«Se necesita voluntad política y que no seamos prisioneros de los fantasmas del extremismo que existen de lado y lado».
“Aquí no valen sectarismos, ni mezquindades, importa Venezuela”, esa fue la respuesta del gobernador de Lara, Henri Falcón, a diario Panorama, tras su entrada al Consejo Nacional de Economía Productiva.
De acuerdo con el político, es terrible y preocupante la situación por la que atraviesa el país, y se deben tomar medidas contundentes sin demora.
A su juicio, decisiones como el aumento de la gasolina, la diversidad en las tasas de cambio, el control del gasto público y la reversión de las empresas y fincas expropiadas, son impostergables y necesarias para comenzar a encaminar al país, sumido en una profunda crisis económica, política y social.
A continuación la entrevista completa:
¿Cómo vio el ambiente en la reunión del Consejo de Economía?
La situación que está atravesando el país, en la que somos coincidentes quienes adversamos al Gobierno y el propio Gobierno, es que estamos viviendo una de las crisis más agudas que se haya vivido en Venezuela. La situación es muy preocupante, la crisis es muy aguda, terrible. Y yo lo digo con la angustia de un gobernador, representante de una población, pero también como un ciudadano y padre de familia, por eso, no es criticar, esconderse y callar, eso no es responsable. Hemos sostenido como una prédica permanente el diálogo económico para la productividad y el diálogo político para la gobernabilidad (…).
Hay un rezago en la toma de decisiones, aunado a la improvisación del Gobierno en esta materia, hay que corregir los desequilibrios de la economía. Es una condición de jaque fundamentalmente a los sectores más humildes. Un kilo de caraotas cuesta 1.500 bolívares, la comida de los pobres, con un agravante que es el precio del barril de petróleo en caída libre, 21 dólares, pero con una tendencia a la baja que pudiera llegar a los 10 dólares o menos. Es terrible. Vamos a tener, en los próximos días que entendernos así no querramos.
Venezuela tiene que ser el punto de coincidencia porque si no se toman decisiones eso pudiera llevarnos a caminos de inestabilidad social que pueden generar situaciones de violencia de calle. Frente a eso tiene que imponerse la racionalidad, el sentido común. (…) Es mejor dialogar y concertar, que una guerra civil en nuestro país, y lo digo con la preocupación de lo que uno ve en la calle, de lo que se siente y de las condiciones reales de la economía. No desaprovechemos el momento de conciliar posiciones para que después no tengamos que dialogar sobre la tumba de nuestros muertos, así suene duro pero es la verdad.
Y usted que ha asumido esa posición, ¿cuánto le ha costado dentro de la oposición su incorporación al Consejo?, porque hay quienes lo crucifican…
Hay gente que critica y eso es entendible, porque nos pusieron un país en blanco y negro, y eso lo que demuestra es el daño que le ha hecho a Venezuela la polarización. Es uno de los grandes enemigos del país, y por supuesto los sectores extremistas radicales, que los hay de lado y lado, que siempre quieren las cosas en blanco o en negro y atacan lo racional, que privilegian la pasión frente a la razón, y algunas veces la maldad frente a la verdad. Pero yo decidí por Venezuela. No trató de acompañar a nadie, decidí participar porque quiero ser una voz crítica más no silente o sumisa en ese Consejo. (…) El Gobierno está obligado a reflexionar y rectificar, no es un favor que se le está pidiendo, está obligado. En tal sentido, una de las grandes reflexiones que tiene que hacer el Gobierno es el tema de las expropiaciones.
¿Qué elementos se requieren para que este vez sí funcione el diálogo convocado por el Gobierno?
Se necesita voluntad política y que no seamos prisioneros de los fantasmas del extremismo que existen de lado y lado. El diálogo pasado fracasó porque se impusieron los extremos y de allí que decisiones importantes que pudieron concertarse en aquel momento no se concretaron.
¿Cómo cuales, gobernador?
Bueno, por ejemplo, el aumento de la gasolina. Pudo ser una materia del diálogo político en el marco del diálogo económico y no estuviésemos atravesando lo que estamos atravesando hoy, la necesidad de que más allá de la retórica política haya políticas y decisiones que atiendan los desequilibrios macroeconómicos que están afectando terriblemente la renta social del país. De allí, todo lo que se ha venido planteando: la apertura para todos los sectores productivos, el privado, la necesidad no solo de revisar los precios del combustible, sino también los subsidios a otros países. No se está planteando que se le quite a los sectores más pobres de la población algunos financiamientos. Si se aumenta la gasolina hay que ir a un debate con el sector del transporte público, el de alimentos.
