Rafael Ramírez, el exzar del petróleo venezolano, uno de los hombres más poderosos de los años en los que Hugo Chávez gobernó a Venezuela, lleva más de un año disparando munición gruesa. Acusando a quienes hace poco fueron sus compañeros de gabinete de destrozar a Venezuela. El exministro de Petróleo y expresidente de Pdvsa está montando una plataforma política, y no lo oculta; sostuvo, el jueves de la semana pasada (11 de octubre), una entrevista con Noticiero Digital en la que habló en extenso sobre sus proyectos y su visión del país y sobre sus años en el Gobierno.
El resultado de esa entrevista se publicará en tres entregas (lunes 15, martes 16 y miércoles 17), por la longitud de la misma, y versa sobre tres temas fundamentales: La crisis política que vive Venezuela (lunes), su gestión en Pdvsa y la economía en los años del chavismo (martes), y las acusaciones de corrupción que se hacen sobre la empresa petrolera, su persona y sus allegados. Finalmente, se publicará, en formato PDF, la conversación como ocurrió, para que los lectores interesados puedan leerla completa.
En esta entrega, Ramírez acusa a Nicolás Maduro de ser “el vampiro de Hugo Chávez”; afirma que Pdvsa está en vías de privatización, y señala que, entre otros, AD, Un Nuevo Tiempo y el propio José Luis Rodríguez Zapatero han recibido contratos petroleros.
“En Venezuela no hay democracia”
-Primero que nada, me gustaría preguntarle su posición sobre el caso Albán…
-Es muy grave, porque nadie del alto Gobierno, Diosdado sí dijo algo, pero ni el presidente ni los hermanos Rodríguez han dicho nada sobre ese tema. Sobre todo los hermanos Rodríguez, cuando su papá fue víctima de muerte bajo prisión. Es muy duro que estemos otra vez en situaciones como el asesinato de Fabricio Ojeda, o como el asesinato de un muchacho llamado José Gregorio Rodríguez, al que justamente tiraron del edificio de la Digepol, allá en Los Chaguaramos, y que está relatado en Cuando quiero llorar no lloro, de Miguel Otero Silva.
Entonces, volvemos a una situación donde los presos se mueren, no es el primero que se suicida, se han suicidado otros anteriormente y nadie dice nada. Lo que haría cualquier Gobierno serio es que detendría a todos los oficiales, estarían bajo custodia, todos los funcionarios involucrados en el traslado y la custodia de ese señor, y se abriría una investigación gigantesca, porque así lo dice la Constitución. El artículo 43 de la Constitución dice que el Estado protegerá la vida de los privados de libertad. Esta gente está en sus manos.
Pero es que igual le pasó a (Juan) Requesens. Yo no comparto las ideas de Requesens, lo que sea, pero la dignidad humana es la dignidad humana, vale. No te pueden drogar y después exponer al escarnio público… Pero también pasó cuando le metieron un cohete antitanques al señor este Oscar Pérez; ¡igual! Por supuesto, yo estoy en una posición revolucionaria, no estoy de acuerdo con lo que está diciendo Oscar Pérez. Eso es una cosa. Pero otra cosa es meterle un cohete antitanques a un hombre que está rendido.
El uso proporcional de la fuerza…
Exacto, y eso pasaba justamente en los 60 con la guerrilla. Nosotros denunciamos cuando guerrilleros se rendían y aún así terminaban muertos. O ves como pasa ahorita, que en todos los enfrentamientos del hampa con la policía el score es siempre 10 a 0. No sé, todo es muy raro y muy lamentable que nadie diga nada.
Este señor, el fiscal (Tarek William Saab), habla de una “investigación auditada”. ¿Qué es eso? Además, el mismo Maduro desconfía de sus servicios de inteligencia cuando va a otro país y pide que el FBI investigue al bendito dron. ¿Por qué no investiga este asesinato, si se suicidó o si es un asesinato?
Es un tema muy grave y que es un termómetro de cómo está el país, la descomposición del país; el fiscal no sabe qué hacer con esa papa caliente, nadie dice nada…El presidente de la República debería decir algo, o la vicepresidenta, pero nadie dice nada, y se lo dejan al fiscal, a ver cómo sale él de ese problema.
Parece muy obvio que usted está montando una plataforma política, asociada al chavismo o al rescate de los valores del chavismo. ¿Cómo se hace eso en un contexto en el que, como usted acaba de analizar, no hay democracia? ¿O usted cree que sí hay democracia en Venezuela?
