Luis Vicente León sobre la política de máxima presión (Sanciones): «los discursos políticos que piden ‘sacrificios temporales’ a la población son meramente retóricos»

Luis Vicente León

La política de máxima presión, reinstalada por el gobierno estadounidense contra Venezuela, solo puede tener dos resultados:

1.Provocar cambios políticos.
2.Castigar simultáneamente al gobierno y a la población, sin una esperanza real de transformación.

La experiencia histórica demuestra que cuando las sanciones se prolongan en el tiempo (y Venezuela ya lleva casi una década bajo ellas), su capacidad de generar cambios se diluye (comparto plenamente la tesis del secretario del Tesoro de USA cuando dice que son como los antibióticos). Los gobiernos sancionados terminan adaptándose y trasladando los costos a terceros, generalmente a la población.

No es una teoría abstracta; es exactamente lo que ha ocurrido en Cuba, Corea del Norte, Irán y, evidentemente, en Venezuela.

Esto deja en evidencia que los discursos políticos que piden “sacrificios temporales” a la población son meramente retóricos. La realidad es clara: las sanciones golpean directamente al pueblo, que sufre la pérdida de empleos, la inflación descontrolada, la paralización de negocios, el desabastecimiento de combustible y gas, el colapso de los servicios públicos y las dificultades para migrar y establecerse en otros países. Todo esto agravando los problemas que ya existían antes de las sanciones. Es un amplificador de crisis.

Es absurdo afirmar que las sanciones no afectan al pueblo. En un país petrolero, es imposible restringir la producción y venta de petróleo sin afectar a la economía y a la gente.

La pregunta que debe hacerse a los políticos venezolanos que promueven las sanciones (por cierto cada vez menos) es: ¿realmente creen que estas medidas provocarán un cambio de gobierno, cuando la historia ha demostrado una y otra vez su ineficacia o simplemente están impulsando un castigo contra el gobierno, aunque esto implique un castigo permanente para el pueblo y el pais al que supuestamente representan y defienden?

No hace falta ser demasiado perspicaz para comprender que quienes llaman a más sanciones están, en el fondo, diciéndole a la población: “Sufre las consecuencias de nuestra incapacidad para generar un cambio político”.

Los discursos dan para todo. A veces hasta suenan emocionantes. Pero la realidad los revuelca y los revuelca una y otra vez. No hay otra forma de resolver el problema que no sea negociando y uno no escoges con quien negocia. Lo haces con quien tiene lo que necesitas. Lo demás es pura paja.