¿Qué decisiones cree usted se deben tomar desde ya?
El Gobierno está obligado a revisar, a hacer un examen exhaustivo de todas las expropiaciones que se dieron en el país, las que funcionaron no llegan al 10%, pero las que no funcionaron el Gobierno estaría obligado a revertirlas, revertir los procesos de expropiación que incidieron en la caída de la producción nacional, y estoy hablando no solo de empresas sino también de fincas, pongo el ejemplo de Agroisleña, cementeras, empresas de gas, grandes fincas. El Gobierno tiene que abordar de una vez por todas, no puede esperar más, el tema de la diversidad de las tasas de cambio y que desde el exterior se toma el referencial que de alguna manera afecta, no solo la producción, sino el comercio, desde una bodega hasta el más grande de los comercios. Esa diversidad de tasas de cambios ha generado un referencial de 800, 900 y 1.000 un dólar frente al bolívar. Esa es una materia que el Gobierno tiene que definir para corregir los desequilibrios. El gasto desmedido, burocrático, populista, clientelar, tiene que ser abordado, el control del gasto público; una reingeniería en la principal empresa estatal, Pdvsa, para hacerla más eficaz y eficiente; que el Ejecutivo reconozca la verdadera autonomía que debe tener el BCV para que tengamos información fidedigna, indicadores reales, que puedan orientar la inversión; el ajuste en el precio de la gasolina, con lo que estamos de acuerdo.
¿Y vio voluntad para aplicar medidas en esa reunión?
Yo estuve en una primera reunión, y no fui yo nada más, ahí estuvo Oswaldo Cisneros, y además el presidente de la Asociación Bancaria de Venezuela, el presidente de Fedeagro, (…). Esos son espacios que no se pueden dejar, y yo debo ser una voz crítica allí y un instrumento para proponer, para aportar soluciones más que complicaciones. Por eso sostengo, si algo hoy debe convocarnos a todos es Venezuela, sea chavista, madurista, adeco, copeyano, progresista, o lo que sea… Aquí no cabe el sectarismo, la mezquindad, el cálculo político, no cabe aquí (…). Nosotros decíamos allí que esperamos abordar también el tema de los privados de libertad y presos de conciencia. Llegó la hora también de obrar con el perdón y la reconciliación nacional.
¿En el Consejo de Economía, además de usted hay otros dirigentes de la MUD que lo acompañen?
Hay mucha gente de oposición, mucha, pero para ser de oposición no hay que ser de un partido, la mayoría de este país se expresó el 6 de diciembre con un criterio adverso que muestra su posición de oposición al Gobierno, y ahí están. Pero que no le dan prioridad al cálculo político. Hay gente que habla todos los días, pero entonces se esconden. Yo sí dije ‘hay que dialogar’, pero ese diálogo debe ser respetuoso, productivo, con resultados, si eso no ocurre allí el primero que va a salir a decirlo y se retiraría de eso sería yo. Ese espacio que pudiera ser productivo para salvar la vida de muchos venezolanos y para salvarnos de la catástrofe no lo podemos desaprovechar, es un error.
La AN no aprobó el Decreto de Emergencia Económica, ¿qué opina?
La Asamblea está en su legítimo derecho, frente a un decreto de emergencia que plantea el Ejecutivo nacional para el análisis, evaluación y posterior aprobación o rechazo. Hay quienes sostienen, y nosotros acompañamos ese criterio, de que tenía el decreto inconsistencias en el diagnóstico y señalamientos de la crisis. De ahí que creo que fue un error del Ejecutivo nacional el no aportar la información que se les requirió desde la Asamblea Nacional a través de la presencia de los ministros, en el marco de la colaboración de los poderes, y aclarar las dudas de la comisión. Fue un error no haberse presentado los ministros en la comisión.
La AN se estableció un plazo de seis meses para buscar un mecanismo que permita la cesación del Gobierno, ¿eso significa que viene un revocatorio?
Para nosotros la prioridad hoy está centrada en lo económico, así pienso yo. Ahora, el mecanismo del referendo está establecido en la Constitución, de manera que todas las actuaciones que se puedan desarrollar desde la AN estarán en el marco de la democracia y lo constitucional.