Para Rafael Ramírez, el problema de Pdvsa y del país se llama Nicolás Maduro. El exzar del petróleo defiende su gestión al frente de la petrolera estatal, y señala que el presidente de la República está “privatizando Pdvsa de la peor manera”.
Además indica que por lo menos 800 mil barriles de petróleo de producción se pueden recuperar en plazo muy breve, pero poniendo al frente de la empresa a “gente que sabe”.
Tampoco, según explica, ha tenido responsabilidad en la manera como se gastaron los recursos petroleros del boom entre 2002 y 2012, y señala que con el actual Gobierno en el poder, dejaremos de ser un país petrolero: “están matando la única posibilidad de recuperación del país”, señala.
Reconoce, sin embargo, que durante los años del boom, como en toda la historia de Venezuela, la renta petrolera “o se la apropiaron, se la robaron y se la entregaron al pueblo, y otra parte se fue al exterior”.
Sin autocrítica que hacer
Hablando de Chávez y de los años de Chávez: ¿Qué pasó en 2012? En 2012 hubo un gasto desorbitado para que Chávez volviera a ganar las elecciones a pesar de su enfermedad, y no lo digo yo, lo dice Jorge Giordani, que como usted, fue un hombre de los más leales a Chávez y de los más poderosos de su Gobierno, y hoy también está en el ostracismo.
En definitiva, ¿qué sucedió en 2012 con las finanzas públicas de este país, que todavía estamos pagando esa situación?
Mira, yo no creo que esto se le pueda adjudicar a 2012. Las finanzas, los ingresos del país provienen de Pdvsa. En 2012 teníamos un manejo de la industria petrolera, no solo transparente, porque todo se auditaba, tú entrabas a la página web de Pdvsa y podías ver sus estados financieros; se tenía en cuenta a la Asamblea Nacional, estaba la oposición y estaba el chavismo; sino que además, la gestión era muy buena.
Nosotros entregamos 12 mil millones de dólares en ganancias al Estado, en el mismo 2012. Ahora, nosotros teníamos una cantidad de programas sociales, las misiones, que tenían un ritmo que no se podían detener, bueno… ahora están paralizadas. La inversión social no tenía que ver con la coyuntura electoral. Si ves los desembolsos en temas sociales se ve que se mantenían constantes, es más, se incrementaban independientemente de que fuera o no un año electoral.
Lo que estábamos tratando era de, por primera vez, llevar la renta petrolera directamente al pueblo. El problema de Venezuela es cómo un país con escaso desarrollo industrial utiliza su renta petrolera: O se la apropia y se la roba o va directamente al pueblo, o sale del país. En nuestro caso yo creo que pasaron de las tres cosas, como siempre pasó, pero por primera vez, una importantísima porción fue directamente al país.
Nicolás Maduro está enterrando la única posibilidad de desarrollo que tenemos hacia el futuro: está entregando nuestra industria petrolera de una manera grosera, sin rendir cuentas a nadie; está entregando todas nuestras reservas mineras, en el Arco del Orinoco, con el daño ambiental que se está haciendo; ha destruido la economía en un sinsentido. Todo está mal, la hiperinflación; confieso que para salir de eso nos va a costar muchísimo.
El Fondo Monetario estima una inflación de 10.000.000% para 2019. Eso no tiene antecedentes en el mundo, y el bolívar, ya ni siquiera este nuevo cono del bolívar soberano que se inventaron ya se ha devaluado más de 100% desde que lo lanzaron el 17 de agosto.
Yo sé que nuestra política siempre ha estado signada por mucha intolerancia, mucha falta de comunicación, sobre todo estos últimos cinco años, antes no había habido esa cantidad de muertes que hay de por medio, y eso es un problema, cuando ya hay vidas humanas en riesgo ese es un problema; yo creo que en un momento nosotros vamos a tener que sentarnos y ponernos de acuerdo en cinco o diez puntos para rescatar el país, porque si no la respuesta de nuestra gente va a seguir siendo irse del país.
