El economista y presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, considera que en Venezuela «la probabilidad de cambio político es extremadamente baja en este momento».
Explica que, el gobierno «no enfrenta una amenaza creíble». Por tal motivo, recomienda «negociar las flexibilizaciones que atiendan los problemas humanitarios de la población».
«No tiene sentido mantener o intensificar sanciones que no conducen a producir cambios políticos, pero si agudizan los problemas que han sido causados por el propio modelo revolucionario», añade.
A su juicio, «Estados Unidos y la Unión Europea entienden mucho mejor hoy que no se trabaja una negociación política con base en deseos, sino a posibilidades reales, basadas en las fuerzas de negociación de las partes».
León asegura que la flexibilización petrolera es una emergencia, tanto fuera como dentro del país y que, «dejar el petróleo venezolano en el subsuelo, con precios que podrían no repetirse en el futuro y en franco proceso de desoccidentalización, es un error insostenible».
«Claro que es frustrante que el gobierno tenga la capacidad y fuerza de negociación para impedir el avance hacia condiciones políticas y electorales competitivas que devuelvan a la población su capacidad de elegir y rescatar sus derechos. Pero eso es un hecho incontestable», sentenció el analista.
Para el presidente de Datanálisis, «la estrategia inteligente es avanzar, por ahora, donde existen campos de negociación efectiva, especialmente concentrados en los temas humanitarios y petroleros que, al final mejoran la vida de la población, lo que debería ser el objetivo central a corto plazo».
«Se trata de mantener viva a la oposición, que congelada en las sanciones (como hoy) se queda colgada de la brocha, pulverizando su conexión con la gente y comprometiendo dramáticamente su futuro», explica.
León advierte que, la flexibilización de las sanciones a Venezuela, «va a ocurrir tarde o temprano. La pregunta es si la oposición participará presionando soluciones de problemas y acompañando a la gente, o se convertirá en un muro antinegociación que la propia población, a la que debería representar, tumbará».
La probabilidad de cambio político es extremadamente baja en este momento. El gob no enfrenta una amenaza creíble. En este escenario la estrategia racional es negociar las flexibilizaciones que atiendan los problemas humanitarios de la población.
— Luis Vicente Leon (@luisvicenteleon) July 13, 2022
No tiene sentido mantener o intensificar sanciones que no conducen a producir cambios políticos pero si agudizan los problemas que han sido causados por el propio modelo revolucionario.
— Luis Vicente Leon (@luisvicenteleon) July 13, 2022
Estados Unidos y la Union Europea entienden mucho mejor hoy que no se trabaja una negociación política en base a deseos sino a posibilidades reales, basadas en las fuerzas de negociación de las partes. Es mejor avanzar poco que congelarse en el peor escenario (el actual).
— Luis Vicente Leon (@luisvicenteleon) July 13, 2022
Claro que es frustrante que el gobierno tenga la capacidad y fuerza de negociación para impedir el avance hacia condiciones políticas y electorales competitivas que devuelvan a la población su capacidad de elegir y rescatar sus derechos. Pero eso es un hecho incontestable.
— Luis Vicente Leon (@luisvicenteleon) July 13, 2022
Han preguntado muchas veces como puede la oposición rescatar el interés de la gente en la política y en sus líderes. La respuesta para mi es clara: voltea la ecuación y haz que la oposición se preocupe por la gente…y ella le devolverá el interés.
— Luis Vicente Leon (@luisvicenteleon) July 13, 2022
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