La mezcla mortal del “bachaqueo”: Niña de dos meses en peligro por consumir leche con cal

Al borde de la muerte. Así se encuentras la pequeña Jennifer, de apenas dos meses de nacida, luego de que sus padres debieran recurrir al mercado de los “bachaqueros” para conseguirle la leche maternizada a base de soya que su pediatra le recetó. Tras el primer tetero comenzó el calvario.

Desesperado se encuentra Jeffry Barrueta, padre de la bebé, luego de que -al no conseguir la lecha de fórmula en los supermercados o farmacias- debiera conseguir el dinero extra, dirigirse al mercado Las Pulgas en el centro de Maracaibo, y comprar a una persona inescrupulosa el producto que, sin que el hombre lo supiera, había sido mezclado con óxido de calcio, o sea cal.

Barrueta llegó a su casa aliviado, pensó que había cumplido con su hija al llevarle el alimento, pero no fue así. Cuando la pequeña tomó el primer tetero hecho con aquel producto el malestar se apoderó de su pequeño cuerpecito, de inmediato surgieron vómitos y diarreas que los padres atribuyeron al cambio de fórmula. Pero, al notar que los síntomas no cesaban, decidieron llevarla al Hospital Materno Infantil Cuatricentenario de Maracaibo, donde los médicos determinaron que la pequeña ya presentaba un cuadro de desnutrición y deshidratación severa, así como destrucción de la flora intestinal.

Ahora el problema de esta familia es otro, aunque es muy similar. Después de tres días con su niña enferma, Barrueta y su esposa Diana Rodríguez, no solo se dedican a atender el malestar de la pequeña, sino también a buscar los medicamentos recetados, “no las consigo, nada más hay en Las Pulgas, pro yo para allá no vuelvo”, comentó el padre decepcionado.

La humilde familia reside en una pequeña pieza de apenas 2 por 3 metros cuadrados, ubicada en una parcelamiento de Altos 3 en la capital zuliana. Allí la bebé sólo consume agua de arroz, según su madre “no aguanta más nada”. Ella no está hospitalizada porque desde el centro de salud decidieron enviarla a su casa por no tener cómo atenderla, mientras tanto deben conseguir los medicamentos: “El médico me dijo que hay que reconstruirle el estómago poco a poco, pero sin las medicinas tengo miedo de que mi niña se ponga peor”, confesó la mujer.

La pequeña aún necesita un ecograma y exámenes de laboratorio que permitan determinar la cantidad de cal que tiene alojada en el estómago, así como el daño que esto le causó, Esto ha sido imposible, ningún hospital la recibe por falta de insumos, explicó Rodríguez.

El padre trabaja como colector en los autobuses de la ruta San Miguel, su faena inicia a las 5:00 de la mañana, y caída la tarde se dedica a pedir dinero a los usuarios de esa misma línea. Aseguró a La Verdad que con lo que gana no le alcanza para cubrir los gastos médicos, por lo que tuvo que llenarse de valentía para mendigar y no tener que sacrificar los alimentos para sus otras dos niña.

A la preocupación del padre se suma un trago amargo del pasado, “hace un año perdí a mi hija de ocho años por negligencia médica, la operaron de apendicitis y me la mataron en el hospital, tengo miedo, por eso voy a hacer lo necesario para que esté bien así tenga que perder mi dignidad”, afirmó.

El caso de Jennifer se ve reflejado en muchos niños, durante la investigación de La Verdad, lograron confirmar al menos tres afectados por la misma situación.

La bebé requiere Liolactil, hidrasec, suero pediátrico, zinc, yelmo 24 y jeringa 3CC, la ayuda puede hacerla llegar a través del 0424-167.00.25.

CD

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