El mayor general Cliver Alcalá no es el primer aliado del oficialismo en Venezuela que se desmarca del gobierno de Nicolás Maduro, pero sí que es uno de los más simbólicos y de los que más ruido está haciendo.
Muy estrecho colaborador del fallecido Hugo Chávez –lo acompañaba ya desde el intento de golpe de Estado de 1992–, Alcalá causó sensación esta semana al decir que incluso votaría a favor de revocar el mandato de Maduro en el referéndum revocatorio que promueve la oposición.
La grave crisis de inflación, escasez de productos básicos e inseguridad ha llevado al exmilitar a hablar de “anarquía” en el país.
“Si te pones a estudiar a Venezuela en los últimos tres años te darás cuenta de cómo ha proliferado la anarquía. Nos ha llevado a problemas graves, de corrupción, porque se entendió que la corrupción era libre”, le dijo Alcalá a BBC Mundo en Caracas.
Esta es parte de nuestra entrevista con el militar retirado, una figura polémica que en el pasado ha sido acusada de vínculos con el narcotráfico y las guerrillas colombianas de las Farc, cargos que él niega.
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Para usted, ¿ha fracasado el chavismo?
Yo no creo que haya fracasado el chavismo. Está viviendo un momento difícil, que requiere un reajuste. Debemos primero eliminar el sectarismo, la anarquía que se instaló. Un pequeño grupo que se vino a enriquecer, que ve el poder por el poder. Que ha pensado que puede prevalecer con esa doctrina de la anarquía y no es así porque el venezolano no es así.
La mayoría de nosotros no quiere vivir en un modelo de sociedad donde prime la anarquía. Donde tú digas que este barrio u organización depende de un “pran” (líder criminal) y que si ese “pran” permite que tú respires, respiras. No es costumbre para el venezolano eso. A lo mejor en algunos espacios sociales venezolanos se consigue, pero es minoría.
¿Debe haber un referendo revocatorio?
La Constitución es clara. El artículo que corresponde indica que es ley el referendo. El presidente hablaba de que es una opción. No puede ser una opción un referendo revocatorio. Todos los países que tienen acceso a esa herramienta la aplican. Independientemente de que un grupo no lo quiera.
Hay un retardo en la aplicación de ese referendo para una gran masa de venezolanos que la quiere. Nosotros ya recibimos un llamado del pueblo venezolano el pasado 6 de diciembre, donde el 60% dijo no a ese modelo anárquico. No se puede dejar de reconocer al pueblo venezolano por capricho. Porque se ve en la Asamblea la derrota del 6D y se trata de decir que el pueblo se equivocó. El pueblo no se equivoca. Los líderes se equivocan. El revocatorio tiene que ir y va a ir. Estoy convencido.
Henrique Capriles Radonski dice que es la hora de decidir para las fuerzas armadas. Decidir si están con el chavismo, con el gobierno de turno o con la Constitución. Lo dijo más o menos de esa forma. ¿Cómo lo ve usted?
Creo que las fuerzas armadas tienen que estar con la Constitución y tiene que estar con las normas. Con las leyes, o sea, no es momento de decir “estás o no estás”.
Creo que no es el mensaje de las FF.AA. El mensaje es el respeto a las leyes, al pueblo, a la Constitución y al mantenimiento de la paz.
Pero las FF.AA. sí están politizadas, sí están con el gobierno y con el chavismo. ¿No ayudó usted a eso?
Las fuerzas armadas siempre han estado con el gobierno, con el Ejecutivo. Las fuerzas armadas eran totalmente un instrumento en el pasado…
Pero, ¿usted no las hizo chavistas?
Yo creo que ya eran chavistas. Nos estaba dirigiendo un soldado con el ejemplo. El chavismo es una filosofía que trasciende incluso después de la muerte de nuestro comandante.
Es un movimiento político, y usted…
No, no. Es una filosofía…
Y usted se alió con ellos, causando la situación de hoy en día, en la que los generales y el ejército tienen una alianza con el Ejecutivo y no con la Constitución…
Creo que estamos circunscritos en la Constitución. Y la alianza era porque estaba convencido de que el comandante Chávez estaba construyendo un modelo que lastimosamente se fue al traste por varias razones. En especial por el golpe del 2002.
