Entre las muchas controversias que desató la visita del presidente venezolano Nicolás Maduro a la Organización de las Naciones Unidas, se cuenta una de marcada impronta endógena del chavismo: el ácido comentario de la abogada estadounidense-venezolana Eva Golinger acerca de que el viaje del mandatario reflejaba desesperación por reunirse con Donald Trump.
Los tuits de Golinger le cayeron a los antirrevolucionarios como un nebulizador para alguien con un ataque de asma, al punto que ocupó grandes espacios en los medios de comunicación más reaccionarios del hemisferio. En cambio, fueron interpretados por sectores bolivarianos como una nueva prueba de que la jurista de doble nacionalidad ha saltado la talanquera, lo que en traducción libre podría escribirse: Eva jumped the fence.
Síntomas previos
En rigor, no es el primer gesto que Golinger hace en este sentido. El año pasado, también a través de su cuenta Twitter, criticó la jugada de Maduro de convocar la Asamblea Nacional Constituyente y se sumó a los coros de analistas opositores que afirmaban que Venezuela estaba quedando aislada de la comunidad internacional.
Golinger, como otros disidentes de los tiempos posteriores al fallecimiento de Chávez, se cuida de ratificar su compromiso con el legado del Comandante. “Tanto que se esforzó Chávez por la multipolaridad y ahora Venezuela está aislada”, escribió en 2017.
En mayo, cuando el cantautor Evio Di Marzo fue asesinado por un ladrón de carros, la abogada escribió que “la delincuencia no parará porque no hay estado de derecho”. El viceministro de Información Internacional, William Castillo le contestó: “Eva por favor, deja de sacarle renta política a una tragedia que entristece por igual a todos los venezolanos. Qué vergüenza que terminaras así. Respeta”.
Castillo también le respondió a propósito de su comentario sobre el viaje de Maduro, igual que lo hicieron otros muchos tuiteros, entre ellos una persona llamada @carollafra, quien dijo que hace algunos años, cuando dijo que Eva era de la CIA, y hasta estuvo a punto de darle unos golpes en un lugar de Sabana Grande, “casi me excomulgan”. Según esta tuitera, el tiempo le ha dado la razón.
Ernesto Villegas, en una entrevista que le hizo a Golinger en 2006, para el diario Últimas Noticias, le preguntó lo que pensaba acerca de esas versiones que la vinculaban a la inteligencia estadounidense. “Hay gente que no termina de confiar en usted. Algunos dicen que hasta puede ser de la CIA”, fue el planteamiento del ahora ministro de Cultura. “No sé. Es una decisión de cada uno. Muchos han dicho que es por la información que obtengo. Absurdo, porque eso es a través de la Ley de Acceso a la Información”.
En esa entrevista, Golinger no dudó en afirmar que Venezuela estaba bajo un asedio múltiple por parte de EEUU. Dijo que en el país había “contingentes de fuerzas especiales clandestinas, encubiertas que estaban trabajando para ejecutar un magnicidio, un sabotaje fuerte, otro golpe, infiltración de sectores que apoyan al Gobierno”. Aseguró que, además, habían aumentado dos veces el financiamiento a sectores de la oposición.
Confidente de “tiranos”
A las sospechas de su cambio de bando se une el título de su próximo libro Confidente de “tiranos” (las comillas son del original, es necesario precisarlo), en cuya portada aparece ella (muy sonriente) flanqueando al comandante Chávez. El subtítulo explica que la obra contiene los testimonios de “una mujer estadounidense que trató con los peores enemigos de EEUU”. La obra se refiere a Hugo Chávez, Fidel Castro, Vladimir Putin, Bashar al Assad, Muammar Gaddafi y Julian Assange, pero en la portada –valga repetirlo- el que aparece es Chávez… ¿Cuestión de mercadeo?
Pese a todo, Golinger sigue teniendo respaldo entre los chavistas. El articulista de Aporrea Edgar Valero Díaz prefiere atribuir a la prisa su comentario sobre la incursión de Maduro en la ONU. “Sorpresivamente y con toda seguridad de manera apresurada, abandonando la proverbial enjundia conque presenta sus análisis, sobre todo en materia internacional, la talentosa abogada internacionalista Eva Golinger, a mi juicio, se apresuro a emitir opinión sobre el viaje del presidente Maduro a la septuagésima tercera reunión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, al calificar como una decisión de última hora tras el discurso del presidente Trump, manifestando tajantemente que el viaje de Maduro fue una muestra de debilidad y desesperación, sobre lo que ella considera debió ser el comportamiento del Jefe de Estado en las circunstancias que atraviesa Venezuela”.
En medio de la marejada de controversias y tendencias que generó el viaje y el discurso de Maduro, otros optaron por restarle importancia al análisis de la abogada. “Levante la mano a quien le importe un bledo lo que opine Eva Golinger sobre el viaje de Nico a la ONU”, ironizó el tuitero Arturo Cazal, por Clodovaldo Hernández/LaIguana.TV