Todo un drama es el que viven muchas personas de la región zuliana que tienen familiares con enfermedades terminales y que se les hace imposible adquirir medicamentos o tal vez enterrarlos después de fallecidos.
Uno de los casos que se presenta en la región es del bebé de 11 meses de nacido Jeiner Jesús Montiel González, quien murió el pasado 27 de octubre, tras presentar un severo cuadro de desnutrición, con diarrea y vómito, pero sus allegados no tienen como darle cristiana sepultura.
El cadáver del bebé permanece en su casa, ubicada en la avenida 121 del barrio Brisas del Morichal, de la parroquia Antonio Borjas Romero de Maracaibo desde el día de su muerte, en una urnita blanca que su familia logró costear haciendo un potazo en zonas como la Curva de Molina, ‘La R’ y La Concepción.
La tía de Jeiner, Yulieth Fernández afirmó que su sobrino estuvo internado en el Hospital Adolfo Pons, por al menos un mes con desnutrición, fue dado de alta pero a los 15 días se complicó y volvió a ser internado.
“En el Pons pasó un mes, lo dieron de alta y a los 15 días volvió a complicarse. Lo llevamos al CDI de La Rinconada, le pusieron tratamiento y lo llevamos a la casa. A los dos días le dio un paro respiratorio y falleció”.
Luego de su muerte la desesperación se apoderó de la familia, quienes no cuentan con los recursos para brindarle un velorio digno, mucho menos para enterrar el cuerpecito.
Afirmaron que no tienen para comer mucho menos para enterrar al bebé.
Este es el segundo caso conocidos en la capital zuliana en el que los familiares de difuntos no pueden costear los servicios fúnebres de sus seres queridos debido al alto costo que este representa. El pasado 27 de septiembre, en el barrio Tres Reyes Magos, Ender Bracho Hernández (39) iba a ser sepultado en el patio de su casa. Su ataúd sería una vieja nevera. Sus familiares no contaban con los recursos necesarios.