Ir a una panadería y adquirir un simple campesino se ha convertido en una travesía.
Y todo esto corresponde a la terrible crisis que atraviesa el país con el tema de la escasez e inflación. Asunto que hasta los momentos es ignorado por el mandatario venezolano, quien no se ha dignado en absoluto a la búsqueda de soluciones.
“¡Traiga la carta de residencia!” es lo que citan descaradamente los despachadores en algunas panaderías y consejos comunales, ubicadas en la Redoma Ruíz Pineda en la parroquia de Caricuao en la ciudad de Caracas. La medida tildada de discriminatoria por parte de los habitantes de la zona, presuntamente correspondería a controlar a los revendedores.
Dos hermanas de la tercera edad y habitantes de Ruiz Pineda, señalaron que ya es cuesta arriba levantarse a las 4 de la madrugada para comprar el pan, y que el asunto de la carta de residencia “es lo que faltaba” para hacer de la situación más difícil. “Lo que va pasar es que se va a comenzar el círculo vicioso con el cobro por este trámite, que lo expiden los consejos comunales(…) Además van a resolver este inconveniente pagando por este requisito para seguir afectando a la comunidad igual”, aseveró una de las hermanas.
La miseria en comunismo puede seguir cayendo más bajo. Ahora hay panaderías que exigen carta de residencia para comprar un simple pan.
— Luis Carlos 🏴☠️ One Piece (@LuisCarlos) October 4, 2017
El tema de la carta de residencia puede ser especulación pero se convierte en hechos cuando no solo en Caricuao se aplica, sino también en sectores como La Candelaria, donde a juicio de una usuaria a través de la red social Twitter, la medida está instalada desde el mes de abril.
¿Ahora? En La Candelaria empezaron a pedir carta de residencia para vender pan desde abril o mayo más o menos…
— Rocío Jaimes (@RociLucy) October 4, 2017
– Los bachaqueros, la calamidad para los habitantes –
El asunto es que con carta o sin ella, el venezolano afectado por los cuatro lados por la crisis buscará de zafarse de las reglas. Pues a juicio de los propios habitantes de la entidad, se ven mujeres, jóvenes y hasta niños con grandes bolsas de pan que venden en las estaciones del metro ” a precios mayores de Bs. 4.000 ” cuando el costo real es de Bs. 1.200, problema que no se resolverá con carta de residencia.
“La carta de residencia, los números y que te quiten la cédula no resuelve este lío a la hora de vender el pan regulado(…) Creo que la solución va por el tema de la convivencia, de la conciencia vecinal”, señaló un vecino. Aunque podría ser o no molestia para muchos, es la mediana solución que tienen los panaderos ante el severo silencio que mantiene el Gobierno, quien derrocha lujos y dólares en viajes “innecesarios” en vez de solventar los problemas que aquejan a los venezolanos.
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