Hay que ver el daño que se le ha hecho al país dejando que se vayan 2,3 millones de venezolanos. La mayor parte son jóvenes y profesionales.
Este se nos volvió un país de ancianos…
Y yo te diría más: es un país de miedo. Hay mucha tristeza, se perdió la noche, parece un toque de queda. Una tristeza generalizada, todo el mundo está pariendo para ver cómo consigue el día a día, y los sectores más pobres lo que aspiran es volver a la normalidad, que tú puedas ir a un sitio y comprar leche, carne, huevos, cómo vivíamos con Chávez; más allá de las diferencias que alguien pueda tener con Chávez, era un país normal.
Ahora, vuelvo a lo mismo: ¿No se forjó esta situación durante los años locos de las expropiaciones, del petróleo a $120? ¿No se creyó que se podía construir el socialismo anclado en la renta petrolera, lo que produjo esto que tenemos hoy?
(Larga pausa) Bueno, es que nosotros no podemos execrar la renta petrolera. Se habla mucho del modelo rentista petrolero, pero el modelo rentista petrolero es una realidad. Lo que hay que hacer es usar bien esa renta petrolera.
Yo jamás voy a renunciar a mi condición de país petrolero. Eso es una bendición que tenemos. Nosotros en el Gobierno del presidente Chávez nos enfocamos en que la renta petrolera fuera a resolver el tema social, que es el gran problema que tenemos; y no lo decimos nosotros, en las Naciones Unidas, cuando se midió, uno de los primeros países que alcanzaron las Metas del Milenio fue Venezuela.
Bajó la pobreza, la pobreza crítica, la mortalidad infantil, mejoró la escolaridad; todos esos son valores que están allí. Ahora, eso lo han destrozado en cinco años…
Claro, doctor Ramírez, pero lo que se criticaba en ese momento era que el propio modelo hacía insostenibles esos avances, demasiado dependientes del precio del petróleo. Y mucho del colapso tuvo que ver con la política de expropiaciones; por ponerle un ejemplo bien concreto, el daño que ha producido la asimilación de tercerizados por parte de Pdvsa… ¿No hay nada que autorreprocharse, no hay una autocrítica que hacer?
(Pausa) Por supuesto que nuestro país es un país muy complejo… Tú hablas de la autosostenibilidad de nuestros planes sociales, claro que ese era un problema. Y ese era un problema que el presidente Chávez decía que a partir de 2012 teníamos que comenzar a resolver, porque no podíamos depender solo de la renta petrolera. Ahora, había que hacer esto, era una prioridad, porque la gente estaba muy pobre.
Pero fíjate cómo, con un mal Gobierno, eso se pierde en solo cinco años, todos esos índices están por el suelo. La gran discusión de qué hacer con la renta petrolera, cómo superar nuestra condición de país monoproductor, es la discusión nacional. Y a esa hay que seguirle dando. Pero había prioridades en el tema social.
Por ejemplo, eso que dices de los tercerizados, es que esos siempre los pagaba Pdvsa; los privados nos cobraban al trabajador tercerizado dentro del contrato colectivo petrolero. El problema es que ellos no le pagaban al obrero lo que le correspondía. Nosotros lo que hicimos fue un tema de justicia social.
Cuando son actividades que son contratadas de una manera permanente, que cada año estás contratado para hacer lo mismo, de acuerdo con la Ley del Trabajo, tú tienes que ser absorbido. Son muchas cosas que tenían que ver con hacer justicia para la gente. Ahora, nosotros tenemos que trabajar juntos, porque el petróleo va a seguir ahí. Lo que pasa es que estos incapaces llevan la producción en 1 millón cien mil barriles.
Ellos están realmente superando la etapa petrolera pero a qué costo: pronto no vamos a ser un país petrolero.