En Venezuela no hay para nada una democracia en este momento. Ejemplos hay de sobra, como el de (Miguel) Rodríguez Torres, a quien se le ocurrió decir que iba a ser candidato y lo metieron preso; el mío también. Mis diferencias con Maduro comienzan en el momento en que hace más de un año yo comienzo a escribir; yo soy un hombre comprometido con el pueblo y con el país.
Si Maduro, así sea en nombre de Chávez, lo está haciendo mal, yo tenía que decirlo, y eso fue lo que Maduro no me aceptó. Maduro me dijo que dejara de escribir, y yo le dije que no. Al contrario, Chávez pedía las opiniones de uno y era permeable a las críticas. El presidente Chávez le prestaba mucha más atención de la que cualquiera se imaginara a las críticas; incluso a las críticas de la oposición.
Maduro es un intolerante; como ellos saben que no tienen la autoritas, la autoridad, entonces siempre tienen mucho temor de que alguien les haga sombra, de que alguien esté por encima de ellos, y la autoridad se conquista, eso no se decreta.
Cuando yo renuncié, porque no podía seguir en las Naciones Unidas, no podía seguir representando al Gobierno, no quería estar vinculado más nunca con este Gobierno, y pedí en el PSUV, del cual me considero militante todavía, ir a unas primarias, porque yo creí que se necesitaba una opción distinta a Maduro, para salvar al país, sencillamente se desataron todos los demonios contra mí.
Yo hablo de las siete plagas de Maduro, me cayeron todas encima, y obviamente no hay democracia. Toda la gente que está detenida por razones políticas o acusada de corrupción no tiene el derecho a la libre defensa, al debido proceso.
Yo conozco gente como David Parada, lo acusaron de ser responsable de corrupción durante mi gestión en el Ministerio del Petróleo, pero lo acusaron justamente los militares de ser responsable del contrabando de gasolina en la frontera. Tiene cinco años preso sin juicio, no lo han llevado a ver de qué se le imputa, y el contrabando sigue, y sigue peor que antes. Él y tantos detenidos que no tienen derecho a la defensa.
La fiscalía supuestamente tenía y tiene que velar por el estado de Derecho y es la gran inquisidora. La fiscalía te acusa y te condena, te emite una opinión y ya estás listo, estás frito, no puedes tener el derecho a defenderte.
Otro ejemplo, el caso conmigo y los medios de comunicación; no se atreven los medios a entrevistarme. El ministro Jorge Rodríguez ha llamado a muchas radios a decir que no me entrevisten. Presionan directamente a los medios para que no me entrevisten. Si no quieren escuchar, si no son permeables a las críticas, si no permiten que funcionen los mecanismos de control de la democracia…
Yo he dicho que se están haciendo cosas muy graves con nuestra soberanía, contra la Constitución y las leyes, como la privatización de Pdvsa o la entrega del Arco Minero, y todo esto sucede en secreto, sin rendirle cuentas a nadie. El contralor de la República es el hermano de Cilia Flores. Entonces…
Ahora. ¿Todos estos males no vienen de los años en los que usted participó activamente en el Gobierno? Esa misma crítica se le hizo a usted cuando usted dijo que Pdvsa era “roja rojita”: la ausencia total de mecanismos de control y de estado de Derecho… Estas denuncias no surgen en 2013, sino mucho antes…
No, no. Nosotros nunca habíamos tenido esta situación cuando Chávez. Siempre cuando alguien está en la oposición argumenta que el Gobierno no da garantías, todo lo que tú quieras, pero nunca hubo persecución por razones políticas en el Gobierno del presidente Chávez. Al contrario, pienso que el presidente Chávez fue demasiado noble, tolerante.
Nosotros toleramos un golpe de Estado sin ningún preso. Hubo un paro petrolero, con 17 mil millones de dólares de pérdidas, y no hubo presos. El presidente Chávez siempre insistía en derrotar a la oposición electoralmente…
Yo podría decirle, doctor Ramírez, que alguien como Raúl Baduel, o los familiares de Raúl Baduel, podrían tener una opinión en contrario…
Sí, claro, estoy de acuerdo contigo.
¿Y entonces?