Hasta el 2002, los tres primeros años de la Revolución fueron de construcción de la democracia. Se nos presentó ese golpe, de los que hoy se oponen, quienes aspiran nuevamente a dirigir el gobierno y que de esa forma atacan a la fuerza armada.
La fuerza armada tuvo un soldado como presidente, así como ahora no lo tiene. La fuerza armada no tiene la misma entrega al actual presidente porque no se identifica con él. Nosotros nos identificábamos con Chávez y él respetaba a la fuerza armada.
La mantenía, independientemente de que algunos pudiésemos opinar gracias a que la Constitución nos dio la posibilidad de discutir y votar. Él representó un proceso ideológico.
Me refiero a que, en teoría, la fuerza armada no debería entrar en política…
Es difícil no entrar en política en un país donde todo está politizado, donde el soldado, general, coronel y sargento viven las vicisitudes del país. Y se siente agredido cuando alguien ataca a las fuerzas armadas, y responde.
Cuando le das el trato adecuado, él te lo devuelve. Chávez nos dio el trato a nosotros. Y con los errores que había, Chávez siempre corregía e iba adelante.
Hoy vemos una incapacidad de tomar decisiones, incluso en el interior de las fuerzas armadas.
¿Usted qué piensa que va a pasar?
Creo que va a privar la razón. Que los que se oponen a una herramienta constitucional como es el referéndum tienen que darle paso. Hace un mes que se decía que no se podían entregar las planillas para el revocatorio, la situación era muy tensa en Venezuela. Y cuando se permitió recoger las firmas, creo que la presión bajó.
Si caen en el juego de subir y bajar la presión, es como tener una bomba sin saber cuándo va a explotar. Va a reinar la sensatez porque son pocos los anárquicos que no quieren el referendo. Es una cúpula que se siente que va a perder y tienen ya muchos años detrás del poder y en el poder.
Tendrán que perder sus beneficios. Porque aquí no se trata del beneficio en particular de un grupo sino de Venezuela.
¿Habrá golpe de Estado?
No lo creo. Estoy convencido de que no. La fuerza armada con su compromiso y con esa Constitución la veo divorciada de una acción de ese tipo.
Nosotros superamos ese proceder. Ya hace 22 años del golpe del 4 de febrero. Hubo el golpe de la derecha en 2002 pero sin fuerza armada, o con puros generales.
¿Cree que hay una desconexión entre la cúpula, los generales y los soldados de rango bajo?
Creo que hay un problema actual de liderazgo. El entender qué está pasando con los subalternos, que están sufriendo lo mismo que aquellas personas que hacen colas kilométricas para buscar alimento. El soldado tiene familia, mujer, hijos, padece y sale sin conseguir qué comer. Algunos comen una vez al día. Comen inadecuadamente en los cuarteles.
Entonces, en la filosofía de los militares, tú tienes que estar pendiente de estos subalternos. De que tengan su comida, su familia y su paga en el momento indicado. De que no padezcan para que puedan servir a su patria.
El 90% sufre lo mismo que el pueblo.
Y ese sufrimiento, ¿no podría llevar a algún tipo de golpe más bien viniendo desde abajo?
Ya esos son elementos que no puedes controlar cuando se trata del hambre, el padecimiento humanitario que se está dando en Venezuela por falta de medicinas, por no conseguir leche para tu hijo o conseguirlo pagando lo que ganas al mes.
Eso nadie lo controla y le corresponde al gobierno evitar que suceda.
Tal como usted estuvo al lado de Hugo Chávez planificando una insurrección, ¿habrá algún soldado joven en el país ahora pensando hacer lo mismo con Nicolás Maduro?
No puede suceder algo como lo que se presentó con el comandante Chávez, el compromiso que tenemos con esa Constitución.
A nosotros nos tocó más de 12 años coordinar un movimiento de más de 300 oficiales en el ejército para generar el 4 de febrero. Hubo fechas anteriores incluso, pero siempre prevaleció la decisión del líder, el comandante Hugo Chávez.
Él era nuestro líder y además era perseguido. En este momento, no hay un líder de rango medio dentro de las fuerzas armadas que sea perseguido ni se ha conformado en las academias o en los cuarteles una organización como el Movimiento Revolucionario 200.
Nosotros tuvimos una historia distinta a la que tienen estos muchachos.
