«Si la gente no quiere matanza no podemos ser los dirigentes quienes decretemos esa guerra» «Al PSUV le daremos todos los derechos de los que carecimos los de la oposición en estos cinco años»
ELVIA GOMEZ/EL UNIVERSAL
En vísperas del inicio del período oficial de campaña, el secretario general de Acción Democrática, Henry Ramos Allup (Valencia, 1943), afirmó estar «completamente convencido de que vamos a tener elecciones el 6D, de que la MUD las va a ganar de manera sólida en número de votos y de diputados, de que el Gobierno va a reconocer los resultados y de que aquí no va a haber ningún disturbio ni sobresalto».
«Nos estamos jugando el comienzo de la finalización del Gobierno», afirma Ramos, exdiputado del Congreso de la República y de la Asamblea Nacional, candidato a la AN por el Circuito 3 de Caracas.
El Comando de la Venezuela Unida-MUD designó, a mediados de agosto, a Ramos Allup como enlace oficial con el CNE.
«Esta no es una elección parlamentaria más», explica, porque la intención de voto, que rebasa el 80%, es similar al de una elección presidencial».
«Aunque se atreva a decir barbaridades, como hablar de junta cívico-militar, el Gobierno sabe que desconociendo un resultado electoral de esa importancia no sobrevive. Un Gobierno como este, cuya base de rechazo es más del 80%, no puede darle un palo a la lámpara».
-¿Si le parece que el Gobierno está así de debilitado, cómo cree que lo impactará internamente la victoria de la MUD que usted augura?
-Voy a ser cuidadoso, no sea que me acusen de desestabilizador. Después del 6D el Gobierno va a quedar muy frágil, por la derrota en sí, por el debate interno donde van a culparse unos a otros, y porque el Gobierno no tienen unidad de mando. Por 14 años tuvo un jefe único y hoy es una tetrarquía: Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, Tareck El Aissami y el ministro de la Defensa, en este caso Padrino López.
-¿Si el 6D motiva tanto como una elección presidencial, tiene el elector de la MUD una expectativa demasiado elevada de lo que puede esperar de las elecciones?
-Sí, totalmente. Hay que decirle a la gente que con esta elección parlamentaria no estamos cambiando al Poder Ejecutivo y que la nueva Asamblea Nacional no va ni a administrar presupuesto, ni a ejecutar obras ni a rectificar la política económica, que es potestad del Ejecutivo. Uno se angustia oyendo a candidatos con una oferta legislativa al menudeo. El centro de nuestra oferta parlamentaria es el enorme reto de recuperar la autonomía del Poder Legislativo, para discutir abiertamente, para legislar sin subordinaciones ni delegaciones, y para controlar. Hacer lo que no se hizo por 17 años. Nosotros no vamos a ganar para desatar ninguna guerra ni para convertirnos en un contrapoder. Sí vamos a ejercer como poder autónomo y el Gobierno tiene que aceptarlo democráticamente.
-Habla de la cohabitación.
-Uno se tiene que cuidar de la palabra cohabitación o coexistencia, porque los ultrosos, de parte y parte, asimilan eso como tratativa o negociación ominosa. ¡No! Cohabitación significa que los poderes legítimamente constituidos tienen que aceptar sus existencias. Por ejemplo, habida cuenta del control que ejerce el Gobierno sobre el TSJ, eventualmente podrían designar, in articulo mortis, nuevos magistrados para anular o neutralizar la iniciativa legislativa de la AN, declarando inconstitucional todo cuanto nosotros aprobemos. Si fuera así, le auguro un destino muy corto a ese TSJ. Según la Constitución de 1999 el control de la constitucionalidad en máxima instancia lo ejerce la Sala Constitucional, pero esa sala es un organismo incontrolado y no puede ponerse por encima de la voluntad popular expresada. Esto lo digo por si existiera la tentación de que lo que pierdan en las urnas lo van a recuperar con decisiones burocráticas. No se equivoquen.
-¿Sería necesario ganar con mayoría calificada para poder sostener esa postura tan firme que describe?
-Pues no, no, no… ¡Ojalá obtuviéramos mayoría calificada!, pero obtener mayoría simple no es ninguna decepción, sobre todo con este gerrymandering hecho como un traje a la medida del Gobierno. Con mayoría simple podemos tomar todas las decisiones y ejercer todas nuestras facultades como poder autónomo del Estado.
-¿Contarán con el apoyo popular en la calle para desafiar así al Gobierno?
-Por supuesto. ¿Pero qué más apoyo popular que el surgido de las urnas?
-En 2007 la oposición ganó el refendum y el Gobierno, no obstante, insistió.