De repente una decisión como la de Pol Pot, volver al año cero, un costo grandísimo. Pero hay algo importante que yo quiero decirle al país, que es lo de mi plataforma política. Estoy trabajando con las uñas, pero afortunadamente las redes sociales te permiten poner un podcast, voy a empezar mañana (viernes 12 de octubre, N. del R.) con un podcast; voy a poner un blog con mis artículos, los artículos míos tienen mucha repercusión. Yo creo que ya a nuestros muchachos les importa poco que si tú eres fulano, o eres zutano, del pasado. La gente lo que está queriendo saber es cómo vamos a salir de esto y cómo vamos a enderezar el país, porque esto hay que enderezarlo, hay que hacer algo.
Por eso es que creo que tenemos problemas muy angustiantes sobre los cuales hay que sentarse a discutir, no sentarse a pactar acuerdos políticos, como hace el Gobierno con los adecos o con Un Nuevo Tiempo. Esa es una política con p minúscula. Hay que discutir temas que tengan que ver con el pensamiento económico, qué vamos a hacer para que nuestros muchachos retornen, que vamos a hacer para recuperar la producción petrolera. Eso es fundamental; si no recuperamos la producción petrolera no hay posibilidades.
Ahora, estos que, como tú dices, quemaron la casa para matar las chiripas, ahora que quemaron la casa están privatizando Pdvsa. Eso puede ser pan para hoy, porque ni siquiera sabemos si es pan para hoy, pero seguro es hambre para mañana.
Pdvsa es recuperable
¿Es Pdvsa rescatable? Porque tiene tantos pasivos, conflictos legales, acusaciones incluso de narcotráfico… El overhaul que habría que hacerle a Pdvsa sería una cosa gigantesca, uno no se imagina ese overhaul en manos de ningún Gobierno venezolano. ¿Con qué recursos, además?
Sí, sí… No hay que caer en una posición derrotista en ese sentido. Empecemos por algunas cosas. Internacionalmente Pdvsa no tiene ninguna acusación de narcotráfico. Ninguna. Pdvsa lo que está enfrentando son dos juicios, uno con Conoco Philips y otro con Exxon Mobil. Pdvsa cómo tal. La república tiene otro juicio. Del juicio con Exxon Mobil se han ganado todas las instancias, el de Conoco Philips también. Nosotros en el de Conoco Philips que se discutió en los tribunales de comercio, salieron con mil millones de dólares y pedían 30 mil; es decir, el tribunal les dio muchísimo menos de 10% de lo que ellos aspiraban.
¿Qué pasa? Que como (Manuel) Quevedo no sabe ni lo que está haciendo, ni los equipos de Pdvsa saben del tema petrolero, se dejaron sorprender y la Conoco Philips nos congeló todos los terminales que tenemos en el Caribe. No es un problema de Pdvsa; el problema es que Pdvsa tiene gente al frente que no sirve para eso, que no sabe, y que ahorita hay puros oficiales allí. La han repartido entre las distintas parcelas de poder. Ese es un tema. Lo que está afectando ahorita a Pdvsa es las sanciones norteamericanas, pero ese es un tema político, que podría arreglarse con la administración norteamericana.
En todo caso, cuando nosotros diversificamos nuestros mercados hacia China, que vendíamos 400 mil barriles por día de petróleo; hacia Rusia, hacia la India, que no tiene ninguna connotación política y vendíamos 400 mil barriles de petróleo, eso era para no poner todos los huevos en una sola cesta, en la cesta norteamericana.
Ahora, una gran ventaja que tenemos nosotros es que la producción petrolera está allí, nuestros yacimientos no se han agotado. De esos 2 millones de producción menos, 800 mil barriles son de lo que se llama producción diferida; es decir, que la bomba que está entre la superficie y el subsuelo, está dañada. ¡Eso es todo! Hace falta un tipo que sepa de eso, que tome las decisiones, que sepa que hay que cambiar eso.
