El Gobierno venezolano está a la espera de que los representantes de la red social X (propiedad de Elon Musk) entreguen documentos de sus operaciones en Venezuela, así lo informó el ministro de Comunicación, Freddy Ñáñez.
Entre los recaudos que solicitó el presidente de la República, Nicolás Maduro, al dueño de X, incluyen la presentación formal de la junta directiva de la empresa, que designe o informe, en caso de que ya exista, quién es el representante de X en Venezuela, y que esa persona se haga “responsable”, pues “acepta las leyes venezolanas y convive con las leyes y hace uso legal de su plataforma”.
“Todavía estamos esperando que ellos se hagan cargo”, mencionaba.
Suspensión de 10 días de X en Venezuela
“El impacto social” de la medida está claro, que “a gente puede vivir sin X”, dijo el el ministro.
Agregó, que en esta red, antes conocida como Twitter, actúan “una especie de fantasmas digitales”, en alusión a los bots, lo que deja una “comunidad real muy pequeña”, sobre todo si se compara con Facebook, que tiene 22 millones de perfiles registrados en Venezuela, donde también hay 8 y 7,9 millones de cuentas de TikTok e Instagram, respectivamente.
Aseguró que “lo que va a pasar es que van a empezar a entrar nuevas redes sociales”, además destacó el poder y alcance de plataformas creadas en China.
Redes usurpan función de medios de comunicación
Ñáñez indicó que las redes sociales han usurpado la función de los medios de comunicación, del Estado y de las instituciones, “lo cual pone en jaque a la democracia tal cual como la conocemos, la hace difícil de desarrollarse”.
“Las redes sociales han llegado, como tecnología de la comunicación, a donde nunca había llegado ninguna otra tecnología, ninguna otra institución conocida en el mundo, ni siquiera las religiones”, manifestó.
“Han llegado a la posibilidad de susurrarle a cada persona de cada país lo que el algoritmo determina que esa persona quiere escuchar, con lo cual queda disuelta la posibilidad de una verdad colectiva, de un Estado de opinión más o menos estable, y queda por lo tanto disuelta la capacidad de tener una gobernanza dentro del espectro social”, explicó.
Legislar las redes
Es por ello, que Ñáñez considera que en el país ha llegado el momento de legislar sobre esta materia y asumir con seriedad que en el campo académico, jurídico, cultural y político se pueda construir un espacio de pensamiento que pondere a estas tecnologías.
Para el ministro, la ciudadanía debe enterarse de qué se trata el mundo digital, de los algoritmos, para que tengan herramientas para debatir el problema a profundidad y ponerle coto.
Estado de conciencia
Resaltó que no se trata de bloquear o prohibir plataformas, “de lo que se trata es de crear un estado de conciencia de estas herramientas que son muy peligrosas para la salud individual y para la democracia”.