-Pero ahora es distinto, estamos hablando de un Gobierno cuyo respaldo en votos será, máximo, del 30%. Un Gobierno así no se puede permitir el lujo de seguir atropellando. Para incurrir en esos excesos hay que tener, no solamente respaldo popular, sino respaldo de los militares y está siendo hora de que la propia FAN se desmarque de ciertos excesos. Me cuesta muchísimo creer que la FAN convalide atropellos que el Gobierno proponga para burlar la voluntad popular.
-Empieza la campaña y la MUD sigue sin respuesta del CNE por sus denuncias de la violación de las normas. ¿Qué van a hacer?
-Seguiremos reclamando aún a riesgo de que no haya respuesta. El CNE no ha respondido en materia de limitación de la campaña, para que el Gobierno no siga usando de manera abusiva los recursos del Estado. No ha respondido con normas efectivas en materia de voto asistido; no ha respondido sobre la reubicación de centros de votación que están en zonas de altísima peligrosidad que no garantizan la imparcialidad del voto. No ha respondido sobre las actuaciones del Plan República que se ponen a calificar credenciales de testigos y mantiene centros abiertos más allá de la hora que dice la normativa. Nosotros hemos propuesto al CNE traslados de centros dentro de una misma jurisdicción porque están en situación de peligro. Por ejemplo, donde funciona «La Piedrita», que son unos 620 electores, hay alternativa de reubicación a apenas 200 metros.
-¿Están documento esas irregularidades?
-Absolutamente. Nuestra campaña se centra en la preparación de nuestros testigos, al extremo de que los que tienen experiencia, si no se someten nuevamente a los cursos y la evaluación, los descartamos. Garantizamos que vamos a tener testigos bien entrenados y personal suficiente en todas las mesas del país. Vamos a tener un sistema de comunicación para que al minuto estemos enterados si uno de nuestros testigos resulta intimidado o impedido en sus funciones.
-La MUD planteó al CNE que dé resultados independientes el 6D en los 87 circuitos. ¿Qué pasó con eso?
-Nosotros planteamos que fuesen anunciando resultados parciales, a medida que el número de actas y de votos escrutados hicieran alguna tendencia irreversible. No importa la entidad ni el circuito.
-¿Y si el CNE prolonga los anuncios?
-Ya es hora de que el CNE nos hubiera dado respuesta. Verbalmente se dicen muchas cosas, pero así no nos sirve. Hasta que el CNE no oficialice mediante declaración pública y por escrito respuesta a todos los planteamientos no los podemos dar por aprobados.
–¿Se atrevería la MUD a anunciar resultados parciales si el CNE no lo hace?
-Existe una disposición vigente que ningún medio de comunicación transmitirá resultados hasta que el CNE no dé el primer boletín. Bueno, pero si vemos que el CNE represa los resultados teniendo cómo dar un boletín, buscaremos la manera de transmitirle al país cuáles son los resultados. Allí están las redes sociales. Lo que no vamos a permitir es represamiento, de manera que aumente la sensación de que los resultados van a ser escamoteados.
-Ha dicho que en Caracas la MUD ganará todos los circuitos. ¿En qué se basa?
-En los recorridos que hacemos, incluso en sectores que tradicionalmente habían sido de difícil o imposible acceso, ahora son escenarios normales y cómodos. Nos encontramos muchos militantes chavistas exigiéndole compostura a algunos excedidos que tratan de impedir nuestros actos de campaña. Sorpresa se deben estar llevando los candidatos del Gobierno que son caceroleados en sus propios circuitos por el pueblo llano. Ellos están percibiendo en carne propia el nivel de rechazo hacia el Gobierno.
-En los Llanos el oficialismo siempre dobló a la MUD. ¿Qué esperan para el 6D?
-Hemos tenido que repetir encuestas para corroborar, porque los resultados han sido sorprendentes, en estados como Portuguesa, Yaracuy, Cojedes y Guárico, donde antes no teníamos ninguna posibilidad y hoy aparecemos como ganadores. El Gobierno está haciendo esfuerzos sobrehumanos con la maquinaria, pero una maquinaria sin votos es como un carro sin gasolina.
-Dice que la MUD tiene votos, ¿y maquinaria?
-Tenemos votos y maquinaria, pero nuestra movilización es espontánea. Tenemos los comandos familiares, pero no tenemos un parque de vehículos similar al que usa el PSUV incurriendo en peculado de uso. No obstante esos abusos, van a perder abrumadoramente las elecciones.
-Hay miembros de la coalición que ya ventilan adelanto de elecciones presidenciales. Usted dijo públicamente hace días que le pediría la renuncia a Nicolás Maduro. ¿No es prematuro eso?
