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Se podría decir que los que «ayer» tumbaron a Colón hoy se despiden del chavismo y los que hoy celebran a Guaicaipuro son los mismos que «ayer» condenaron el juicio popular al genovés.
La madrugada de este lunes, el presidente de la República, Nicolás Mauro, desveló ante integrantes de las comunidades indígenas una estatua en honor al cacique Guaicaipuro, que se erigió en el Paseo de la Resistencia Indígena, antiguo Paseo Colón, en Caracas.
En ese mismo lugar, el 12 de octubre de 2004, la figura del navegante Cristóbal Colón fue derribada luego de una especie de juicio histórico sobre la conquista española (1948).
De acuerdo con Oriana Vielma, en su entrega para Contrapunto, tras consensuar el plebiscito, se encaramaron sobre la estructura de bronce para amarrar a Colón, que encarnaba la conquista americana “por el hombre blanco”, auxiliados por la fuerza de quienes se unían ininterrumpidamente jalando un mecate.
La figura del hombre fue trasladada hasta el teatro Teresa Carreño, donde el expresidente Hugo Chávez celebraba el “Día de la resistencia indígena”. Allí la guindaron, imitando las conductas de un linchamiento público, y celebraron su desplome.
Entre los autores estuvieron el ministro de Planificación de Chávez, Felipe Pérez, y el segundo al mando de ese despacho, Roland Denis, quienes más tarde hicieron una declaración públicapara asumir las responsabilidades.
Según la redactora, los que tumbaron al colonizador un día como hoy, hace 11 años, estudian ahora el escenario de otra caída: la del chavismo.
Destaca que parte de quienes estuvieron presentes “bajo todas las formas de lucha en la defensa del gobierno liderado por el comandante Hugo Chávez, por considerarlo leal a las esperanzas transformadoras que se han venido encubando (…) luchadores comprometidos con los sueños de libertad de nuestro pueblo” y que dieron aquel 12 de octubre por terminado “el proceso de conquista y exterminio de más de 70 millones de seres humanos, habitantes originarios del continente”, hoy se despiden de ese proceso.
El mismo Denis ha señalado que la revolución “entró en su senda perdida. La premonición de un gran fracaso que se reviente ante nuestros ojos (…) Un extraordinario sueño que ante nuestros ojos se convirtió en una pesadilla… la despedida de una historia que no se pudo”.
Hoy, se podría decir que los que “ayer” tumbaron a Colón hoy se despiden del chavismo y los que hoy celebran a Guaicaipuro son los mismos que “ayer” condenaron el juicio popular al genovés.
“Guaicaipuro allí, erigido en la Plaza Venezuela, por lo visto no genera consenso ni siquiera dentro del propio chavismo, el de ayer y el de hoy”, sentencia la publicación.
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