Raúl Baduel entiendo que hace cuatro años ya cumplió su condena, debería estar libre y no lo está. Eso es un problema. El que salvó el golpe de Estado de 2002 fue Baduel con su actuación en la III Brigada de Infantería de Maracay. Sí, pero esta situación, mientras yo estuve al lado del presidente Chávez durante 12 años, yo jamás presencié que levantara un teléfono para mandar a meter preso a alguien, o para hacer algo, jamás.
Eso se ha perdido, ya no es razón de Estado sino una conducta promovida desde Miraflores a todas las instituciones. Toda la institucionalidad del país está muy mal porque está controlada por un sistema político.
Ahora que están saliendo las declaraciones de Claudio Uberti, en Argentina, ¿usted avala la honestidad personal de Hugo Chávez?
Sí, claro.
¿Absolutamente?
Meto las manos en el fuego, sí señor. Uberti se hace ver por una persona importantísima; no, Uberti es uno más, ¡uno más!, de la delegación que venía. La persona importante allí era Julio de Vido, el jefe de las relaciones.
Y lo condenaron anoche (10 oct. 2018) a cinco años y ocho meses de prisión…
Sí, lo sé, pero no tiene nada vinculado con nosotros. No sé qué pasa en Argentina, ese es otro lío, pero resulta que allá el tema político es tan duro o más duro que aquí. No estoy al tanto de eso. Lo cierto es que cuando escuché a Uberti diciendo que Chávez y Kirchner eran una especie de delincuentes, que andaban… ¡Eso es mentira, chico! ¿Y sabes por qué hablo? Primero, en honor a la verdad, y segundo porque nadie defiende a Chávez. Maduro era el canciller, y él no dijo ni pío, porque para ellos Chávez como que no existe.
Chávez los montó ahí, pero ahora ellos no tienen nada que ver con Chávez. Yo sí, yo estoy defendiendo al presidente Chávez porque me consta de su honestidad, así como estoy tranquilo con la mía.
“Le puedo cantar tres a cualquiera”
¿Esto no era también una política de Chávez, guardarle los expedientes a la gente para el momento en que se volviera incómoda? Y estoy pensando, nuevamente, en Baduel, cuya primera condena fue por corrupción…
(Pausa) Sí, sí. Me estás haciendo una pregunta… Mira, yo nunca fui un hombre relacionado con temas judiciales, ni con temas de expedientes…
Sí, pero fue un hombre de mucho poder durante muchos años.
Sí, pero nunca quise, nunca me metí… en las triquiñuelas políticas de los distintos grupos del chavismo. Nunca, nunca, nunca. Porque yo no sé hacer esa política. Lo mío es una política nacional, servir al Estado. Yo nunca me metí… Fíjate cuando se hizo aquel debate entre la oposición y el chavismo, empezando Maduro…
El de 2013.
Eso fue en Miraflores, y todos ellos se saludaban. Ahí yo me di cuenta de que todos ellos eran amigos. Cuando empezó el programa, cada quien en su orilla. El único que era extraño era yo, yo nunca me metí en esos temas políticos. Yo soy leal a mis ideas y soy leal a Chávez, pero jamás se lo que significa…
¿Tú sabes si yo me hubiera dedicado a guardar expedientes? Yo tendría a todo el mundo… Los tendría en salsa, pues.
Eso era lo que se esperaba de usted, me perdona la ironía…
(Risas) No, chico. Yo no uso esa política. Yo te digo algo: a la gente no le conviene meterse conmigo, porque yo sí sé cómo pasaron las cosas y le puedo cantar tres a Maduro o a quien sea.
Hablando de gente con la que usted se peleó, en estos días Diosdado Cabello le dijo que se quedara tranquilo, que no se meta usted con él… Diosdado Cabello, por lo que dicen, no es un enemigo pequeño. ¿No le teme a Cabello? ¿Cuál es la situación entre usted y él?
No, claro que no, yo no le temo a nadie. Yo solamente le temo al pueblo, al juicio que tenga el pueblo de nuestra gestión. Yo le respondí a Diosdado porque lo que dijo no solo es que me parece un abuso de su parte, sino que es mentira, y desconsiderada. Por eso le di una respuesta contundente.
Pero yo no quiero pelear con Diosdado. Mi problema no es Diosdado. Mi problema es Nicolás Maduro. Yo creo que incluso Nicolás Maduro promueve esos conflictos entre las distintas personas que podrían hacerle un contrapeso.
