algunos detalles sobre la conversación cordial y directa que sostuvo recientemente con su homólogo norteamericano, Donald Trump, en la que abogó por el diálogo como vía para la paz.
El jefe de Estado confirmó que hace 10 días desde la Casa Blanca llamaron al Palacio de Miraflores.
«Tuve una conversación telefónica con el presidente Donald Trump, sobre eso ha hablado la prensa mundial; yo aprendí de seis años de canciller, a la prudencia diplomática y luego, en estos años de presidente. Me gusta la prudencia; a mí no me gusta la diplomacia de micrófono», detalló el mandatario nacional.
Durante la supervisión de los avances en la Ruta de Consolidación del Gobierno «Comuna Simón Rodríguez», en Petare, estado Miranda, el jefe de Estado venezolano indicó que cuando se trata de temas importantes, «en silencio tienen que ser, hasta que se dé».
«Yo recibí, tuve una llamada y conversé con el presidente de EEUU, Donald Trump. La conversación fue en un tono de respeto, inclusive, puedo decir que fue cordial entre el presidente de los Estados Unidos y el presidente de Venezuela», reveló.
Asimismo, destacó que si esa llamada significa que se están dando pasos hacia un diálogo respetuoso Estado a Estado, de país a país, será bienvenida. «Bienvenida la diplomacia, porque siempre buscaremos la paz», añadió.
También reveló que el pueblo de Estados Unidos está cansado de guerras eternas, debido a que tienen marcas en su psicología colectiva como país.
«El camino del pueblo de EEUU y el pueblo de Venezuela tiene que ser un camino de respeto, de diplomacia y de diálogo. Hasta ahí voy a decir, porque a mí me gusta la prudencia, el respeto. Todo saldrá bien para la paz, la independencia, la dignidad y el futuro de Venezuela», manifestó.
Rechazo a la guerra
Maduro reiteró que la sociedad estadounidense está «harta de guerras eternas», pues su historial bélico, que incluye conflictos prolongados en lugares como Vietnam, Irak, Afganistán o Libia, les ha dejado «marcas en su psicología colectiva como país».
«Creo que el camino del pueblo de EE.UU. y el pueblo de Venezuela, tiene que ser un camino de respeto, de diplomacia y de diálogo. Hasta ahí voy a decir», completó.
Claves de la agresión de EE.UU.
- Despliegue militar: desde agosto pasado, EE.UU. mantiene desplegada una fuerza militar significativa frente a las costas de Venezuela, justificándola como parte de la lucha antidrogas. Washington anunció posteriormente la operación Lanza del Sur, con el propósito oficial de «eliminar a los narcoterroristas» del hemisferio occidental y «proteger» a EE.UU. «de las drogas que están matando» a sus ciudadanos.
Operativos letales: como parte de estas operaciones se han realizado bombardeos contra presuntas embarcaciones de narcotraficantes, con un saldo de más de 80 personas muertas y sin evidencia de que realmente traficaran con estupefacientes. - Acusaciones y recompensa: Washington ha acusado sin pruebas a Maduro de liderar un cártel de narcotráfico y ha duplicado la recompensa por su captura.
- Postura venezolana: Maduro denuncia que el objetivo real de EE.UU. es un «cambio de régimen» para apoderarse de las inmensas riquezas petroleras y gasísticas de Venezuela.
- Falta de sustento: organismos como la ONU y la propia DEA señalan que Venezuela no es una ruta principal para el narcotráfico hacia EE.UU., ya que más de 80 % de las drogas que circulan en la región, lo hacen a través de la ruta del Pacífico.
- Condena internacional: Rusia, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y los Gobiernos de Colombia, México y Brasil han condenado las acciones estadounidenses. Expertos califican los ataques a embarcaciones como «ejecuciones sumarias» que violan el derecho internacional.
