La Conferencia Episcopal Venezolana hizo un llamado a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana para que proteja y acompañe a la población durante las manifestaciones que se realizarán hoy en el país, entre ellas la que se realizará en Caracas. “Estas marchas no son el final del camino, sino un signo de futuro en proceso que debemos construir entre todos, sin excepción”, advirtió. Publica El Nacional.
El Episcopado emitió un comunicado dirigido a todos los venezolanos y los llama a la lucha unida inspirada en el 23 de enero de 1958. “Como ciudadanos exhortamos a la Fuerza Armada Nacional y a los diversos órganos de seguridad del Estado a que protejan a la población, la acompañen y respeten, con un sentido cívico ante las demandas de sus derechos y de nuevas realidades en el contexto político. Proteger a los ciudadanos, es decir, al pueblo al que pertenecen sus propias familias y que sufren las mismas calamidades, debe ser lo que inspire el salir a las calles uniformados”, enfatizan los obispos.
En el comunicado citan la exhortación que hicieron pública el 9 de enero en la Asamblea Ordinaria, en la que debatieron sobre la situación del país. Aseguran que los llamados los hacen “siendo conscientes del sufrimiento al que ha sido sometido el pueblo venezolano por la acción gubernamental, y hoy ‘vive una situación dramática y de extrema gravedad por el deterioro del respeto a sus derechos y de su calidad de vida, sumido en una creciente pobreza y sin tener a quién acudir. Es un pecado que clama al cielo querer mantener a toda costa el poder y pretender prolongar el fracaso e ineficiencia de estas últimas décadas: ¡es moralmente inaceptable!”.
La CEV califica la realidad del país como una tragedia nacional e insisten en que la mayoría del pueblo pide un cambio, “que pasa por un período de transición para elegir nuevas autoridades nacionales”.
Los obispos reconocen el efecto positivo que han tenido los cabildos abiertos organizados desde la Asamblea Nacional y la oposición, pues consideran que han logrado que la gente exprese su descontento y “ha abierto una puerta al desconocimiento del gobierno porque carece de sustento democrático en la justicia y en el derecho”, como lo afirmaron anteriormente también en el documento del 9 de enero.
Consideran que la jornada de hoy constituye el principio de un proceso que no puede dejarse en manos de una sola persona o institución, sino que es tarea de todos los ciudadanos. Apoyan esta afirmación una vez más en la exhortación de principios de enero, en la que afirmaron que no es posible ser simples espectadores de lo que sucede en el país, sino que la solución de los problemas para la articulación de todos los sectores sociales.
También llaman la atención sobre la existencia de “grupos anárquicos que generan violencia”. Y precisan: “A estos grupos son los que deben frenar los órganos de seguridad del Estado, en defensa de la población civil que marchará de forma pacífica. Obedezcan a su conciencia como venezolanos. El valor de la vida y la libertad son indiscutibles, no se negocian”. No dejan escapar la oportunidad para pedirles que se unan a la “sana convivencia y a la concordia”, y que dejen de lado la violencia.