Hiram Gaviria, diputado de la Asamblea Nacional, expresó que “nadie quiere que lleguemos a un clima de violencia producto de la desesperación. Frente a eso hay que tomar medidas para corregir el rumbo económico, con políticas consensuadas, que haya diálogo y entendimiento entre sector privado y público”.
Hay obstáculos que el Gobierno no quiere saltar al insistir que el origen de las complicaciones está en que en la distribución “hay agentes económicos que acaparan bienes”, siendo las causas la falta de producción, la corrupción y los controles.
Cuestiona que mientras no haya aumento de rubros agrícolas, precios rentables, seguridad y provisión de insumos a tiempo, continuará la crisis y distorsiones. Y en consecuencia seguirá el contrabando, la especulación porque “el hijo predilecto de la escasez es el ‘bachaqueo’”, asegura.
El diputado y exministro del extinto despacho de Agricultura y Cría desmarca que haya una mutación del “bachaqueo”. Sí afirma que se acabará cuando el abastecimiento sea pleno. Y “solo se logra estimulando la producción interna, mayor oferta de bienes y servicios, y haciendo transparentes las importaciones”.
Importaciones corruptas
Acusa que el Ejecutivo calla frente al “mecanismo perverso de la corrupción”, filtrada en las importaciones de bienes que llegan al país para cubrir el déficit de producción. El plan de compras internacionales en el pasado rondaba entre los dos mil 500 millones y tres mil millones de dólares. “Y estamos importando ocho mil millones, ese diferencial de cuatro o cinco mil millones se va a la corrupción. Esto lo sabe el Gobierno. No actúa porque es prisiones de mafias”.
Por la frontera los “traficantes de cuello blanco y cuello verde, que son los militares”, sacan esas importaciones de productos, teniendo el Ejecutivo el control de las compras, entrega las divisas, emisión de las guías de movilización. En sesiones parlamentarias se solicitan derechos de palabras para exigir investigaciones. Pero las peticiones no tienen eco.
Gaviria invoca recuperar la producción nacional de arroz, maíz, café, y “la carne que requieren los venezolanos. Eso amerita una política agroalimentaria distinta. Una que garantice la producción privada, seguridad de los productores en el campo, precios rentables, insumos, y que se limiten las importaciones y sean transparentes, y eso no lo está haciendo el Gobierno”.
Fuente: La verdad