Cuando Maduro dijo que en Pdvsa todo era corrupción, y que él iba a parar eso, y que todos los contratos los iba a mirar, mataron a la industria, porque tú para producir petróleo, nuestros taladros trabajan 24 por 24, no paran nunca, ahora eso es toda una cadena de logística…
Tiene que funcionar como una empresa, tecnológicamente muy avanzada…
Además la industria petrolera es como una gigantesca línea de producción, todo se encadena. Es una industria de proceso continuo, y esto no lo ha entendido esta gente, lo que han utilizado es a Pdvsa para repartírsela entre los distintos grupos, los que han metido en la vicepresidencia de Finanzas no saben de eso, y no le rinden cuentas a nadie. En fin, el problema de Pdvsa es Maduro, no es que se acabó. El problema está en Miraflores.
Ser el chino de Recadi
Dos preguntas, dos momentos: El primero es el momento en que se crea el Fonden, que en un momento dado manejó 750.000 millones de dólares a entera discreción del presidente de la República, y de usted, que era paralelamente ministro de Petróleo y presidente de Pdvsa. Y un momento siguiente, cuando en 2009 empieza a endeudarse la República a través de Pdvsa. ¿Cuál fue su posición en esos dos momentos? Porque si usted maneja a su arbitrio 750 mil millones de dólares, es imposible pensar en la transparencia, y me perdona, no hay manera de no pensar que hubo corrupción.
No, y la discusión está muy buena. Fíjate, un problema que tiene la Asamblea Nacional, que yo se lo he dicho a ellos, es que no tienen sentido de la proporción. 750 mil millones de dólares es una cifra gigantesca, que jamás hemos tenido en nuestras manos. El Fonden manejó 100, 150 mil millones de dólares, otra cifra gigantesca.
Recuerda que el Fonden se hizo bajo una Ley. Yo nunca manejé el Fonden. El Fonden lo manejaba el Fonden, que tenía personalidad jurídica y que dependía del Ministerio de Finanzas. Nunca manejé el Fonden. ¿Cuál era mi tarea? Recaudar la renta petrolera, captar la renta petrolera, y ponerla en los sitios que creó el Estado para administrarla.
Así fue como tuvimos el Fonden, el Bandes, el Fondo Chino. Ahora, ellos tienen que rendir cuentas de eso. Jamás administré nada del Fonden. Esos eran proyectos que iban de los ministerios y los ministerios tienen que rendir cuentas de eso. Por eso yo he dicho que la única cosa que le ha convenido a Maduro y a la oposición es meterse conmigo.
Es muy fácil ser como el Chino de Recadi, la cabeza de turco. “Ah, que eso era culpa de Ramírez”. No señor, eso no era culpa de Ramírez, por eso yo soy capaz de sentarme en cualquier tribunal y decir “no señor, aquí está todos los puntos de cuenta, todo el dinero que se ingresó en Fonden y el Fonden tiene que decir qué hicieron con esa plata, todavía, porque esos 100 mil millones eran para inversiones y se tiene que decir qué hicieron con eso.
¿Y en el momento en el que la República comienza a endeudarse a través de Pdvsa, cuál fue su posición?
Nosotros tomamos deuda para Pdvsa en 2007, y eso fue para nuestro plan Siembra Petrolera, porque en 2007 comenzamos a trabajar muy duro en la Faja Petrolífera del Orinoco. La Faja era al país lo que era la Costa Oriental del Lago a principios del siglo XX. Había que hacerlo todo: había que hacer los tanques, los oleoductos, los pozos, todo. Eso lo comenzamos a hacer y nos endeudamos. Pero a principios de 2009 el Estado le pidió a Pdvsa que se endeudara para el Estado. El Estado es el propietario de Pdvsa.
¿Pero qué le dijo usted al presidente en ese momento?
Yo le dije al presidente Chávez que eso era el costo de una política monetaria que era insostenible. Yo lo vine anticipando siempre. Muchos de esos dólares se utilizaban para poder sostener lo que llamaban el dólar implícito, para mantener el control de cambio.
