Un enérgico llamado al oficialismo y a la oposición, a actuar de manera coherente y en función de los intereses comunes del país, hizo el diputado a la Asamblea Nacional, Omar Ávila, en virtud de que a su juicio, hay que reconstruir más puentes para el entendimiento, y derribar los muros de la intolerancia, la confrontación, la división, el odio y la injusticia.
«También hacemos un llamado a ese sector minoritario, que se hace llamar «opositores puros», y que hoy sigue empeñado en que se reimpongan más sanciones al país, para que depongan esa estrategia errada, porque está más que claro que quien termina siendo el gran afectado es nuestro pueblo, y lo peor, logra atornillar más al gobierno. Las sanciones también son un muro, una barrera para el ciudadano de a pie, porque no afectan a ninguna de estas dos cúpulas nefastas que siguen cada vez más desconectadas de la gente», advirtió.
Dijo que se necesita más diálogo y cooperación para superar los desafíos que enfrentamos como sociedad. «La construcción de un país más justo requiere de diversas voces y debemos estar dispuestos a escucharlas», manifestó.
Asimismo, reiteró que es urgente una rectificación tanto interna como externa, de la política internacional venezolana, «aislarnos del mundo no es la solución, es el problema», determinó.
Considera el secretario general nacional de Unidad Visión Venezuela, que la medida del Ejecutivo Nacional de suspender las actividades de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU en Venezuela, y ordenar su salida del país en tiempo record, fue apresurada y se tomó bajo el ofuscamiento y la intolerancia.
«Desde Unidad Visión Venezuela hacemos un llamado al gobierno nacional a reconsiderar esta medida de expulsión. No obstante, la presencia de la Comisión de DDHH de la ONU es invaluable para mantener canales de comunicación abiertos, monitorear violaciones a los derechos humanos y brindar asesoría técnica para el avance en esta materia. Su salida debilita la posibilidad de diálogo en un momento en el que tanto se requiere», argumentó.
En este orden de ideas amplió que la decisión del Ejecutivo Nacional, pareciera responder a desacuerdos puntuales, «no podemos permitir que las relaciones con organismos internacionales se fracturen por casos aislados, hay que reconstruir puentes con todas las instancias», dijo.
«Sus críticas y recomendaciones, aunque a veces incómodas, son necesarias para mantener viva la democracia. No eximimos de responsabilidad a nadie. Sin embargo, por la vía de la violencia, no avanzaremos por el camino del consenso y la paz», puntualizó.