En mi caso, estos últimos 3 años de anarquía han generado reflexiones. Yo me fui de baja en el año 2013, dejé el uniforme y me fui a mi casa. A cuidar a mi hija, a vivir normal, hasta que empezamos a no vivir normal.
Cada día tenemos más limitaciones, esto no es revolución. Perdimos la revolución por nuestras acciones anárquicas.
Y lo que no podemos perder es al pueblo revolucionario.
¿Usted pretende algún día la presidencia?
No, no estoy aquí por ninguna participación política. Estoy aquí como venezolano. Siento mi país adentro y no es momento de política. Es momento de solucionar el problema.
No puedes hacer política cuando el pueblo está pasando hambre. No hay en mí ningún interés político sino el de mi patria.
Hablan del problema del narcotráfico en las fuerzas armadas. ¿Cuán grande es el problema?
Es tan grande como el que hay en Venezuela. Aquí, lamentablemente somos vecinos del mayor productor de droga del mundo. Tenemos una frontera de 2.000 km lineales con la república hermana de Colombia. Tenemos una idiosincrasia muy ligada al pueblo colombiano, sobre todo en los ejes fronterizos.
Hemos minado mucho la ética y la moral en este momento del funcionario público. Nos ha penetrado la facilidad que genera el dinero del narcotráfico. Puede comprar cualquier consciencia si no estás firme. Y creo que ha mellado profundamente a muchas estructuras de la sociedad venezolana, que ha permitido que seamos un paso libre de mucha droga.
Yo en pasadas entrevistas decía que el jefe militar de tierra no controla el aire. Eso es un grupito pequeño que controla los radares, los cielos y la información que hay sobre los cielos. Eso deja mucho que decir si no volvemos a la doctrina real de que quien está en tierra también controle el cielo.
Estamos dejando en manos de muy poquitos lo que es el control aéreo nuestro y los vuelos ilegales que se dan en el país.
¿Existe el Cartel de los Soles?
Deben existir carteles, pero ponerle el nombre de “soles” ha sido… incluso, a ese cartel lo nombran desde hace cuarenta años, cuando yo estaba muchachito.
Siempre lo han atribuido a aquellos militares que violaron su juramento a la patria.
Y quizá existan elementos que hoy violan flagrantemente el juramento a la patria y a su país y son militares que continúan dándole nombre a ese cartel.
De que existe una estructura que permite que la droga pase a Colombia, pase por Venezuela y llegue a Europa y EE.UU., existe. Las evidencias están cuando la droga llega a esos lugares.
¿Tiene usted cargos en su contra?
Estoy señalado por mi relación con las Farc (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) como narcoterrorista y estoy en la lista que llaman lista Clinton desde el año 2008. Paradójicamente en ese año yo generé la captura del tercer narcotraficante más importante del mundo, que es quien me acusa de narcotráfico.
Yo capturo un narcotraficante pero quedo señalado por el narcotráfico y muchas voces de algunos de estos anárquicos se indispusieron en el momento en que trabajé contra ese narcotraficante. Estoy en esa lista por combatir el narcotráfico.
El que más laboratorios de droga destruyó en el estado Zulia cuando fue general, fui yo. ¿Cómo un narcotraficante va a destruir la fuente de producción en el negocio?
¿Usted tiene preocupación de que a través de estos cargos en su contra, si usted sigue hablando, el gobierno busque la forma de callarlo?
No tengo temor porque hablo con la verdad. No voy a perder mi libertad, prefiero perder mi vida. No vale la pena vivir en manos de elementos de este tipo sin libertad.
¿Cuánto más puede aguantar Venezuela con las colas, inflación, escasez?
Creo que el venezolano se ha ido acostumbrando mucho a eso. Recuerda que los fines de semana comienzan los miércoles en Venezuela. Tienes cinco días para poder hacer colas.
Es un país que está activando unos motores pero que no trabaja. Esa anarquía que solo depende de la renta petrolera, de los ingresos del Estado. Hay muchos desempleados que podrían estar produciendo.
Y entonces dicen: “Las empresas que funcionan vamos a cerrarlas para tomarlas por el Estado” o que la comida debe distribuirse fuera de los supermercados en los llamados “platos”.
La comida es para distribuir en los supermercados. Zapatero a sus zapatos. Cada quien a su labor.
En la anarquía, el zapatero es chofer, el chofer es el que vende la comida, y la ama de casa es “bachaquera”.