La propuesta presentada por el presidente de Colombia, Gustavo Petro, de una “amnistía” en Venezuela, a los fines de lograr acuerdos entre el gobierno y la oposición, es garantía de paz social en el país y del verdadero reencuentro político en todas las instancias.
Se acercan nuevos y buenos tiempos para Venezuela tras el conveniente reinicio del diálogo entre el gobierno y el sector más radical de la oposición del país, conocido como el G4, que lamentablemente respaldó el interinato y llamó a la abstención en los últimos procesos electorales.
Ese grupo, que actualmente representa a un sector muy reducido de los venezolanos, ha gozado del respaldo de la Unión Europea y del gobierno norteamericano; sin embargo, todo indica que apretón de manos entre el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y el mandatario de Francia, Emmanuel Macron, abrió el camino para que el diálogo que se retomará en el país entre ambos sectores, así como el acercamiento bilateral con los gobiernos europeos y Estados Unidos.
Los resultados de las elecciones intermedias, en el que el partido demócrata no fue arropado totalmente por los republicanos, permite al presidente Joe Biden tomar una vía distinta a la sancionatoria y de confrontación con el gobierno del presidente Maduro.
Este proceso liderado por una voz latinoamericana; en este caso, el presidente Petro, quien, junto al presidente de Argentina, Alberto Fernández, permitirá además transitar por la vía de la reconciliación de los venezolanos, enrumbarnos por la ruta democrática electoral y constitucional.
Aunado a este panorama, en el mes de enero en Brasil asumirá la presidencia Luiz Inácio Lula da Silva, gobierno que se sumará, con toda seguridad, a todo este proceso de apertura que se iniciará a más tardar en el año 2023.
Cuando escuchamos al presidente de Colombia hablar de manera reiterada sobre la amnistía general para que pueda regresar al país todo aquel que partió a otras tierras, ya sea porque en un momento se sintió perseguido o sobre quien pese alguna causa judicial por razones políticas, considero que no puede existir un verdadero reencuentro entre todos los venezolanos con venganza, dolor, sufrimiento y exilio.
Otro punto importante es la situación de los venezolanos de a pie que solicitaron el asilo político en otras tierras de América central, sur y del norte, así como quienes han hecho vida política en el país y otros que asumieron cargos durante el interinato, especialmente magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), con lo que siempre estuve en desacuerdo, por considerar que siempre fue una ficción, una mentira y un engaño a todo el pueblo venezolano.
El tiempo se encargó de dar la razón a quienes advertimos sobre esta farsa desde el inicio del proceso, y hoy nos sentimos reivindicados por los propios actores de ese mal llamado gobierno interino, conformado además por una Asamblea Nacional, un TSJ y una Fiscalía paralela que nunca existieron, instancias se diluyeron en el tiempo y en el espacio.
Hoy en día estoy convencido de que la amnistía general ratifica que teníamos la razón, así que hacemos votos porque el pedimento del presidente Petro, que tiene como fiadores a Fernández y Macron, además del levantamiento de las sanciones, se concrete en los próximos meses para así restablecer de manera inmediata las relaciones con todos los gobiernos europeos y norteamericano, así como las naciones de latinoamericanas, para que nuestros compatriotas que se encuentran fuera del territorio cuenten con consulados y embajadas en plena actividad para restablecer el orden institucional fuera de la patria.
Dentro del marco del proceso de levantamiento de sanciones económicas contra Venezuela, se está a la espera de que la empresa Chevron reinicie las actividades para comenzar la recuperación de la industria petrolera venezolana, lo cual permitirá, debido a la crisis energética que se presentó luego del inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania, el incremento de la producción petrolera y el alza de los ingresos para el país.
Está planteado, además, tras la reciente conversación que sostuvo el mandatario nacional con Antonio Costa, primer ministro de Portugal, la liberación de fondos por un monto de aproximadamente de 3 mil millones de dólares que se encuentran retenidos en ese país, así como de los bienes, muebles, especialmente de buques que se encuentran es astilleros pudieran también ser devueltos.
Por lo tanto, siendo optimista, estoy convencido de que todo este proceso de reconciliación nacional y de levantamiento de sanciones permitirá el desarrollo económico del país para el beneficio de todos los que hemos nacido en esta tierra de gracia.