Durante los días de normalidad el pasaje en la parroquia La Vega varía: 400.000 bolívares por la mañana y entre 500.000 y 600.000 bolívares a partir de las 4:00 p. m., pero cuando hay balaceras, hechos de violencia que son cada vez más frecuentes en la zona, el pasaje puede llegar a costar hasta un dólar, que a la tasa actual son más de 3.000.000 de bolívares.
por Crónica Uno
Hace varias semanas Vianeth estaba en la redoma de La India cuando empezó a escuchar ráfagas de tiros. Estaba en la parada esperando un Jeep que la llevara hasta su casa en el sector Las Casitas, en la parte alta de la parroquia La Vega. Junto a ella había una gran cantidad de personas esperando también por alguna unidad de transporte público. “Váyase todo el mundo de aquí”, empezaron a gritar funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana en un intento de despejar la zona, porque un nuevo tiroteo estaba comenzando en La Vega.
“El que logró montarse en alguno de los vehículos se montó, pero el que no, tuvo que resolver”, dijo Vianeth Mendoza, habitante de La Vega desde hace 29 años. Eran las 11:30 a. m. cuando comenzó el tiroteo. Ese día ella corrió con suerte y logró abordar uno de los vehículos todo terreno que sube hasta su casa. Sin embargo, otras personas quedaron a la buena de Dios en la parada.
Cuando comienzan los episodios de violencia en la parte baja de la parroquia, las personas que esperan en la parada buscan resguardarse detrás del Centro Comercial Colonial, en el bulevar de La Vega. Desde allí esperan que la situación se calme para que los transportistas puedan retomar el servicio hasta que se escuche una nueva ráfaga. “Los tiroteos no son largos, se pudiera decir que son intermitentes, es decir, van y vienen, paran y así”, explicó Vianeth.
En medio de los tiros, la otra opción que tienen los habitantes de La Vega para llegar a sus casas es caminar. Pero esta no es una opción para todos, sobre todo para los que viven en las zonas más remotas de la parroquia, como Las Casitas, Las Torres, La Pradera, Los Mangos, que están a una distancia de seis kilómetros aproximadamente, de la redoma de La India.
La gente se pone muy nerviosa cuando escucha los tiros y trata de huir lo más rápido posible de la zona”, dijo Vianeth.
Desde finales de 2020 comenzaron a ser cada vez más frecuentes los tiroteos en La Vega. Entre abril y mayo de este año, según el monitoreo de Crónica.Uno, se registraron al menos 12 balaceras en la parroquia. El pasado 12 de junio, el Ministerio de Interior, Justicia y Paz anunció el despliegue de un operativo de seguridad dentro de la comunidad, en el que detuvieron a 38 personas e incautaron un gran número de armamentos y municiones. Dos días después hubo un nuevo tiroteo en el que dos vecinos fallecieron debido a las balas perdidas. Ese mismo día Vianeth vio a muchas personas caminando hasta sus casas.
“Es terrible porque era una parroquia que no había vivido algo así. La gente está buscando vender sus casas, sobre todo en la parte baja, porque no se puede vivir así. Son momentos de zozobra e incertidumbre que se viven”.
Cada vez que hay una balacera, la mayoría de los transportistas prefiere no trabajar por seguridad. Los que se quedan trabajando lo hacen desde y hacia ciertos sectores, evitando las zonas donde frecuentemente ocurren los tiroteos. Durante estos enfrentamientos el pasaje puede llegar a costar hasta un dólar, contó Vianeth, que a la tarifa actual serían 3.137.323,07 bolívares el costo de un pasaje. Esta cantidad representa 45 % del sueldo mínimo en Venezuela, que en la actualidad se ubica en 7.000.000 de bolívares.
“Los días en que hay tiroteos se aprovechan de la situación. Todo esto afecta más que todo al usuario”.
Pero en los días de normalidad el costo del pasaje también varia. Durante las mañanas la tarifa actual es de 400.000 bolívares, pero después de las 4:00 p. m. la tarifa pasa a costar entre 500.000 y 600.000 bolívares. Además, no hay rutas directas. Quien viva, por ejemplo, en la zona de Las Torres, una de las más altas de La Vega, sube hasta el sector de Las Casitas y de ahí debe abordar otro vehículo que lo lleva hasta Las Torres. En total son cuatro pasajes, entre ida y vuelta.
Para el pago de los pasajes se necesita dinero en efectivo, otro dolor de cabeza en Venezuela. Las colas para retirar efectivo en los bancos son constantes. Por las taquillas solo se puede retirar entre 1.500.000 y 2.000.000 de bolívares diarios, mientras que por cajero algunas entidades bancarias privadas y públicas han retomado los retiros con un monto máximo de 10.000.000 de bolívares diarios.
Desde la redoma de La India en la actualidad solo hay dos líneas de transporte trabajando: Héroes de La Vega y Caciques de La Vega. La otra opción de transporte público, especialmente para los habitantes de la parte alta, es desde La Rinconada, donde funciona una línea de vehículos todo terreno llamada La Gran Batalla, que toma la ruta de la carretera Panamericana. En estas tres líneas el costo del pasaje “es un descontrol”, según Vianeth.
“Ellos se justifican en que las rutas son largas y van en subida y eso perjudica los carros. Y sobre la gasolina siempre nos dicen que hay que aprovechar que ese día tienen combustible porque luego pasan dos días echando gasolina. Ellos ahorita están trabajando un día sí y dos no”.
La mayoría de las unidades de transporte urbano e interurbano utilizan gasolina. Este combustible escasea en el país desde hace más de un año. En la actualidad, la falta de gasolina está experimentando otra vez un recrudecimiento. Desde hace varias semanas, las colas en las estaciones de servicio de Caracas son cada vez más largas, y, además, ha disminuido la cantidad de estaciones activas en la ciudad capital.
Desde el 7 de octubre de 2020, el costo del pasaje urbano a escala nacional cuesta 30.000 bolívares para las rutas de menos de 20 kilómetros, según la Gaceta Oficial 41981, en la que el Ministerio de Transporte exhortó al gremio, a alcaldes y a todas las autoridades competentes a “respetar y mantener las tarifas”. Pero de forma extraoficial el costo del pasaje en Caracas, en promedio, es de 300.000 bolívares, sin embargo, esta tarifa puede variar en cada zona.