La noche de este sábado, 10 de abril, falleció en la ciudad de Miami, monseñor Tulio Chirivella a sus 88 años de edad, quien fue arzobispo emérito de Barquisimeto, estado Lara. Murió tras luchar durante días contra la COVID-19.
La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) informó sobre la lamentable noticia este domingo a través de su página web. Monseñor Chirivella fue presidente de la CEV desde julio de 1996 hasta julio de 1999.
Durante su ministerio episcopal, estuvo al mando de iniciativas de defensas de los Derechos Humanos y la dignidad de la persona, donde además hizo énfasis en el compromiso de la Iglesia para contribuir en el servicio social, y por ende, darle una mano amiga a los más necesitados.
Tulio Manuel Chirivella Valera nació el 14 de noviembre de 1932 en Aguirre, estado Carabobo. Ingresó al seminario el 08 de septiembre de 1945, recibiendo su ordenación sacerdotal el 11 de noviembre de 1956, a la edad de 24 años, en la Catedral de Valencia.
Fue nombrado Obispo de Margarita por el Papa Pablo VI, el 05 de abril de 1974. Recibió su ordenación episcopal el 9 de junio de 1974, de manos del Cardenal José Humberto Quintero. Más tarde, el 18 de octubre de 1982, fue nombrado Arzobispo de Barquisimeto por el Papa Juan Pablo II, y el 15 de junio de 1999, fue designado Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Maracaibo, tomando posesión el 28 de junio de 1999, hasta el 2001. Su labor como Arzobispo de Barquisimeto culminó el año 2007, luego de alcanzar la edad canónica para su retiro.
Ante su fallecimiento, el Episcopado Venezolano se une al luto de sus familiares y de quienes lo conocieron en vida.
“El Episcopado Venezolano se une en el dolor por el fallecimiento del hermano en el ministerio episcopal, en comunión con la Esperanza cristiana en la promesa de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo“.
El 8 de enero del corriente año, la CEV y la Arquidiócesis de Caracas informaron sobre el fallecimiento del obispo de la diócesis de Trujillo, monseñor Cástor Oswaldo Azuaje, a los 69 años por COVID-19.
“Que el Señor lo reciba, agradeciendo siempre su labor como guía espiritual en esta zona andina de Venezuela. Extendemos nuestras condolencias a familiares y amigos”, dijo la Arquidiócesis de Caracas en su cuenta de Twitter. En aquel entonces, señalaron que era el único obispo venezolano que ha fallecido por la enfermedad respiratoria.