Armando Cañizales, el asesinato número 34 reconocido por la Fiscalía General de la República y atribuido a las protestas de calle registradas durante el último mes en Venezuela; causó mucho ruido dentro del Gobierno.
La protesta en la sede principal de El Sistema, ubicada en Quebrada Honda; el comunicado oficial del Sistema Nacional de Orquestas, condenando la represión que puso fin a la vida de este músico de 17 años; y la guinda del pastel, la posición del director Gustavo Dudamel exigiendo al gobierno el cese de la violencia; hicieron que desde Miraflores llamaran a capitulo a Eduardo Méndez, segundo al mando dentro de la obra prodigio de José Antonio Abreu.
Según nos informan al equipo de investigación de Venezuela Al Día, un funcionario del Palacio de Gobierno, Méndez, en la sede del Poder Ejecutivo, sostuvo una reunión con Elias Jaua Milano, ministro de Educación; y el edecán del Jefe de Estado, Teniente Juan Carlos Escalona.
Tras los reclamos naturales por parte de los hombres de confianza de Nicolás Maduro por la posición de El Sistema; según revela la fuente, justificaron lo sucedido en que nadie había mandado a Cañizales a salir a protestar. “Él estaba en la calle protestando, era su responsabilidad lo que le sucediera (…) esto no tiene nada que ver con El Sistema”, agrega nuestro informante, replicando la insensata justificación roja.
¿Piando tarde Dudamel?
La reacción del maestro Gustavo Dudamel ha sido el golpe más duro para un gobierno que ante la poca gestión que tiene para exhibir, necesariamente debe conversar las buenas relaciones con el icónico sistema de orquesta que hasta ahora ha pretendido endosarse –con la venia incluso de su creador- con su petrochequera.
No se trata de la primera oportunidad que Dudamel, el mismo que engalanó el funeral de Hugo Chávez con el concierto de despedida, está en el ojo del huracán por lo que sus detractores han calificado como “silencio cómplice” ante las arbitrariedades de quienes hoy ocupan el poder.
Relaciones delicadas
Por lo pronto, según se coló entre las notas con la que los jóvenes rindieron homenaje en la despedida de Cañizales el pasado sábado en el Cementerio del Este, La Guairita, ni la directiva ni los músicos parecieran estar muy interesados de seguir prestándose para los shows oficiales, como habitualmente vienen haciendo.
Quienes acompañan a Abreu, fuera de combate por su delicado estado de salud, en la dirección de El Sistema, tienen claro que en cualquier momento el gobierno los convoca a tocar en cualquier acto público, para intentar lavar su rostro. La posición de estos va en consonancia con las palabras de Dudamel: “Nada puede justificar el derramamiento de sangre”, por lo que creen que ante este escenario lo menos que podría venir es una estampida de renuncias masiva.
Pedro Eduardo Leal/Venezuela al Día
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