El presidente de la República, Nicolás Maduro, dejó claro este viernes que está dispuesto a todo por las buenas o por las malas, para evitar el colapso económico, un problema que ha decidido enfrentar con un proceso electoral en puertas y en un momento de impopularidad.
En este sentido, planteó una nueva relación con Oriente Medio y los países No Alineados para revertir el impacto de las sanciones que impuso el Gobierno de Donald Trump sobre el sistema financiero. “Llueva, truene o relampaguee nosotros vamos a lograr la paz económica, la prosperidad y la estabilidad de los precios (…). Lo quiero hacer por las buenas, pero si tengo que hacerlo por las malas y convertirme en un dictador para garantizarle los precios al pueblo, lo voy a hacer”, afirmó en una alocución televisada que se transmitió en señal abierta.
Uno de los temas centrales para Maduro, es la estabilidad de los precios de los productos y sobre el que ha anunciado nuevos controles que, dijo, deben ser un “objetivo nacional” al que se unan los productores y los distribuidores. Asimismo, anunció el inicio de un viaje para visitar Kazajistán, donde acudirá como presidente del Movimiento de Países no Alineados, y que aprovechará para relanzar sus relaciones con Medio Oriente presionado por las sanciones de EE.UU.
Esta “va a ser una oportunidad especial, única, para reactivar acuerdos de cooperación económica, energética, comercial, financiera con países muy importantes del nuevo mundo que ha emergido”, indicó. En este viaje, dijo, presentará los planes que ha preparado su Gobierno para implementar “un nuevo sistema de pago internacional”, como plan alternativo tras las prohibiciones sobre los bonos de deuda pública que impuso la Casa Blanca.
Con información de EFE
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