Para mantener los viajes de Cadivi…
Claro, yo tan pronto tuve la posibilidad de ser vicepresidente económico, yo le dije a Maduro. ¿Sabes cuánto se gastó en Cadivi en 2014? 8 mil millones de dólares, y ya era un año malo. El país, cuando tienes un hogar, tú ajustas tus gastos a tus salarios. Si tienes un buen salario, te compras una casa, te compras un carro, lo que sea. Ahora, si tu salario baja, o te botan del trabajo, que fue lo que nos pasó con el precio del petróleo, tú empiezas a tomar decisiones. Devuelvo el carro, vamos a reducir esto, lo otro.
Pero Maduro no le hizo caso al tema de que estaba cayendo todo, y sencillamente, ignoró nuestras recomendaciones de 2014. Yo le hice 18 documentos diciéndole lo que iba a pasar y lo que él tenía que hacer… No lo hizo, no le prestó atención, y en cinco años el país está destrozado.
También es cierto que si hubiéramos tenido un fondo de estabilización, todo este daño se hubiese mitigado, ¿no? Y estaba aprobado, ya existía…
También, también. Está bien, el fondo de estabilización macroeconómica es una discusión, pero fíjate el otro tema que es el que yo digo: menos mal que nosotros revertimos la apertura petrolera, porque yo lo que tenía en mi ámbito, tenemos que subir la garantía de 1% a 33%, porque yo sé que si algún día el precio baja, yo ya tengo una raya, continuamos recibiendo un monto importante. La administración de esto es otro asunto.
Pero yo siempre le digo a la gente, piensen qué hubiera sucedido si nosotros no hubiéramos tenido el control de nuestra industria petrolera, si no hubiéramos tenido el régimen fiscal que tuvimos; la debacle hubiera sido tal… ¿Quién hubiera supuesto que Maduro iba a administrar el país tan mal? Nosotros no tuvimos un terremoto, no tuvimos un tsunami, no tuvimos una guerra. ¡No!, pero tenemos a Maduro, pues.
La insubordinación y el exilio
¿En qué momento fue que usted dijo “yo no puedo seguir en esto”?
A mi desde que murió Chávez me preocupó todo, porque sabíamos que, como decía Chávez, teníamos que enfrentar algunas cosas, rectificar otras; muchas cosas había que rectificar. Pero el primer año del gobierno, Maduro me dice que le entregue Pdvsa, y a mí me pareció un tema muy irresponsable, y yo le dije que no; él se quedó frío con mi respuesta, yo le dije, no, no te la voy a entregar; primero que estás haciendo lo que Capriles dijo que haría, lo primero que haría si llegara a la presidencia.
Por eso Chávez me ratificó tres veces, creo que fui el único ministro ratificado por Chávez en su campaña. ¡Tres veces me ratificó! Ya que a ellos les importa tanto lo que decía Chávez, recordar que Chávez me ratificó tres veces. Pero yo me di cuenta de que Maduro, más allá de entender el país, tenía otros intereses.
Yo decía, “cómo te vas a cambiar de caballo en medio del río”, hay una situación muy compleja (2013), donde no se aceptaban los resultados de las elecciones, después vino La Salida, yo decía: “si a la inestabilidad política le sumas la inestabilidad económica, esto es un desastre”.
Y yo me negué a entregar. Pero ya sabía que no era de su confianza, cosa extraña: si fui de la confianza de Chávez pero no fui de la confianza de Maduro. Maduro tenía su propio plan.
Cuando él me dice que me entregaba la vicepresidencia económica mucha gente me dijo que no aceptara. “No aceptes, porque este tipo no te va a hacer caso, está tratando de aislar el país”. Yo sentía que se nos venía como un tsunami.
¿Es el momento en el que usted presenta el plan que le “rebotan” en el que rompe con el Gobierno?
No, no ahí. El plan me lo rebotan y yo digo “pero qué desastre, ¿no? Vamos a estar mal”. Inmediatamente me sacan al exterior. Claro, ahí yo me di cuenta de que no me querían en el Gobierno, porque no solo Maduro me sacó, sino nadie dijo nada. Diosdado, ni el otro. “Bueno, si no me quieren, qué voy a hacer yo”, dije en ese momento. “Él es el presidente de la República”.