Yo con Diosdado le dije lo que tenía que decirle, porque él no me puede ofender a mí, lo que dijo fue muy feo y yo lo único que estaba reclamando es que la Constituyente cumpliera con su labor, porque a mí me parece que la privatización de Pdvsa es un hecho tan grave que todo el mundo debería estar hablando de eso. Más nada. Yo no tengo ningún interés personal de confrontar a Diosdado.
Perdone. ¿Para usted la Constituyente es legítima o ilegítima?
(Pausa). Mira: esa es una discusión sobre la que no tengo una clara posición. Yo lo que digo es que ha perdido su legitimidad, su legalidad, porque la Constituyente, es creada para hacer un texto constitucional que debe ser sometido a la discusión del pueblo. Yo espero que eso vaya a una votación. Pero está claro que la Constituyente es un mecanismo político, una maniobra para quitarle las competencias a la Asamblea Nacional. Es decir, perdimos la Asamblea Nacional y entonces le quito las competencias.
Ese es el juego que no es transparente. Y además han convertido la Constituyente en un cuerpo legislativo, que no lo es. Cuando el presidente Chávez lanzó su proyecto constituyente disolvió el Congreso pero creó el Congresillo, porque tiene que haber una instancia que legisle mientras tanto.
Entonces fíjate, estos crearon la Constituyente se puso a crear leyes que son inconstitucionales: la Ley de Inversiones Extranjeras, los temas de la privatización de Pdvsa, bueno, esos ni siquiera pasaron por ahí. El decreto 3.368, donde dice que Quevedo puede hacer lo que le dé la gana en Pdvsa, una cosa inconstitucional.
El concepto del control de las instituciones está intrínseco en la democracia, si no tienes control estás frito, no puede ser. Entonces lo que yo reclamaba era que la Constituyente tenía que decir algo, sobre todo cuando se supone que ahí hay gente que no sé, si representan a los sectores, pero yo conozco algunos que son personas con dos dedos de frente; que digan algo, pero no dicen nada.
Entonces Diosdado se molestó por eso, pero la respuesta que dio fue desproporcionada, fue grosera, y mentira. Yo no mentí. No vas a encontrar, en mis declaraciones, ninguna donde yo agreda a alguien directamente. Que diga “Fulano es un ladrón”, ¡no, no, no! Si no tengo pruebas yo no puedo decir eso.
El vampiro de Chávez
¿Si usted vuelve a Venezuela lo meten preso?
Pero por supuesto, de hecho, yo iba saliendo, que si estaba en Ecuador… Yo salí de Nueva York por el JFK con mis maletas, y el día anterior recibí una llamada de un jefe militar de muy alto cargo, que actualmente tiene también un muy alto cargo, y me dijo “ministro, no venga para acá. La orden que esta gente le dio a las suyas es que tan pronto entre al país, va preso y directo al Sebin, va para La Tumba”.
Entonces yo dije, eso no tiene sentido, porque alguna gente me dice “ven acá, a dar la cara”, y yo doy la cara, pero no frente a estos tipos. ¿Frente a quién la voy a dar, frente a Tarek William Saab, que hace lo que dice Nicolás? ¿Frente al poder judicial, que hace lo que dice Nicolás? Ahí no hay equilibrio, ahí no hay nada, no hay posibilidades.
Yo soy paciente, estoy esperando… Pero no estoy esperando callado. Voy a seguir escribiendo, eso les molesta muchísimo, porque yo sigo diciendo las cosas que son verdad. Ellos mienten mucho. Ellos se dicen chavistas y no son para nada chavistas, se dicen socialistas y eso no es socialismo. Son tan autoritarios… Son un muy mal gobierno adeco. Malo, mejor eran los adecos que este Gobierno.
Ahora que dice eso, ¿usted considera que el chavismo es rescatable? Porque buena parte de la gente, 80% de la gente, añora la época de la democracia, según sondeos. Eso pone al chavismo en la categoría de los grandes fracasos históricos de este país…
(Pausa). Bueno, yo no sé. Hay que fijarse bien en esas encuestas. Porque yo he visto encuestas donde todo el mundo, todos los dirigentes políticos tienen máximo 19% y Chávez tiene 54%…
Pero eso es como una foto del abuelo fallecido… Uno lo quiere, le pone velitas y ya…
(Risas) Mira, yo creo, y hay que hacer un ejercicio de honestidad en eso. Vamos a ver qué país teníamos en 2012, 2013. Era un país normal. Donde todo el mundo estaba trabajando, la gente salía, viajaba, un país normal. Yo lo que creo es que la gente añora un país normal, volver a la normalidad. Maduro dice que es “protector del pueblo”, lo que ha hecho es empobrecerlo. Es el protector del futuro, y lo que ha hecho es entregarlo.
