Restan sólo 17 días para las elecciones parlamentarias que renovarán la totalidad de los escaños de la Asamblea Nacional y son horas desesperadas para el oficialismo, quienes han asegurado que obtendrán la victoria el próximo 6 de diciembre «como sea». Así lo reseña Infobae.
En un contexto en el que se está profundizando la desorganización económica que rige en el país, no dejan de aumentan los casos de corrupción y narcotráfico que golpean al poder y los abusos por parte de funcionarios estatales son moneda corriente, fue difundido el audio de un discurso que el gerente de Aduana Aérea del Aeropuerto Internacional de La Chinita da a sus empleados.
«A mí no me apena decir que voy a votar por la Revolución. Levante la mano quien tenga un problema con decir por quién va a votar», es una de las frases que pronuncia José Miguel Montañez Silva ante el silencio de sus empleados.
Después de varios minutos de charla, en la que el funcionario apela a las veces que sus empleados han «chillado» por cuestiones laborales y asegura que «no hay excusas» para no ir a votar, explica con detalle un minucioso mecanismo de acoso laboral que tiene como objetivo lograr los votos necesarios para evitar una derrota del chavismo.
«Yo les voy a dar una orden aquí, no se cómo lo van a tomar ustedes, si quieren me denuncian en el periódico, lo que les dé la gana», advierte. Y continúa: «El día de las elecciones, cuando vayan a su mesa de votación, agarren sus teléfonos celulares y los ponen en modo cámara. Pasan, ponen la huella en la máquina de votación, imprimen el papelito y se toman la foto con el papelito del voto. Y el día lunes o el día martes van a pasar todos ustedes por mi oficina a mostrarme la foto».
Ante el silencio de sus empleados, Montañez Silva les explica: «Aquí nadie tiene problema en decirme por quién votó. Porque yo creo que aquí todos estamos identificados con el proceso, ¿quién va a tener algún problema con mostrarme el voto?».
Durante el discurso, además, el funcionario había recalcado que venía de una reunión con todos los gerentes de aduana del país y que estaba muy contento porque, según él, «la gente está pensando de manera radical». En efecto, el mismo planteo intimidatorio bajo la amenaza de perder los puestos de trabajo debía ser parte de un planteo más general que se repite en todas las dependencias estatales del país que están actualmente en manos del oficialismo.
«Yo soy chavista y soy radical. Y yo tengo que obligar a los 40 funcionarios míos a que voten por Chávez. Son 40 votos para esta revolución. Y ustedes hablan con 10 suyos y les dicen que voten por el Gobierno. Más aún si es familia de ustedes. Si ustedes consiguen diez cada uno, más sus 40 votos, son 440 votos para PSUV».
La grabación, que indudablemente fue tomada con el teléfono celular de uno de los empleados que vivieron el episodio, termina con una última amenaza: «Señores, les repito el mensaje: cuiden su trabajo, cuiden su trabajo. ¿Cómo cuidamos nuestro trabajo? Pues manteniendo esta revolución».
https://youtu.be/CGEKsEpEm8o
SN