Entonces me voy a las Naciones Unidas, sí y solo sí, por la razón de que teníamos el Consejo de Seguridad. Yo pensaba, y pienso, que el ámbito internacional es muy importante para el país. Era primera vez que íbamos a sentarnos en el Consejo de Seguridad en los últimos 25 años, y bueno, me fui; con la tarea de blindar el país ante las Naciones Unidas, y lo hice, lo hice. No pasó ninguna de las propuestas de Nikki Haley contra nosotros, sencillamente yo fui dos años presidente del Comité de Colonización y de la IV Comisión de las Naciones Unidas, es decir, tenía mucha actividad política.
Pero, entonces, empiezo a escribir. Ya me parecía entonces mal, muy mal, que estuvieran muriendo tantos muchachos en la calle.
Yo decía, “no puede ser”. Tú tienes un muchacho en la calle, dos muchachos, fallecidos, y tienes que investigarlo, ya es grave. Cuatro, cinco, pero cuando llegas a 130 fallecidos, dices “algo está muy mal”, de lado y lado, ¿ah?; porque hubo fallecidos por los cuerpos de seguridad, pero hubo muchachos que quemaron vivos, y bueno, esto está muy mal.
Ahora, el responsable de eso es Maduro, porque el que lleva el país es Maduro. Cuando tiene alrededor a la gente a la que yo llamo “el pranato”, porque ofenden, maldicen, agreden, le echan gasolina al fuego. Entonces yo escribía y me decían, “no escribas”, porque es raro que un embajador esté haciendo críticas contra el Gobierno al que representa.
Lo que pasa es que estos sabían que yo era yo; a mi he hacía gracia Delcy Rodríguez, por ejemplo, pretendía ser mi jefe; yo le decía, “Delcy, por favor. Si yo fui el que te metí a trabajar a ti hace quince años en el Ministerio del Petróleo, hazme el favor”. O sea, mi jefe fue Chávez. No tengo más jefes. Mi jefe fue Chávez.
Doctor Ramírez, esa es una posición de insubordinación total contra un presidente de la República… Es lógico que lo hayan sacado, ¿no? ¿Si a usted como presidente de Pdvsa se le hubiera sublevado así uno de sus colaboradores, designado por usted, además, qué habría hecho?
No, pero escucharía.
Pero después lo bota.
No, no, no. Yo escuché mucho, a mucha gente eché pa’tras. La gente sabe de lo que está hablando. Yo no hablaba de agricultura, yo hablaba de Pdvsa. Mira lo que está pasando, mira lo que está pasando, mira lo que está pasando. No hacían caso. La instrucción era “cállate la boca, sigue en tu trabajo”. No, yo no acepto eso. Yo soy un hombre que nunca ha aceptado esas cosas de nadie.
Por eso Chávez me tenía a mí para temas internacionales, porque a nuestros aliados internacionales también yo les ponía los puntos sobre las íes. Para mí el país primero. Y cuando este (Maduro) comienza a molestarse por eso, llegó un momento en que le dije, mira, yo no puedo. Yo no me voy a callar. “Entonces tú no puedes seguir”. Entonces renuncio, pues.
Y yo no renuncié haciendo un show. Yo habría podido convocar una rueda de prensa en las Naciones Unidas. Yo renuncio y después fijo mi posición política. Y así lo hice, yo creo que uno tiene que ser transparente, honesto, en las cosas que hace. La gente me dice que si yo estoy loco, que Maduro me quería enviar a Ginebra, que los lagos, y tal… ¡Yo no quiero estar en Ginebra, vale, yo quiero estar en Venezuela! De hecho, yo le dije a él que yo quería volver a Venezuela, y Tareck El Aissami me dijo que no.
“¿Cómo que no? Entonces, ¿yo soy un exiliado?”, le pregunté y me dijo, “sí, tú eres un exiliado, tú no puedes volver a Venezuela”.