Estamos a la cola del mundo, mientras en el mundo se están discutiendo cosas de tercera, cuarta generación, aquí todavía nuestra gente está tratando de comer carne o tomar leche. Ese es el desastre de Maduro.
Lamentablemente Maduro, como él se aferra a la figura de Chávez, porque gafo no es, Maduro gafo no es, Maduro maneja muy bien la política, entonces usa la franela de Chávez, siempre habla de Chávez porque lo oxigena. Es como un vampiro chupándole la sangre a Chávez. Pero no tiene nada que ver con Chávez. Y mira el daño que Maduro le ha hecho a la palabra Socialismo. Ahora todo el mundo repudia el socialismo…
Bolsonaro ganando en Brasil…
Más bien, cuando Chávez llegó, hubo una ola de Gobiernos progresistas, un efecto dominó a favor de la izquierda en toda la región. Es como una maldición, todo lo que tocó Maduro lo echó a perder.
“Zapatero recibió contratos petroleros”
Usted quiere montar una plataforma política, pero acaba de decir que usted no es político…
No, no, no. Yo soy un político, pero no un politiquero. Mi abuelo fue obrero petrolero, mi papá estuvo en la izquierda, fue guerrillero; mi mamá, economista. Yo vengo de una familia de profesionales. Estoy convencido de lo que yo pienso, de mis ideales.
Viendo los políticos de la oposición, está muy desprestigiada porque todos han hecho tratos con Maduro, ¡todos! Los de Un Nuevo Tiempo, Acción Democrática, les han dado contratos petroleros, ¡es horrible! Hasta Zapatero ha recibido contratos petroleros…
¿Zapatero ha recibido contratos petroleros?
Él representa a una gente, unos españoles de apellido Cortina, que sí, han recibido un proyecto en la faja, pues… De ahí viene su apego a la democracia y el diálogo, pues.
Eso está ahí, lo que pasa es que nada de eso se discute ahora, son contratos de interés público que pasan directo al Tribunal Supremo de Justicia, por una sentencia donde dice que ellos son los que aprueban los contratos de interés público. ¡Imagínate esa cosa!
Dicen que no lo van a discutir en la Asamblea. Ponte tú que no se discuta en la Asamblea, pero discútelo en algún sitio. Lo que no puede ser es que ni los conozcas. No sabemos ni qué tipo de contratos son, no se sabe nada de nada. Está diseñado así. No se sabe nada, cuánto es la inflación, cuánto es la devaluación, no se sabe cuánto es la mortalidad infantil, y cuando a la ministra (María Eugenia Sader) se le ocurrió publicar los números la botaron. No se sabe la afectación de los pueblos indígenas en el Arco Minero, el destrozo ambiental que están haciendo; es terrible.
Yo digo que esto no va a terminar bien. Ya para muchos venezolanos terminó muy mal. Para el que no encontró medicinas, el que se fue del país, el de sida que se muere. Para muchos terminó muy mal. Pero para estos señores va a terminar peor.
¿Con quién habla usted de peso en este país? ¿Quiénes son sus interlocutores?
Si yo te doy nombres los voy a meter en problemas…
No, pero en genérico. O nombres del exilio, pues. Luisa Ortega Díaz, por ejemplo.
(Pausa) Ah, sí, he hablado con ella poco. Yo le hice a ella algunos señalamientos, le dije “no te estés tomando fotos con gente de la derecha, de la extrema derecha”.
¿Usted habla con gente de la oposición?
He hablado con ellos, sí. Con esta guerra de ojo por ojo todo el mundo está tuerto. Pero hablo mucho con gente del chavismo. Suceda lo que suceda en el país, el chavismo va a seguir jugando un importante papel. He hablado con jefes militares, jefes políticos, y todos están aterrorizados, porque cuando hablan conmigo a todos les pinchan los teléfonos. Les advierten que no hablen conmigo. Por eso te decía, este es un país de miedo. A mí me parece impresionante que comandantes de Chávez tienen miedo de que un policía, que por cierto, a veces no son ni siquiera venezolanos, les echen a perder la vida. Es muy complicado.