El presidente Nicolás Maduro, anunció que habrá racionamiento para estabilizar el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), luego de registrarse el segundo gran apagón nacional, en un lapso de dieciocho días.
El gobierno persiste en atribuir estas interrupciones eléctricas de gran escala, a hechos deliberados; el 7 de marzo lo endosó a un “ataque cibernético” y en el más reciente, de este lunes 25, a un “ataque con fusil” del que responsabilizó a la oposición y Estados Unidos.
“Vamos a pasar días donde vamos a tener que ir a administración de carga consciente, organizada, para estabilizar el sistema hasta que reconstruyamos todo lo que quemaron”, dijo Maduro al ofrecer detalles del incendio generado en el patio de transformadores de la central hidroeléctrica de Guri, en el estado Bolívar.
Señaló, mientras diversas regiones del país y Caracas recuperaban progresivamente el servicio eléctrico, que “el lugar atacado que fue incendiado es vital para la transmisión de la electricidad” en el territorio.
Aunque se desconocen los términos de los cortes, el presidente de la Federación de Trabajadores de la Industria Eléctrica (Fetraelec), Ángel Navas, consideró que de aplicarse esa opción, superará los tres meses, dependiendo de la capacidad de respuesta oficial, ante estos eventos repetidos por “sobrecarga” del sistema. Precisó que “se necesita recuperar entre 1.500 a 2.000 megavatios (MW) térmicos para alcanzar el equilibrio y ello requiere inversión, repuestos, equipos, personal”.
Adicionalmente, sugirió volver a las campañas de sustitución de bombillos incandescentes por ahorradores y aires acondicionados óptimos, así como instar al uso de plantas eléctricas en sectores de la economía.
En su opinión, el ministro de Energía Eléctrica y presidente de Corpoelec, Luis Motta Domínguez, “ha venido abandonando, por la vía de los hechos, el parque termoeléctrico, dejando que el consumo de energía del país se soporte en la generación hidroeléctrica, la cual presenta limitaciones operativas y estructurales en las redes de transmisión para llevar la electricidad desde el sur hasta el centro y occidente”.
Navas argumentó que la generación hidroeléctrica es más barata que la térmica (diesel, gas) y, tal vez esta sea una de las razones del abandono de ese plantel.
Destacó que Planta Centro (Carabobo) fue diseñada para fortalecer la carga eléctrica del centro del país y aliviar el torrente de energía del Guri; hoy ese complejo, opera solo con una de las 6 unidades, la número 6 inyecta, cuando logran sincronizarla, 280 MW. Asimismo las turbinas de Tacoa (Vargas) trabajan a 20% de su capacidad. En el caso del Zulia, la planta Ramón Laguna está fuera de servicio, comprometiendo la producción de 1.400 MW, mientras que Termozulia funciona con apenas el 30% de sus instalaciones.
No a la crítica
El dirigente gremial señaló que a la falta de mantenimiento e inversión, se une la disminución de la nómina de Corpoelec en unos 18.000 trabajadores que han renunciado por el “terrorismo laboral y persecución a aquellos que manifiestan opinión crítica a la empresa; violación a la contratación colectiva, pagos salariales reducidos, no hay reconocimiento a la formación y especialización, ausencia de HCM, becas, entrega de medicinas, recreación”.
Refirió que desde hace cuatro meses Corpoelec tiene cerrado el sistema de cobranzas. «No se puede entender cómo una empresa con problemas financieros, pagos bajos a sus trabajadores y necesidades de reposición de equipos, no cobre la energía».