-Yo no me atrevería a decir ahorita… Mucha gente, solamente atraído por la idea de un referendo revocatorio cree que eso es coser y cantar. ¡Ojalá fuera así!, pero es un mecanismo demasiado complicado. En el momento veremos si es una enmienda, si es constituyente o si es una solicitud de renuncia del Presidente. Yo dije en la reunión en Miraflores en 2014 que pedir la renuncia al Presidente es una posibilidad constitucional y, además, poco traumática, muy expeditiva. Significaría, para un Gobierno que está boqueando, la posibilidad de un proceso electoral en apenas 30 días. Yo no le veo nada de dramático a que el Presidente renuncie. Me atrevería a decirle al Presidente que considerara seriamente esa posibilidad.
«Quienes allí estemos tenemos que coexistir. Nosotros, que vamos a tener mayoría, respetaremos los derechos de la minoría y vamos a darles todos los derechos de los que carecimos los de la oposición. Ahí nadie va a ser irrespetado ni vejado».
-Han dicho que la prioridad será la Ley de Amnistía. ¿Cómo reaccionaría el Gobierno?
-Yo veo dos escenarios. El primero: el Gobierno respeta la decisión de la AN y le pone el ejecútese. El segundo: el Gobierno no la promulga, echando mano del comodín del TSJ. Ahí la promulgaremos nosotros, porque tenemos facultad constitucional para eso. Al TSJ hay que recordarle que quien controla la constitucionalidad también es sujeto y objeto de control. La última palabra no la puede decir el TSJ por encima de la voluntad popular recién expresada.
-Hay quienes aspiran a que esa ley sirva para la reconciliación. ¿Qué cree?
-Una de las cosas que explica porqué, pese a esta terrible situación económica y social, no ha habido un estallido, es porque la gente no quiere guerra, lo dicen todas las encuestas. Si la gente no quiere matanza no podemos ser los dirigentes políticos quienes la decretemos. Aunque lo acusen a uno de connivente, aquí se tendrá que imponer un diálogo abierto, de cara al país para resolver los problemas nacionales. Nosotros, que aspiramos a suceder a este Gobierno, necesitamos hacerlo sobre bases sólidas. Lo he dicho miles de veces: en todas las transiciones se producen conversaciones, e incluso acuerdos, eso no significa ni alcahuetería ni perdón. Es necesario garantizar las condiciones de estabilidad al Gobierno que viene y eso no es posible con una guerra permanente.
«Tendremos que coexistir»
Henry Ramos Allup recuerda que la Asamblea Nacional que será electa el 6D «va a estar más allá de la duración constitucional de este Gobierno que, máximo, dura tres años más. Esa será una AN para este Gobierno y para el que viene».
«Quienes allí estemos tenemos que coexistir. Nosotros, que vamos a tener mayoría, respetaremos los derechos de la minoría y vamos a darles todos los derechos de los que carecimos los de la oposición. Ahí nadie va a ser irrespetado ni vejado».
–¿Qué harán con ANTV?
–ANTV no va a ser lo mismo. Vamos a dar puerta abierta a todos los medios para cubrir la fuente parlamentaria, como siempre fue. Si hay que reformar el Reglamento para democratizar los espacios, lo haremos. Eso se hace con mayoría simple.
–Han dicho que la prioridad será la Ley de Amnistía. ¿Cómo reaccionaría el Gobierno?
–Yo veo dos escenarios. El primero: el Gobierno respeta la decisión de la AN y le pone el ejecútese. El segundo: el Gobierno no la promulga, echando mano del comodín del TSJ. Ahí la promulgaremos nosotros, porque tenemos facultad constitucional para eso. Al TSJ hay que recordarle que quien controla la constitucionalidad también es sujeto y objeto de control. La última palabra no la puede decir el TSJ por encima de la voluntad popular recién expresada.
–Hay quienes aspiran a que esa ley sirva para la reconciliación. ¿Qué cree?
–Una de las cosas que explica porqué, pese a esta terrible situación económica y social, no ha habido un estallido, es porque la gente no quiere guerra, lo dicen todas las encuestas. Si la gente no quiere matanza no podemos ser los dirigentes políticos quienes la decretemos. Aunque lo acusen a uno de connivente, aquí se tendrá que imponer un diálogo abierto, de cara al país para resolver los problemas nacionales. Nosotros, que aspiramos a suceder a este Gobierno, necesitamos hacerlo sobre bases sólidas. Lo he dicho miles de veces: en todas las transiciones se producen conversaciones, e incluso acuerdos, eso no significa ni alcahuetería ni perdón. Es necesario garantizar las condiciones de estabilidad al Gobierno que viene y eso no es posible con una guerra permanente.
@ElviaGomezR